7.6.11

Fidel: "La Batalla de Girón" (partes 1 e 2) - um documento histórico

de: Reflexiones de Fidel
Más de un año antes del 16 de abril de 1961, después de rigurosos análisis e intercambios, el presidente Dwight  Eisenhower decidió destruir a la Revolución Cubana.
El instrumento fundamental del tenebroso plan era el bloqueo económico a Cuba, al que la literatura política del imperio califica con el término anodino y casi piadoso de “embargo”.
En memorando secreto del entonces subsecretario asistente de Estado Lester Mallory, se enumeraron los objetivos concretos del tenebroso plan: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro  -expresa el documento-   [...] No existe una oposición política efectiva [...] El único medio posible para hacerle perder el apoyo interno [al gobierno] es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria [...] Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica [...] negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno.”
El conjunto de medidas a tomar se denominaba “Programa de Acción Encubierta contra el régimen de Castro”.
Cualquier observador, esté o no de acuerdo con tan repugnantes métodos porque carecen de elemental ética, admitiría que esto implica la idea de doblegar a un pueblo. En este caso, se trataba de una confrontación entre la potencia más poderosa y rica del planeta y un país pequeño de diferente origen, cultura e historia.
Eisenhower no era un criminal nato. Parecía, y tal vez lo fuera, una persona educada y de buena conducta de acuerdo a los parámetros de la sociedad en que vivía. Había nacido en el seno de una modesta familia agricultora en Denison, Texas, en el año 1890. De educación religiosa y vida disciplinada, ingresó en la Academia Militar de West Point en el año 1911, y se graduó en 1915. No participa en la Primera Guerra Mundial, y le asignan solo tareas administrativas.
Asume por primera vez el mando de tropas en 1941, cuando Estados Unidos no participaba todavía en la Segunda Guerra MundialEra ya general de cinco estrellas y carecía de experiencia combativa cuando George Marshall le asigna el mando de las tropas que desembarcan al Norte de África.
Roosevelt, como presidente del país con más riquezas y medios militares, asume el papel de nombrar al jefe militar de las fuerzas aliadas que desembarcarían en Europa en junio de 1944, catorce meses antes de finalizar la guerra; tarea que asignó al general Eisenhower, ya que Marshall, su jefe de mayor autoridad, desempeñaba el cargo de Jefe del Estado Mayor del Ejército.
El General Dwight  Eisenhower  habla a las tropas antes del desembarco de Normandía
El General Dwight Eisenhower habla a las tropas antes del desembarco de Normandía
No era un militar brillante, cometió errores de consideración en el Norte de África y en el propio Desembarco de Normandía, donde tuvo rivales serios entre sus aliados, como Montgomery, y adversarios como Rommel; pero era un profesional serio y metódico.
Concluida esta referencia obligada del General de cinco estrellas Dwight Eisenhower, presidente de Estados Unidos desde enero de 1953 hasta enero de 1961, paso a una pregunta: ¿cómo es posible que un hombre serio, que se atrevió a exponer el nefasto papel del Complejo Militar Industrial, sea conducido a una actitud tan criminal e hipócrita como la que llevó al gobierno de Estados Unidos al ataque contra la independencia y la justicia que durante casi un siglo buscó nuestro pueblo?
Fue el sistema capitalista, la preeminencia de los privilegios de los ricos, dentro y fuera del país, en detrimento de los derechos más elementales de los pueblos. Nunca le preocupó a la poderosa potencia el hambre, la ignorancia, la ausencia de empleo, tierra, educación, salud y los derechos más elementales para los pobres de nuestra nación.
En el intento brutal de someter a nuestro pueblo, el gobierno de Estados Unidos arrastraría a los soldados de su país a una lucha en la que no habría podido obtener la victoria.
En los asuntos de carácter histórico son muchos los imponderables y no poca la incidencia del azar. Yo parto de la información que poseo, y de la experiencia que viví aquellos días en que nació la frase de que Girón fue la “primera derrota del imperialismo en América”. De aquella experiencia extraje muchas conclusiones. Quizás a otros también interesen.
Nosotros no disponíamos de un ejército nacional en nuestro país. Al finalizar lo que los historiadores en Cuba denominaban la Tercera Guerra de Independencia -en la que el ejército colonial español derrotado y exhausto solo podía conservar ya, a duras penas, el control de las grandes ciudades-, la metrópoli arruinada, a miles de millas de distancia, no podía mantener una fuerza casi igual a la de Estados Unidos en Vietnam, al final de la guerra genocida que llevó a cabo en esa antigua colonia francesa.
Es en aquel momento que Estados Unidos decide intervenir en nuestro país. Engaña a su propio pueblo, al de Cuba y al mundo, con una declaración conjunta en la cual se reconoce que Cuba, de hecho y de derecho, debía ser libre e independiente. Firma en París un acuerdo con el gobierno colonial y vengativo de la España derrotada, y desarma al Ejército Libertador mediante soborno y engaño. Con posterioridad, se le impone a nuestro país la Enmienda Platt, la entrega de puertos para uso de su armada, y se le otorga la supuesta independencia, condicionada por un precepto constitucional que le concedía al gobierno de Estados Unidos el derecho a intervenir en Cuba.
Nuestro valeroso pueblo luchó en solitario, tanto como el que más en este hemisferio, por su independencia frente a la nación que, como expresó Simón Bolívar, estaba llamada a plagar de miseria a los pueblos de América en nombre de la libertad.
En Cuba había un ejército entrenado, armado y asesorado por Estados Unidos. No diré que nuestra generación posea más mérito que alguna de las que nos precedieron, cuyos líderes y combatientes fueron insuperables en sus luchas heroicas. El privilegio de nuestra generación fue la oportunidad de probar, por azar más que por méritos, la idea martiana de que “un principio justo desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército”.
A partir de ideas justas y después de superar amargas pruebas, partiendo solo de siete fusiles, no vacilamos en proseguir la lucha en la Sierra Maestra después que nuestro destacamento de 82 hombres, por falta de experiencia y otros factores adversos, fue atacado por sorpresa antes de alcanzar las estribaciones de las montañas. En solo 25 meses nuestro pueblo heroico derrotó a aquel ejército, equipado con el armamento, la experiencia combativa, las comunicaciones, centros de instrucción y el asesoramiento con el que Estados Unidos mantuvo durante más de medio siglo el dominio total de nuestro país y de Nuestra América.
Al aplicar los métodos correctos de lucha, los principios de respeto a la población y la política de guerra con el adversario -curando a los heridos y respetando la vida de los prisioneros sin una sola excepción en toda la guerra-, asestamos una derrota aplastante al aparato militar creado por los yankis, y le ocupamos finalmente las cien mil armas y los equipos de guerra que poseían y emplearon contra nuestro pueblo.
Entrada de Fidel a La Habana el 8 de enero de 1959
Entrada de Fidel a La Habana el 8 de enero de 1959
Pero fue necesario también derrotar en el campo ideológico el inmenso arsenal de que disponían, y el monopolio casi total de los medios de información con que inundaban al país de edulcoradas mentiras.
Los trabajadores sin empleo, los campesinos sin tierra, los obreros explotados, los ciudadanos analfabetos, los enfermos sin hospitales, los niños sin libros o sin escuelas, la interminable lista de ciudadanos heridos en su dignidad y sus derechos, eran incomparablemente más que la minoría rica, privilegiada y aliada al imperio.
Educación, ciencia, cultura y arte, deporte, las profesiones que entrañan el desarrollo humano, carecían de apoyo en nuestro país, dedicado al monocultivo de la caña y a otras actividades económicas subordinadas a bancos y empresas trasnacionales yankis, con las que el poderoso vecino del norte impone su “democracia”  y los “derechos humanos”.
