25.2.14

En jaque la industria del bloqueo contra Cuba. Por: María Carla González

Los infartadosLa publicación de la encuesta del Atlantic Counciluna prominente institución de investigación de Washington y las declaraciones públicas de varias figuras influyentes del escenario político y económico de Estados Unidos –entre las que se destacan Alfonso Fanjul, uno de los empresarios cubano-americanos más poderosos, Charlie Christ  candidato demócrata a la gobernatura de La Florida y los senadores Patrick Leahy (D. Belmont) y Jeff Flake (R. Arizona),así como la repercusión del tema en importantes medios de prensa como The Washington Post y The New York Times; reflejan el cambio de mentalidad de la sociedad estadounidense y el reclamo de que se elimine el bloqueo impulsado por WASHINGTON contra Cuba durante más de medio siglo y se normalicen las relaciones bilaterales.
Según la encuesta del Atlantic Council,  la comunidad de Miami y la opinión pública mayoritaria en este país están pidiendo que se permita a las compañías norteamericanas hacer negocios en Cuba, que los norteamericanos tengan libertad para viajar y  gastar dinero sin restricciones, y que Cuba sea borrada de la lista de países promotores del terrorismo, tema en el cual  según la encuesta, 52 por ciento de los encuestados opinaron Cuba debía  ser borrada de dicha  lista. Esto no es un sentir nuevo, ya otras organizaciones Wanshingtong Office for Latin American, Latinoamerican Working Group, y FORNORM,  se han pronunciado en esta dirección. De hecho, el tratamiento a Cuba en el último informe del Departamento de Estado (2013) está muy lejano de contener la rigidez de los  anteriores, a riesgo de perder la poca credibilidad que pudiera tener.

Repasemos lo expresado por varias personalidades:
El Sr. Fanjul,  expresó al diario The Washington Post que deseaba buscar maneras de “reunificar a la familia cubana” y que estaba abierto a invertir en Cuba “bajo las circunstancias correctas”, donde hubiera un arreglo entre Cuba y Estados Unidos y existiera un marco legal para hacerlo.
Charlie Christ, exgobernador de la Florida, republicano de orígen y antes, aliado de la extrema derecha de origen cubano asentada en Miami, afirmó que el bloqueo “no ha hecho nada en más de 50 años para cambiar  Cuba’’ y que La Florida, es el estado más dañado por este, así como que  un cambio beneficiaría la economía estatal. Y es entendible el cambio. Quien hoy aspira a la gobernatura del Estado por el Partido Demócrata, no puede obviar el proceso de cambios que se producen en Cuba, el reordenamiento de una economía a solo 90 millas de su eventual gobernatura.
Los senadores Patrick Leahy, presidente del Comité Judicial y tercero en línea de sucesión en EE.UU. y Jeff Flake, miembro del comité de Relaciones Exteriores, apoyándose en el estudio del Atlantic Councilexhortaron al presidente Barack Obama a escuchar a la mayoría de los ciudadanos que estiman hay mucho que ganar si se produce un cambio en esta política obsoleta de probado fracaso. Porque ni se ha producido un cambio de “régimen”, ni Cuba está aislada del mundo, un ejemplo de ello fue la recién concluida II Cumbre de la CELAC celebrada en La Habana.
Según publicó David Brooks en La Jornada: ¨Otras voces se han expresado al respecto. Jorge Pérez, hombre de negocios cubano-americano de amplia influencia en Miami, propuso un mayor intercambio entre artistas de Cuba y Miami, mientras que otro empresario cubano-estadounidense y ex embajador en Bélgica, Paul Cejas, dijo que era tiempo de cambiar la política y proceder diplomáticamente con La Habana¨.
Todo esto advierte malas predicciones para la industria de los que apoyan el bloqueo, al decir de José Pertierra[1].
La reacción de este segmento no se hizo esperar. Los hubo que rabiaron e hicieron declaraciones ofensivas manifestando su desespero como la congresista Ileana Ros-Lehtinen que denunció como “vergonzosa” la posición de Fanjul y trató de desacreditar el estudio presentado por el Atlantic Councilcalificándolo de superficial y manipulado.
Por su parte, Mario Díaz-Balart dijo estar “indignado” por las palabras de Fanjul, y el senador Marco Rubio, más cauteloso, sólo se atrevió a decir, a través de un vocero, que estaba “decepcionado”.
La Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) ha hecho declaraciones muy discretas en la voz de su presidente Pepe Hernández, lo cual es llamativo pues siempre ha vivido del negocio de la contrarrevolución. Habría que observar como se mueven en este nuevo escenario pues  los cambios, sin pretender que serán  inmediatos,  y sin descartar el tortuoso camino que deberán transitar los que se propongan impulsarlos, serán inevitables y cada día más próximos, no cabe duda.
En mi opinión, no seria descartable otra división entre los que aspiran a los millones que les otorga WASHINGTON, y los que quisieran abandonar las posiciones más tradicionales y buscar acomodos a los nuevos tiempos. La FNCA  ha  apoyado  la política del bloqueo por varias décadas, mantuvo antes el financiamiento al terrorismo y hoy a ineficaces contrarrevolucionarios internos. Pero no ha podido impedir que cada día más cubanos visiten y remesen a su patria de origen y algo inédito hasta el año anterior, que los niños de origen cubano asentados en EE.UU. vengan a pasar sus vacaciones de verano e invierno a Cuba junto con su familia.

[1] Cubanoamericano, abogado de  Inmigración  y  especialista en las relaciones Cuba/EE.UU.
Fuentes consultadas:
Texto e imagen tomados del blog: http://lasantamambisa.wordpress.com
*Editora del blog La Santa Mambisa

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