Debo señalar que un espectáculo como el de La Colmenita -que hace unos días se exhibió en el teatro Karl Marx-, creado por el hijo de una de las personas asesinadas por los terroristas del Gobierno de Estados Unidos en el avión que partió de Barbados el 6 de octubre de 1976, no tiene rival en el mundo. Tanto el impresionante acto cultural de los pioneros, como el Congreso que clausuraron ese día, jamás serían posibles sin la educación que la Revolución ha brindado a los niños, adolescentes y jóvenes de nuestra Patria.
El 16 de abril de 1961, cuando se proclamó el carácter socialista de la Revolución, habían transcurrido dos años y tres meses desde el triunfo del Primero de Enero de 1959. Nuestro pequeño y victorioso Ejército Rebelde en su lucha por la liberación, solo contaba con las armas ocupadas a la tiranía, que en su inmensa mayoría fueron suministradas por Estados Unidos. Era imprescindible armar al pueblo.
Para no brindar pretextos que sirvieran de base a las agresiones de Estados Unidos, como hicieron en Guatemala, intentamos comprar y pagar al contado fusiles y otras armas en países de Europa, que tradicionalmente las exportaban a muchas naciones.
Adquirimos varias decenas de miles de fusiles semiautomáticos FAL calibre 7,62 con peines de 20 balas y las municiones correspondientes, entre ellas, las granadas antipersonales y antitanques de esas armas que fueron trasladadas en buques mercantes habituales, igual que hace cualquier país.
Pero ¿qué ocurrió con aquellas ingenuas compras de armas “no comunistas” y que por su calidad nos parecían excelentes?
El primer barco arribó a Cuba normalmente y con él, decenas de miles de fusiles FAL.
No había ilegalidad alguna, ni existían pretextos para las campañas contra Cuba.
Poco duró, sin embargo, aquella situación. El segundo barco arribó a un importante muelle de la capital, obreros portuarios y combatientes rebeldes descargaban los bultos, no existían entonces contenedores. Yo estaba en el cuarto o quinto piso del edificio del Instituto de Reforma Agraria, donde hoy se encuentra el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en las inmediaciones de la Plaza de la Revolución; allí tenía la oficina de trabajo cuando no me movía por cualquier parte de la ciudad o el país. El viejo Palacio de Gobierno había sido convertido en museo y el nuevo no estaba terminado. Era el 4 de marzo de 1960. Una fuerte explosión hizo trepidar el edificio; miré por instinto hacia el puerto, donde sabía que estaba descargándose el mercante francés La Coubre; una densa columna de humo ascendía desde aquel punto, no distante en línea recta. Comprendí en el acto lo ocurrido.
Imaginé las víctimas, bajé rápido, y con la pequeña escolta abordamos los carros, nos movimos hacia el puerto transitando por estrechas calles y elevado tránsito. Estaba ya muy próximo, cuando escucho una segunda explosión en el mismo punto. Se puede comprender la ansiedad que nos provocó aquella nueva explosión. Imaginé el daño ocasionado a los obreros y soldados que estarían ayudando a las víctimas de la primera. A duras penas logré que el carro se aproximara al muelle, donde pude observar el dramático pero heroico comportamiento de aquellos hombres.
Alrededor de 100 personas murieron; los heridos eran muchos y requeridos de atención urgente.
Sabotaje contra el barco La Coubre
Sabotaje contra el barco La Coubre
Al día siguiente, desde la Universidad, trasladamos los muertos por la ancha calle 23 hasta el mismo cementerio donde un año, un mes y 11 días después daríamos revolucionaria sepultura a las víctimas del bombardeo de los aviones yankis con insignias cubanas.
El 5 de marzo, por primera vez y de forma absolutamente espontánea, durante el sepelio de los obreros y combatientes vilmente asesinados, exclamé ¡Patria o Muerte! No se trataba de una frase: era una convicción profunda.
Muchas investigaciones estaban por hacerse, pero en ese instante no tenía ya dudas de la intencionalidad de la mencionada masacre. El mercante venía saboteado desde que zarpó de puerto europeo y el sabotaje era obra de expertos.
Dediqué la debida atención a las investigaciones requeridas. Necesitaba conocer si aquellas granadas, contenidas en las cajas donde se produjeron las explosiones, podían estallar por accidentes tales como la caída de una o algo similar. Para descartar esa posibilidad -que los especialistas previo estudio de los mecanismos de seguridad de las granadas habían desechado-, pedí que algunas cajas con granadas que venían en el barco fueran lanzadas desde mil metros de altura; observé las pruebas y ninguna granada estalló. Se indagaron todos los movimientos que aquel barco realizó y se hizo evidente que manos expertas realizaron aquel sabotaje, como parte del plan aprobado por la administración de Estados Unidos.
Habíamos recibido una lección de lo que podía esperarse del imperialismo. No vacilamos en dirigirnos a los soviéticos, con los cuales no teníamos contradicción de principios.
Se nos otorgaron los créditos pertinentes para adquirir aquellas armas. Desde que la URSS y otros países socialistas como la República Socialista de Checoslovaquia, la República Popular China y la República Popular Democrática de Corea comenzaron a suministrarnos armas, hasta hoy, más de mil barcos transportaron armas y municiones a Cuba sin que se produjera una explosión.
Nuestros propios buques han trasladado durante decenas de años gran parte del armamento empleado por las fuerzas internacionalistas cubanas sin que ninguno estallara.
Fidel junto a Osvaldo Dorticós, el Che y otros dirigentes de la Revolución durante el sepelio de las víctimas de La Coubre
lFidel junto a Osvaldo Dorticós, el Che y otros dirigentes de a Revolución durante el sepelio de las víctimas de La Coubre
El discurso que pronuncié el 16 de abril de 1961, en las honras fúnebres de las víctimas del traidor bombardeo del amanecer del día anterior, estaba dirigido a los compañeros del Ejército Rebelde, a las Milicias Nacionales Revolucionarias y al pueblo de Cuba. Reproduzco párrafos textuales e ideas, sin las cuales sería imposible conocer la importancia y el ardor de la batalla que se libró:
“Es la segunda vez que nos reunimos en esta misma esquina. La primera fue cuando la explosión de La Coubre, que le costó la vida a casi un centenar de obreros y soldados.”
“Desde el inicio del Gobierno Revolucionario el primer esfuerzo que realizaron los enemigos de la Revolución fue impedir que nuestro pueblo se armara.”
“…ante el fracaso de los primeros pasos de tipo diplomático, acudieron al sabotaje [...] para impedir que esas armas llegaran a nuestras manos…”
“Aquel brutal zarpazo costó la vida de numerosos obreros y soldados, [...] teníamos derecho a pensar que los culpables del sabotaje eran los que estaban interesados en que nosotros no recibiéramos esas armas…”
“…a todos nosotros, a nuestro pueblo, le quedó la profunda convicción de que la mano que había preparado aquel hecho bárbaro y criminal, era la mano de los agentes secretos del gobierno de Estados Unidos.”
“…para muchas personas en este país, y aun fuera, resultaba difícil creer que el gobierno de Estados Unidos fuese capaz de llegar a tanto; resultaba difícil creer que los dirigentes de un país fuesen capaces de llevar a la práctica procedimiento semejante. [...] todavía nosotros no habíamos podido adquirir la dura experiencia que hemos ido adquiriendo durante estos dos años y medio; todavía no conocíamos bien a nuestros enemigos; [...] todavía no sabíamos lo que era la Agencia Central de Inteligencia del gobierno de Estados Unidos; todavía no habíamos tenido oportunidad de ir comprobando, día a día, sus actividades criminales contra nuestro pueblo y nuestra Revolución.”
“…ya nuestro país venía sufriendo una serie de incursiones por parte de aviones piratas que un día lanzaban proclamas, otro día quemaban nuestras cañas, y otro día trataban de lanzar una bomba sobre uno de nuestros centrales azucareros.”
“…por el estallido de la bomba que iban a lanzar explotó el avión pirata con sus tripulantes, [...] en aquella ocasión, no pudo el gobierno de Estados Unidos negar, como lo venía haciendo, que aquellos aviones salían de sus costas; [...] ante la documentación ocupada intacta [...] no pudo negar la realidad, [...] se decidieron por pedirnos una excusa y darnos una explicación.”
“Sin embargo, los vuelos no se paralizaron. [...] y en una ocasión una de aquellas incursiones costó a nuestro país un saldo elevado de víctimas.  Sin embargo, ninguno de aquellos hechos tenía el carácter de un ataque militar…”
“Nunca se había llevado a cabo una operación que revistiera todas las características de una operación de carácter netamente militar.”
“…semanas atrás, una embarcación pirata penetró en el puerto de Santiago de Cuba, cañoneó la refinería que está allí instalada, y al mismo tiempo causó víctimas con sus disparos entre soldados y marinos que estaban destacados a la entrada de la bahía.”
“…una operación de ese tipo, con embarcaciones de aquella naturaleza, no podía llevarse a cabo si no era con barcos facilitados por los norteamericanos y abastecidos por los norteamericanos en algún lugar de la zona del Caribe.”
“…este continente sí había sabido lo que eran desembarcos de tropas extranjeras. Y lo había sabido en México, [...] en Nicaragua, [...] en Haití, [...] en Santo Domingo [...] y todos estos pueblos habían tenido oportunidad de saber lo que eran las intervenciones de la infantería de marina de Estados Unidos.”
“…lo que ningún pueblo de este continente había tenido oportunidad de conocer era esa acción sistemática por parte de los servicios secretos del gobierno de Estados Unidos [...] lo que nunca un pueblo de este continente había tenido que conocer era la lucha contra la Agencia Central de Inteligencia [...] empeñada a toda costa, cumpliendo instrucciones de su gobierno, [...] en destruir sistemáticamente el fruto del trabajo de un pueblo, en destruir sistemáticamente los recursos económicos, los establecimientos comerciales, las industrias, y lo que es peor: vidas valiosas de obreros, de campesinos y de ciudadanos laboriosos y honestos de este país.”
“Pero con todo eso, ninguno de los hechos anteriores había revestido, como en el caso de ayer, una agresión de carácter típicamente militar.  No se trató del vuelo de un avión pirata, no se trató de la incursión de un barco pirata: se trató nada menos que de un ataque simultáneo en tres ciudades distintas del país, a la misma hora, en un amanecer; se trató de una operación con todas las reglas de las operaciones militares.
“Tres ataques simultáneos al amanecer, a la misma hora, en la ciudad de La Habana, en San Antonio de los Baños y en Santiago de Cuba [...] llevados a cabo con aviones de bombardeo tipo B-26, con lanzamiento de bombas de alto poder destructivo, con lanzamiento de rockets y con ametrallamiento sobre tres puntos distintos del territorio nacional.  Se trató de una operación con todas las características y todas las reglas de una operación militar.
“Fue, además, un ataque por sorpresa; fue un ataque similar a esos tipos de ataques con que los gobiernos vandálicos del nazismo y del fascismo acostumbraban a agredir a las naciones. [...] Los ataques armados sobre los pueblos de Europa por las hordas hitlerianas fueron siempre ataques de este tipo: ataques sin previo aviso, ataques sin declaración de guerra, ataque artero, ataque traicionero, ataque por sorpresa. Y así fueron invadidos por sorpresa Polonia, Bélgica, Noruega, Francia, Holanda, Dinamarca, Yugoslavia y otros países de Europa.”
Fidel, durante el discurso
Fidel, durante el discurso
Les recordé lo que habían hecho los militaristas japoneses con la base norteamericana de Pearl Harbor en diciembre de 1941:
“…no pretendemos con esto hacer comparaciones -dije-, porque cuando los japoneses luchaban contra los norteamericanos, era una pugna entre dos países imperialistas, una pugna entre dos países capitalistas, una pugna entre dos gobiernos explotadores, era una pugna entre dos gobiernos colonialistas, una pugna entre dos gobiernos que intentaban dominar los mercados, las materias primas y la economía de una parte considerable del mundo.”
“Nos diferenciamos de Estados Unidos en que Estados Unidos es un país que explota a otros pueblos, en que Estados Unidos es un país que se ha apoderado de una gran parte de los recursos naturales del mundo, y que hace trabajar en beneficio de su casta de millonarios a decenas y decenas de millones de trabajadores en todo el mundo.”
“¡Nosotros, con nuestra Revolución, no solo estamos erradicando la explotación de una nación por otra nación, sino también la explotación de unos hombres por otros hombres!”
“Estados Unidos constituye políticamente hoy un sistema de explotación de otras naciones por una nación, y un sistema de explotación del hombre por otros hombres.
“Por eso, la pugna entre Japón y Estados Unidos era una pugna entre sistemas similares; la pugna entre Estados Unidos y Cuba es una pugna de principios distintos, es decir, es una pugna entre los que carecen de todo principio humano y los que hemos enarbolado la defensa de los principios humanos.”
“Sin embargo, ¡cómo sirven estos hechos para comprender!, ¡cómo sirven estos hechos para enseñarnos las realidades del mundo!, ¡cómo sirven estos hechos para educar a nuestro pueblo! Son caras las lecciones, son dolorosas las lecciones, son sangrientas las lecciones, pero ¡cómo aprenden los pueblos con esos hechos!, ¡cómo aprende nuestro pueblo!, ¡cómo se educa y cómo se crece nuestro pueblo!”
“…por algo somos en estos instantes uno de los pueblos que más ha aprendido, en menos tiempo, en la historia del mundo.”
“¡Qué difícil era saber lo que pasaba en el mundo cuando a nuestro país no llegaban más noticias que las noticias norteamericanas! ¡Cuánto engaño inculcarían en nosotros y de cuántas mentiras nos harían víctima! Si alguno le quedara alguna duda, si alguno en este país de buena fe -y no hablo de la miserable gusanera, hablo de hombres y mujeres capaces de pensar honradamente, aunque no pensaran como nosotros-, si alguno le quedara alguna duda, si alguno creyera que quedara un ápice de honra en la política yanki, si alguno creyera que quedara un ápice de moral en la política yanki, si alguno creyera que quedara un átomo de vergüenza o de honradez o de justicia en la política yanki…”
“Si alguno en este país, que ha tenido el privilegio de ver convertirse a todo un pueblo en un pueblo de héroes y en un pueblo de hombres dignos y valientes; si alguno en este país, cuyo cúmulo de mérito, de heroísmo y de sacrificio crece por día, tuviese o albergase todavía alguna duda; si aquellos que no pensaran como nosotros creen que enarbolan o defienden una bandera honrada, creen que enarbolan o defienden una bandera justa, y por creer eso son proyankis y son defensores del gobierno de Estados Unidos; si alguno de buena fe quedara en nuestro país de esos, sirvan estos hechos [...] para que no les quede ya ninguna duda.
“En el día de ayer, como todo el mundo sabe, aviones de bombardeo divididos en tres grupos, a las 6:00 en punto de la mañana penetraron en el territorio nacional procedentes del extranjero y atacaron tres puntos del territorio nacional; en cada uno de esos puntos los hombres se defendieron heroicamente, en cada uno de esos puntos corrió la sangre valerosa de los defensores, en cada uno de esos puntos hubo miles y cuando no cientos y cientos de testigos de lo que allí ocurrió. Era, además, un hecho que se esperaba; era algo que todos los días se estaba esperando; era la culminación lógica de las quemas a los cañaverales, de los centenares de violaciones a nuestro espacio aéreo, de las incursiones aéreas piratas, de los ataques piratas a nuestras refinerías por embarcación que penetró en una madrugada; era la consecuencia de lo que todo el mundo sabe; era la consecuencia de los planes de agresión que se vienen fraguando por Estados Unidos en complicidad con gobiernos lacayos en América Central; era la consecuencia de las bases aéreas que todo el pueblo sabe y todo el mundo conoce, porque lo han publicado hasta los propios periódicos y agencias de noticias norteamericanas, y las propias agencias y los propios periódicos se han cansado de hablar de los ejércitos mercenarios que organizan, de los campos de aviación que tienen preparados, de los aviones que les había entregado el gobierno de Estados Unidos, de los instructores yankis, de las bases aéreas establecidas en territorio guatemalteco.”
“¿Creen ustedes que el mundo iba a enterarse del ataque a Cuba, creen ustedes que el mundo iba a enterarse de lo ocurrido, creen ustedes o concibieron ustedes que fuese posible intentar apagar en el mundo el eco de las bombas y los rockets criminales que tiraron ayer en nuestra patria?, ¿que eso se le habría ocurrido a alguien en el mundo?, ¿que alguien pudiese tratar de engañar al mundo entero, tratar de ocultarle la verdad al mundo entero, tratar de estafar al mundo entero? Pues bien, en el día de ayer no solo atacaron nuestra tierra, en ataque artero y criminal preparado, y que todo el mundo sabía, y con aviones yankis, y con bombas yankis, y con armas yankis, y con mercenarios pagados por la Agencia Central de Inteligencia yanki; no solamente hicieron eso, y no solamente destruyeron bienes nacionales, y no solamente destruyeron vidas de jóvenes, muchos de los cuales no habían cumplido todavía ni los 20 años, sino que además, además, el gobierno de Estados Unidos ha intentado en el día de ayer estafar al mundo. [...] de la manera más cínica y más desvergonzada que pudo concebirse jamás.”
“…lo que le dijeron al mundo, y lo que tal vez les han hecho creer a decenas y a decenas de millones de seres humanos, lo que publicaron ayer miles y miles de periódicos, lo que pronunciaron ayer miles y miles de estaciones de radio o de televisión, de lo que pasó en Cuba, de lo cual supo el mundo, o una gran parte del mundo, una parte considerable del mundo, a través de las agencias yankis.”
“‘Miami, abril 15. UPI. Pilotos cubanos que escaparon de la fuerza aérea de Fidel Castro, aterrizaron hoy en Florida con bombarderos de la Segunda Guerra Mundial tras haber volado instalaciones militares cubanas para vengar la traición de un cobarde entre ellos. Uno de los bombarderos B-26 de la fuerza aérea de Cuba aterrizó en el aeropuerto internacional de Miami, acribillado por el fuego de artillería antiaérea y de ametralladoras, y con solo uno de sus dos motores en funcionamiento. Otro descendió en la estación aérea de la marina en Cayo Hueso; un tercer bombardero aterrizó en otro país extranjero [...] Circulan versiones no confirmadas de que otro avión, otro aeroplano, se estrelló en el mar cerca de la isla Tortuga. De todos modos, la marina de Estados Unidos investiga el caso. Los pilotos que pidieron no se divulgaran su identidad descendieron de sus aviones vistiendo sus uniformes de maniobra, e inmediatamente solicitaron asilo en Estados Unidos’.”
“…’Edward Ahrens, director del Servicio de Inmigración de Miami, declaró que las solicitudes están a consideración. El aviador con bigotes que descendió en Miami expresó a los funcionarios de inmigración que él y otros tres pilotos de la fuerza aérea cubana tenían proyectado desde hacía meses escapar de la Cuba de Castro. Añadió que a causa de la traición de Galo fue que él y los otros dos resolvieron darle una lección con el bombardeo y ametrallamiento de las instalaciones de las bases aéreas en su camino hacia la libertad. Dijo que él había actuado sobre su propia base, la de San Antonio de los Baños, y que los otros pilotos atacaron otras. Este piloto se mostró dispuesto a conversar con los periodistas, pero inclinó la cabeza y se puso anteojos para el sol cuando los fotógrafos intentaron tomarle vistas.
“‘Explicó que -óigase bien qué tamaña mentira y qué cosa tan absurda-, que él y los otros pilotos habían dejado familia en Cuba y temía represalia de Castro contra sus parientes.’ Es decir que afirman que se robaron los aviones, que desertaron y que no dicen sus nombres para que no sepan cómo se llaman los que se robaron los aviones y los que desertaron. Y eran pilotos de la fuerza aérea, dicen ellos.”
“Cables de la AP:
“‘Miami, 15. AP -lo que le han dicho al mundo-, Miami 15, AP. Tres pilotos cubanos de bombarderos, temiendo ser traicionados en sus planes para escapar del gobierno de Fidel Castro, huyeron hoy a Estados Unidos después de ametrallar y bombardear los aeropuertos en Santiago y La Habana.
“‘Uno de los dos bombarderos bimotores, de la época de la Segunda Guerra Mundial, aterrizó en el aeropuerto internacional de Miami, con un teniente en los controles del avión. Refirió la forma en que él y otros tres de los 12 pilotos de aviones B-26, que son los que quedan en la fuerza aérea cubana, proyectaron durante meses huir de Cuba.
“‘El otro avión, con dos hombres a bordo, aterrizó en la estación aeronaval de Cayo Hueso. Los nombres de los pilotos fueron mantenidos en reserva. Las autoridades de inmigración pusieron en custodia a los cubanos y confiscaron los aviones’.”
“‘…vean ustedes a qué grado de cinismo llegan, [...] hasta qué punto son desvergonzados los funcionarios y dirigentes del imperialismo; [...] llegan a inventar hasta en detalles una leyenda truculenta que no la cree ni el gato, creo que ni la ‘gatica de María Ramos’. Dice el piloto -vean la historia que entrega a la publicidad, para revestir toda la noticia con detalles, para hacer el truco completo, con todos los detalles, vean la historia que inventan-:
“‘Soy uno de los 12 pilotos de aviones B-26 que permanecí en la fuerza aérea de Castro después de la deserción de Díaz Lanz, exjefe de la fuerza aérea cubana, y de las purgas que siguieron. Tres de mis compañeros pilotos y yo habíamos proyectado, durante meses, la forma de poder escapar de la Cuba de Castro. Antier me enteré de que uno de los tres, el teniente Alvaro Galo -hasta un nombre, toman el nombre de uno de los aviadores de las FAR, ponen un nombre; ¡a qué extremo llegan de cinismo y de desfachatez!-, antier me enteré de que uno de los tres, el teniente Alvaro Galo, quien es piloto de avión B-26, número FAR-915 -resulta que el piloto, precisamente, está en Santiago, da la casualidad que está destacado en Santiago-, había estado conversando con un agente de Ramiro Valdés, el jefe del G-2. Alerté a los otros dos, y decidimos entonces que probablemente Alvaro Galo, quien siempre había actuado algo así como un cobarde, nos había traicionado. Decidimos entonces tomar una acción inmediata. Ayer por la mañana me destacaron a la patrulla de rutina desde mi base, San Antonio de los Baños, sobre una sección de Pinar del Río, y alrededor de Isla de Pinos. Les avisé a mis amigos en el Campo Libertad, y ellos estuvieron de acuerdo en que debíamos actuar. Uno de ellos debía volar hacia Santiago; el otro presentó como excusa que deseaba revisar su altímetro; ellos iban a despegar del Campo Libertad a las 6:00 -en el Campo Libertad no había ningún avión B-26, había aviones con desperfectos. Yo estuve en el aire a las 6:05; debido a la traición de Alvaro Galo, habíamos convenido en darle una lección, de modo que volé de regreso a San Antonio, donde su avión está estacionado e hice dos pases de acribillamiento sobre su avión, y sobre tres más estacionados cerca. Al retirarme fui tocado por fuego de armas cortas, y entonces adopté una acción evasiva. Mis camaradas ya habían salido con anterioridad para atacar campos aéreos que habíamos convenido que deberían atacarse. Luego, debido a estar bajo de gasolina, tuve que entrar a Miami, debido a que no podía llegar a nuestro destino, que ya habíamos convenido. Puede ser que ellos se hayan dirigido a ametrallar otros campos antes de retirarse, tales como la playa de Baracoa, donde Fidel guarda su helicóptero’.
“Es decir que esto es lo que le han dicho al mundo. No solamente la UPI y la AP dan al mundo la noticia de que ‘aviones cubanos’, ‘que se fueron con los aviones y bombardearon’, sino que además distribuyen por el mundo esta historieta, ¿y qué creen ustedes que decenas de millones de personas han leído y han oído ayer en el mundo, publicado por miles y miles de periódicos distintos, estaciones de radio y televisión?, ¿qué creen ustedes que han dicho en Europa, en muchos sitios de América Latina, en muchas partes del mundo?
“No solamente han afirmado semejante cosa, sino que han hecho toda una historia completa, con detalles y nombres, de cómo fraguaron todo. En Hollywood nunca habían llegado a tanto.”
“‘México D.F., 15. AP. El bombardeo de bases cubanas por aviones cubanos desertores fue acogido aquí con muestras de agrado por la mayor parte de los diarios, que se unieron con los grupos de cubanos exilados para decir que el bombardeo era el comienzo de un movimiento de liberación del comunismo. El gobierno guardó silencio, en tanto que grupos de estudiantes izquierdistas y comunistas apoyaron la declaración del embajador cubano, José Antonio Portuondo, de que los ataques aéreos fueron ataques cobardes y desesperados de los imperialistas. Entre los cubanos exilados se notaba gran actividad. Una fuente cubana comentó que el nuevo gobierno cubano en el exilio se trasladará a Cuba a poco de la primera ola de invasión contra el régimen cubano de Fidel Castro, para establecer un gobierno provisional, que se espera sea reconocido rápidamente por muchos países latinoamericanos anticastristas’.”
“Ambas agencias dan a la publicidad la siguiente noticia:
“‘Una declaración entregada por el doctor Miró Cardona -esto es de AP y de UPI-: un heroico golpe en favor de la libertad cubana fue asestado esta mañana por cierto número de oficiales de la fuerza aérea cubana. Antes de volar con sus aviones a la libertad, estos verdaderos revolucionarios trataron de destruir el mayor número posible de aviones militares de Castro. El Consejo Revolucionario se enorgullece de anunciar que sus planes fueron realizados con éxito, y que el consejo ha tenido contacto con ellos y ha estimulado a esos valientes pilotos. Su acción es otro ejemplo de la desesperación que a los patriotas de todas las capas sociales pueden ser arrastradas bajo la implacable tiranía de Castro. Mientras Castro y sus partidarios tratan de convencer al mundo -oigan bien-, mientras Castro y sus partidarios tratan de convencer al mundo de que Cuba ha sido amenazada de invasión desde el extranjero, este golpe en favor de la libertad, como otros anteriores, fue asestado por cubanos residentes en Cuba que se decidieron a luchar contra la tiranía y la opresión o morir en el intento. Por razones de seguridad no se darán a conocer más detalles’.
“Miró Cardona era precisamente el jefe del gobierno provisional que Estados Unidos tenía junto a un avión con las maletas listas para aterrizar en Playa Girón tan pronto la cabeza de playa estuviese asegurada.”
El miliciano Eduardo García Delgado, víctima del criminal bombardeo del 15 de abril de 1961, escribió con su sangre el nombre de Fidel
El miliciano Eduardo García Delgado, víctima del criminal bombardeo del 15 de abril de 1961, escribió con su sangre el nombre de Fidel
“…no termina ahí; ahora vamos a acabar de desenmascarar a ese farsante que tiene el imperialismo allí en la ONU, y que posó de hombre ilustre, liberal, de izquierda, etcétera, etcétera, el señor Adlai Stevenson [...]. Sigue la estafa, es decir que sigue la estafa al mundo: ya la UPI, la AP, han regado la historieta, miles de periódicos y ellos mismos lo publican, que los principales periódicos acogieron con agrado la noticia de la deserción de esos pilotos.
“El cúmulo de mentiras no era todavía suficiente.”
“‘El embajador norteamericano Adlai Stevenson rechazó las afirmaciones de Roa y reiteró la declaración del presidente John F. Kennedy de que bajo ninguna circunstancia -repito-, en ninguna circunstancia habrá intervención de las fuerzas armadas de Estados Unidos en Cuba. Stevenson mostró a la comisión fotografías de United Press International, que muestran dos aviones que aterrizaron hoy en Florida después de haber participado en la incursión contra tres ciudades cubanas’.”
“‘Tiene la marca de la fuerza aérea de Castro en su cola -expresó, señalando una de ellas-; tiene la estrella y las iniciales cubanas; son claramente visibles. Con gusto exhibiré esta foto. Stevenson añadió que los dos aviones en cuestión estaban piloteados por oficiales de la fuerza aérea cubana, y tripulados por hombres que desertaron del régimen de Castro. Ningún personal de Estados Unidos participó en el incidente de hoy, y no fueron de Estados Unidos los aeroplanos -recalcó-, fueron aviones del propio Castro que despegaron de sus propios campos.
“‘El ministro cubano dijo que ‘las incursiones de esta madrugada indudablemente son el prólogo de una tentativa de invasión en gran escala, organizada, abastecida y financiada por Washington. El gobierno de Cuba, dijo Roa, acusa solemnemente al gobierno de Estados Unidos ante esta comisión y ante la opinión pública del mundo de intentar emplear la fuerza para zanjar sus diferencias con los estados miembros”.
“Aquí tenemos, como pocas veces ha tenido ningún pueblo, la oportunidad de conocer por dentro, y por fuera, y por los costados, y por abajo, y por arriba, qué es el imperialismo; [...] cómo funciona todo su aparato financiero, publicitario, político, mercenario, cuerpos secretos, funcionarios, que con tanta tranquilidad, que de manera tan inaudita estafan al mundo.”
“Es decir que organizan el ataque, preparan el ataque, entrenan a los mercenarios, les entregan aviones, les entregan bombas, preparan los aeropuertos, lo sabe todo el mundo, ocurre el ataque, y afirman, tranquilamente, ante ese mundo - ¡un mundo que saben se levantaría indignado ante una violación tan monstruosa, tan cobarde, [...] de los derechos de los pueblos, y de la paz!
“Y estos miserables imperialistas, después de sembrar el luto en más de media docena de hogares, después de asesinar a un puñado de jóvenes, que no eran millonarios, ¡porque esos que hemos venido a enterrar no son millonarios parasitarios, no son mercenarios vendidos al oro de ningún extranjero, no son ladrones, son hijos entrañables de nuestro pueblo!; jóvenes obreros, hijos de familias humildes, que no le roban a nadie, que no explotan a nadie, que no viven del sudor, ni del trabajo de nadie, y que tienen derecho a la vida más que los millonarios, ¡y que tienen derecho a la vida, más que los parásitos! [...] Porque no viven del trabajo de los demás, como los millonarios yankis; no viven del oro extranjero, como los mercenarios, gusanos vendidos al imperialismo; no viven del vicio, no viven del robo; y tienen derecho a que se respete su vida, ¡y ningún miserable millonario imperialista tiene derecho a mandar aviones, ni bombas, ni cohetes, para destruir esas vidas jóvenes y queridas de la patria!”
“…los que estén de acuerdo con semejante crimen, los que estén de acuerdo con semejante salvajada, los que se venden miserablemente y apoyan las actividades de esos criminales, los que conspiran contra la patria, en la calle, en las iglesias, en las escuelas, en dondequiera, ¡merecen que la Revolución los trate como se merecen!”
“El imperialismo proyecta el crimen, organiza el crimen, arma a los criminales, entrena a los criminales, paga a los criminales, vienen los criminales y asesinan a siete hijos de obreros, aterrizan tranquilamente en Estados Unidos, y, aun cuando el mundo entero sabía sus andanzas, declaran entonces que eran pilotos cubanos, preparan la historieta truculenta y novelesca, la riegan por todo el mundo, la publican en todos los periódicos, estaciones de radio y televisión…”
“¿Queda algún cubano honesto que no comprenda?, ¿queda algún cubano honesto que lo dude? [...] que vayan allí y comprueben por sí mismo si hay una sola verdad en lo que han dicho; que comprueben allí cómo reaccionarios, imperialistas y clero farsante engañan y estafan al mundo, cómo engañan y estafan a los pueblos, y cómo es hora de que los pueblos se sacudan de la explotación, del engaño y de la estafa de los imperialistas y de cuanto farsante hay en el mundo, ¡cueste lo que cueste zafarse de ese yugo!”
“…concibo que el señor presidente de Estados Unidos tenga aunque sea un átomo de pudor, y si el señor presidente de Estados Unidos tiene un átomo de pudor, el Gobierno Revolucionario de Cuba lo emplaza ante el mundo [...] ¡a que presente ante las Naciones Unidas los pilotos y los aviones que dice que salieron del territorio nacional!”
“…Cuba demandará ante las Naciones Unidas que sean presentados allí los aviones y los pilotos que dicen desertaron de la fuerza aérea…”
“…¿por qué no los presentan? Naturalmente que el señor Presidente de Estados Unidos tendría derecho a que no lo llamaran mentiroso. [...] ¿quiere el señor Presidente de Estados Unidos que nadie tenga derecho a llamarlo mentiroso?, ¡presente ante las Naciones Unidas los dos pilotos…!”
“…si el Presidente de Estados Unidos no presenta ante las Naciones Unidas esos pilotos, para demostrar [...] que esos pilotos estaban aquí y desertaron de aquí, entonces no solo el Gobierno Revolucionario cubano, sino todo el mundo, tendrá derecho a llamarlo ¡mentiroso!”
“…al gobierno imperialista de Estados Unidos no le quedará más remedio que confesar que los aviones eran suyos, que las bombas eran suyas, que las balas eran suyas, que los mercenarios fueron organizados, entrenados y pagados por él, que las bases estaban en Guatemala, y que de allí partieron a atacar nuestro territorio, y que los que no fueron derribados fueron allí a salvarse en las costas de Estados Unidos donde han recibido albergue.”
“… ¿cómo puede el gobierno de Estados Unidos mantener esa mentira?”
“…no estamos en la época de la diligencia, estamos en la época del radio, y las verdades de un país se pueden llevar muy lejos.”
“…lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba.”
“…lo que no pueden perdonarnos, [...] es que hayamos hecho una Revolución socialista…”
“¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con esos fusiles!; ¡y que esa Revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores!”
“…esa Revolución no la defendemos con mercenarios; esa Revolución la defendemos con los hombres y las mujeres del pueblo.”
“… ¿Acaso las armas las tiene el mercenario? ¿Acaso las armas las tiene el millonario? Porque mercenario y millonario son la misma cosa. ¿Acaso las armas las tienen los hijitos de los ricos? ¿Acaso las armas las tienen los mayorales? ¿Quién tiene las armas? ¿Qué manos son esas que levantan esas armas? [...] ¿Son manos de ricos? ¿Son manos de explotadores? ¿Qué manos son esas que levantan esas armas? ¿No son manos obreras? ¿No son manos campesinas? ¿No son manos endurecidas por el trabajo? ¿No son manos creadoras? ¿No son manos humildes del pueblo? ¿Y cuál es la mayoría del pueblo?, ¿los millonarios o los obreros?, ¿los explotadores o los explotados?, ¿los privilegiados o los humildes?…”
“Compañeros obreros y campesinos, esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida.
“Obreros y campesinos, hombres y mujeres humildes de la patria ¿juran defender hasta la última gota de sangre esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes?
“Compañeros obreros y campesinos de la patria, el ataque de ayer fue el preludio de la agresión de los mercenarios, el ataque de ayer que costó siete vidas heroicas, tuvo el propósito de destruir nuestros aviones en tierra, mas fracasaron, solo destruyeron tres aviones, y el grueso de los aviones enemigos fue averiado o abatido. Aquí, frente a la tumba de los compañeros caídos; aquí, junto a los restos de los jóvenes heroicos, hijos de obreros e hijos de familias humildes, reafirmemos nuestra decisión, de que al igual que ellos pusieron su pecho a las balas, al igual que ellos dieron su vida, vengan cuando vengan los mercenarios, todos nosotros, orgullosos de nuestra Revolución, orgullosos de defender esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, no vacilaremos, frente a quienes sean, en defenderla hasta nuestra última gota de sangre.”
El final de aquel discurso fue, sin duda, una encendida arenga de respuestas y preguntas revolucionarias. Al final, di vivas a la clase obrera, a los campesinos, a los humildes, a la Revolución Socialista, a los mártires de la Patria, y finalicé con “¡Patria o Muerte!” que se hizo habitual desde que dimos sepultura a los caídos hacía más de un año en la explosión de La Coubre.
Lo que nadie sabía es que, mientras yo hablaba ya casi de noche y próximo a finalizar el discurso, un compañero de la escolta se acercó a mí y me comunicó que el enemigo estaba desembarcando por las proximidades de la bahía de Cabañas, al Oeste de La Habana.
El desembarco era absolutamente lógico y esperado, después del ataque para destruir nuestra pequeña fuerza aérea al amanecer del día anterior. Hice entonces lo que nunca hice antes al finalizar un discurso. Después de la habitual frase de ¡Patria o Muerte! continué hablando brevemente. En realidad procedí a darle instrucciones a los combatientes.
Tras los aplausos finales, dije textualmente: “Al combate… Vamos a cantar el Himno Nacional, compañeros.” (Los presentes entonan el Himno Nacional).
“Compañeros, todas las unidades deben dirigirse hacia la sede de sus respectivos batallones, en vista de la movilización ordenada para mantener el país en estado de alerta ante la inminencia que se deduce de todos los hechos de las últimas semanas y del cobarde ataque de ayer, de la agresión de los mercenarios. Marchemos a las Casas de los Milicianos, formemos los batallones y dispongámonos a salirle al frente al enemigo, con el Himno Nacional, con las estrofas del himno patriótico, con el grito de ‘al combate’, con la convicción de que ‘morir por la patria es vivir’ y que ‘en cadenas vivir es vivir en afrentas y oprobios sumidos’.
“Marchemos a nuestros respectivos batallones y allí esperen órdenes, compañeros.”
fidel-el-16-de-abril-de-19611
Después del acto me trasladé al “Punto Uno”, nombre en clave del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, para conocer la situación.
No se había producido desembarco alguno, era un simulacro instrumentado por la Marina de Estados Unidos. Se revisó la situación y se dieron instrucciones.
Después, me retiré alrededor de las 12 de la noche. Persuadido de que el enemigo estaba a punto de actuar, decidí ganar unas horas al sueño.
Roxana Rodríguez, fallecida hace unos días, esposa del entonces director del Plan de Desarrollo de la Ciénaga de Zapata, Abraham Maciques, testimonió que ella llamó a Celia para comunicarle que el teniente Antelo Fernández, jefe de la unidad militar de Jagüey Grande, le había informado de un desembarco por Playa Larga, y se escuchaban fuertes disparos de ametralladoras y cañonazos en aquel punto.
En una nota transmitida por Celia al “Punto Uno”, afirma que tuvo comunicación con el Central Australia y pudo comprobar que estaban atacando Playa Girón y Playa Larga.
La nota del Puesto de Mando señala las 03:29 del 17 de abril de 1961.
Revisando mis propias palabras en el programa televisivo Universidad Popular, es decir, tres días después de la victoria, hablé de las 03:15 como la hora en que recibí la noticia. Celia realmente no perdía un minuto ante cualquier situación.
Desde ese momento ocurrieron acontecimientos difíciles de creer. Sobre ellos escribo una síntesis a partir de la cual se podría indagar la historia detallada y objetiva de los hechos que alguien con tiempo, salud y energía suficiente, podría reconstruir.
Lo importante es la esencia, que nunca debe ser alterada. Los detalles son de especial significación para los historiadores más rigurosos. En este caso, mi interés se relaciona con el deseo de que nuestra juventud tenga acceso a los acontecimientos ocurridos en aquellos años decisivos, que conozca la contienda en la que sus antecesores arriesgaron su existencia por la Revolución y por la inmensa riqueza cultural que hoy poseen nuestros jóvenes, y a los cuales corresponde seguir defendiéndola.
“¡Patria es humanidad!”
Como expliqué al programa Universidad Popular “…me comunican y le comunican a los demás compañeros que se estaba combatiendo en Playa Girón y Playa Larga, donde el enemigo había desembarcado…”.
“Mandamos a comprobar, a ratificar. En estas cosas siempre hay que tener la seguridad, porque luego llegan las noticias de que hay barcos por tal punto, hay barcos por otro punto [...] el hecho es que ya, de una manera cierta, total, y con los primeros heridos de los combates, llega la noticia de que una fuerza invasora está cañoneando fuertemente con bazucas, con cañones sin retroceso, y con ametralladoras 50 y con cañones de barcos. Están atacando a Playa Girón y Playa Larga en la Ciénaga de Zapata. Ya no había la menor duda de que efectivamente estaba produciéndose un desembarco por aquel punto, y que aquel desembarco venía fuertemente apoyado por armas pesadas.”
“Las microondas de Playa Girón y Playa Larga estuvieron comunicando el resultado del ataque [...] hasta el mismo momento en que como consecuencia del ataque mismo dejaron de funcionar [...] y de tres a cuatro de la mañana ya no hay más noticias de Playa Larga y de Playa Girón.”
“La península de Zapata tiene estas características: este pedazo de tierra firme a la orilla de la costa [...] tierra firme rocosa y de monte [...] Pero por el norte de este pedazo de tierra firme hay una zona de ciénaga absolutamente intransitable.”
“Antes no existía la menor comunicación [...] un ferrocarril de vía estrecha era la única comunicación que tenían los campesinos en esa zona.”
“Había doscientos maestros en la zona de la Ciénaga de Zapata, alfabetizando, en el momento que se produce la invasión.”
“Era uno de los lugares pilotos de la Campaña de Alfabetización. Todos estos pueblos -Jagüey Grande, Covadonga, Australia-, [...] no tenían acceso al mar, eran ciénaga exclusivamente. Ahora toda esa gente tiene playa. A Playa Larga y Playa Girón van miles de personas los domingos, aún cuando no están terminadas.”
“Hay [...] trescientos hijos de campesinos de la ciénaga que están en La Habana estudiando cerámica, curtido de pieles, mecánica, carpintería.”
“Se había convertido la Ciénaga de Zapata en un lugar de los más concurridos y de los más visitados.”
En julio de 1976 comenté al cineasta de la televisión sueca, Gaetano Pagano:
“Ellos desembarcaron por un lugar donde podían sostenerse un tiempo, porque era un lugar muy difícil de recuperar, puesto que las carreteras de acceso tienen que atravesar varios kilómetros de ciénaga, intransitable, se convertía en una especie de Paso de las Termópilas.”
batalla
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La costa de Playa Larga, que pretendían ocupar los mercenarios, está ubicada a una distancia de 29 kilómetros del pequeño central Australia. De Playa Larga a Girón, por carretera muy próxima al mar, son 39 kilómetros, para un total de 68 kilómetros entre Australia y Playa Girón. Al Norte de Girón, a 11 kilómetros, está Cayo Ramona, que no está rodeado de mar; es un espacio de tierra firme rodeado de ciénaga. A 14 kilómetros de Girón, está San Blas; a 30 kilómetros, está Covadonga; 36 kilómetros hacia el nordeste se encuentra Horquita; y a 44 kilómetros, Yaguaramas.
En la Sierra Maestra yo no tenía escolta de seguridad, ni la necesitaba. Marchaba con la tropa y cuando me movía de un punto a otro era acompañado por personas que me ayudaban en diversas tareas. Los responsables de armas, servicios de salud, abastecimientos y transporte, se movían en sus respectivas tareas, hasta el final de la guerra. Celia se ocupaba de la logística del pequeño grupo que me acompañaba, y de los combatientes de la Columna 1.
Cuando el colapso de la tiranía, me movía hacia la capital con una fuerza de la Columna 1 y los tanques, la artillería y dos mil soldados de las tropas élites -derrotadas en la contraofensiva y la ofensiva rebelde ya narradas en los textos correspondientes-, se unieron a nosotros, que curábamos a los soldados heridos en combate y respetábamos a los prisioneros sin una sola excepción. Los llevaba conmigo porque la situación en la Capital no estaba todavía bien definida. Camilo y Che recibieron instrucciones de avanzar rápidamente por la Carretera Central y ocupar el Campamento de Columbia y la Cabaña, respectivamente. Tuve entonces, por primera vez, una escolta de combatientes seleccionados por Raúl de las fuerzas del Segundo Frente Oriental Frank País.
Fueron excelentes, y me acompañaron durante más de dos años. Luego marcharon a otras tareas importantes de la Revolución.
Ramiro Valdés y Camilo Cienfuegos en la Sierra Maestra
Ramiro Valdés y Camilo Cienfuegos en la Sierra Maestra
La seguridad pasó a ser tarea del Ministerio del Interior, bajo la dirección del compañero Ramiro Valdés y sus asesores. Ramiro fue combatiente del Mocada, del Granma, e invasor junto al Che. Nunca objeté a ninguna de las personas escogidas. Eran, como norma, jóvenes procedentes de humildes familias campesinas y obreras de conocidas ideas de izquierda.
Como se sabe, en nuestro país había un caos ideológico sembrado por los yankis, que dominaban más por la mentira y la ignorancia que por la fuerza.
Los nuevos compañeros de la escolta recibían cursos rápidos de entrenamiento para su tarea y eran, por lo general, valientes y decididos, pero no tenían experiencia combativa alguna.
Eso no me preocupaba mucho. Me importaban sobre todo las cualidades personales de cada uno de ellos. Entre otras cosas, que manejaran bien las armas y los carros. Todos teníamos muchas cosas que aprender.
Les voy a contar lo que uno de ellos textualmente dijo, y consta por escrito en un testimonio suyo, sobre lo ocurrido la madrugada del 17 de abril cuando llegó la noticia del desembarco:
“Yo estaba de guardia en el pasillo frente a la escalera y recuerdo que cerca de la madrugada comenzó un movimiento anormal en el piso. De pronto el Comandante se levantó y empezó a pedir llamadas telefónicas a distintos jefes militares. Mientras se comunicaban, daba constantes paseos de un lado al otro y decía: ‘Ya desembarcaron y por donde me lo suponía. Pero no importa: ¡Vamos a aplastarlos!’ [...] ‘¡Vámonos!’ Yo pensé: ¡Ahora sí se jodió esto, los americanos están desembarcando y este hombre se ha vuelto loco! Salimos rápido para el Punto Uno.”
Playa Girón
Playa Girón
Bienvenido estaba realmente asustado ese día.
En el “Punto Uno” estaban reunidos, en la madrugada del 17 de abril, el comandante Sergio del Valle Jiménez, jefe del Estado Mayor; el capitán Flavio Bravo Pardo; los jefes de sectores de la defensa de La Habana: comandante Filiberto Olivera Moya, capitán Emilio Aragonés Navarro, capitán Osmany Cienfuegos Gorriarán, capitán Rogelio Acevedo González, el capitán Raúl Curbelo Morales, que sería nombrado jefe de la Fuerza Aérea Revolucionaria, y el capitán Sidroc Ramos Palacios, entre otros. Ya me comunicaba con distintos jefes.
Debo señalar que durante la batalla de Girón taquígrafos de primera calidad se turnaron en el “Punto Uno” anotando con asombrosa precisión cada conversación que yo sostenía con los diversos Puntos, y también las del Puesto de Mando Central con cualquier jefe de la zona de operaciones. Aquí transcribo muchas de esas comunicaciones que marcan el desarrollo de la batalla con el mínimo de explicaciones, que elaboro solo cuando resultan imprescindible. Si algo no está claro lo complemento; muchas veces suprimo palabras gruesas y solo las transcribo cuando sirven para ofrecer una idea del ardor que experimentábamos.

NOTAS Y ÓRDENES EMITIDAS DESDE EL PUNTO UNO:

“03:30 horas. El Comandante Sergio Del Valle (comandante del Ejército Rebelde y jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias) le comunica a la Escuela de Responsables de Milicias de Matanzas que se encuentren listos como para salir de operaciones inclusive hasta los camiones.
“03:35 hrs. El Comandante Fidel Castro le comunica al capitán (del Ejército Rebelde) Osmany Cienfuegos Gorriarán que tenga listos a todos los batallones de su sector en los camiones para salir de operaciones.
“03:36 hrs. Confirmado desembarco en Playa Larga. El batallón 339 de Milicias - que está en el central Australia- que avance hasta Playa Larga urgentemente. El batallón de Milicias de Matanzas que avance urgentemente hacia Jovellanos.”
El batallón 339 de Cienfuegos debía estar posesionado en Girón y Playa Larga, de acuerdo a instrucciones que yo personalmente transmití con tiempo suficiente antes del desembarco enemigo. En un testimonio emitido hace muchos años, el 17 de marzo de 1986, 24 años después, Abraham Maciques, director del Plan de Desarrollo de la Península de la Ciénaga de Zapata, afirmó: “Una semana antes del desembarco, el Comandante estuvo en la zona de Girón. Recorrió el malecón, aeropuerto, las obras turísticas, en compañía del comandante Guillermo García y otros oficiales. Comentó que si él fuera a realizar un desembarco lo haría por esta zona, porque tenía dos accesos de salida y otras condiciones. Dio instrucciones de que pusieran ametralladoras cuatro bocas en el aeropuerto y una ametralladora calibre 50 en el tanque de agua de Girón. Mandó mil fusiles checos M-52 para las milicias. Le indicó al comandante Juan Almeida que trasladara al batallón 339 de Cienfuegos hacia esa zona. Estas orientaciones no se concretaron porque a los pocos días vino la invasión.”
Almeida envió el batallón. Por alguna confusión, el batallón tenía un pelotón en Playa Larga. De haber estado desplegado en Girón y Playa Larga, y no en el central Australia, a 68 y 29 kilómetros respectivamente, las consecuencias habrían sido considerables para los invasores que ya estaban navegando hacia tales puntos.
La instrucción que di a las 03:36 de la madrugada, para que esa unidad se moviera en horas de la noche para apoyar a los hombres que resistían en Playa Larga, era lo que debía hacerse. Dar esa instrucción en pleno día, cuando los paracaidistas enemigos habían sido lanzados, no hubiera sido correcto. Fue alrededor de las 6 y 30 de la mañana, es decir 3 horas después, cuando el enemigo lanzó el batallón de paracaidistas para ocupar las vías de acceso a través de la ciénaga. Como era lógico, los B-26 enemigos, entre los cuales estaban los pilotos batistianos que tantas bombas lanzaron sobre nosotros en la Sierra Maestra, les dieron apoyo aéreo a los paracaidistas que descendieron sobre Pálpite, donde no podían llegar a esa hora las antiaéreas que debían participar en el contraataque.
Civiles ametrallados por los mercenarios
Civiles ametrallados por los mercenarios
Esta es una importante observación para comprender los acontecimientos ulteriores.
“03:55 hrs. Se le informe al Comandante Jefe FAR (Fuerza Aérea Revolucionaria) mantenga listos dos Sea Fury y un B-26 con toda su carga lista. Julio. (capitán Flavio Bravo Pardo).
“04:06 hrs. Ordena Fidel al Jefe FAR tener los aviones listos, organizar dos escuadrillas dos Sea Fury y un B-26.
“04:45 hrs. Ordena Fidel a Silva (capitán del Ejército Rebelde y piloto de combate Luis Alfonso Silva Tablada) de Base San Antonio de los Baños cumplir misión. Dos Sea Fury y dos B-26; un chorro (avión T-33 de retropropulsión a chorro de fabricación norteamericana), debe estar listo a despegar para defender la Base. Silva a los otros aviones con cohetes y metralla, atacar cabeza de playa en Playa Larga y Punta Perdiz [...] Despegar a las 05:20 horas, atacar primero barcos y después regresar a La Habana para informar. Chorro listo para defender la base, también las antiaéreas [...] Hay también en Punta Perdiz (muy próximo a Girón), pero interesa más ahora Playa Larga.”
La base aérea de San Antonio de los Baños está a 149 kilómetros y 600 metros de Playa Larga, y a 176 kilómetros y 800 metros de Playa Girón; era cuestión de minutos.
“04:48 hrs. Mover otro batallón para Matanzas, importante ocupar todos los puentes por La Habana y Matanzas y dejar cuatro (batallones) de reserva en Kukine.
“05:10 hrs. Llamada del Comandante Fidel a Silva, en Base de San Antonio de los Baños para ratificar orden anterior, es la siguiente: Se asegura que han tomado Playa Girón y no Playa Larga como se había informado, avanzan fuerzas considerables de enemigos, éste se encuentra situado a la entrada de la Bahía de Cochinos, hacia el este, allí se encuentra un pueblo construido por nosotros (Girón), hay también un campo de aviación y pista. Silva, imagina una herradura con su centro hacia el norte, dos puntas hacia el sur; mirar el extremo sur derecho, más o menos por allí está ese punto: Girón, tienes que observar si hay aviones en el aeropuerto, si hay tírales, y si no atacar a los barcos si están en aguas jurisdiccionales, primer objetivo avión, segundo barcos, observa si hay movimiento de camiones muy cerca de Girón, cualquier camión que tú veas entre Girón y Playa Larga, 2 kilómetros partiendo de Girón a Playa Larga, todo lo que esté en ese término, ataca. Así que los objetivos a seguir son los siguientes:
“Primer objetivo: atacar con todo al aeropuerto, si hay allí aviones.
“Segundo objetivo: atacar a los barcos.
“Tercer objetivo: observar si hay movimientos de camiones muy cerca de Girón, si es positivo, atacarlo también, así como al personal.
“Si se ven maniobras de barcos y personal meterle a los barcos y después a la gente. Coger por sureste a Bahía de Cochinos, el avión debe partir a las 05:20 horas.” (Es decir, antes del amanecer)
“05:45 hrs. Comandante Del Valle efectuó llamada a Base San Antonio al comandante Raúl Guerra Bermejo, Maro (jefe de la Fuerza Aérea Revolucionaria), para informar que se ha mandado para allá al Ministro Curbelo para tratar el asunto del aire, que se coordinen entre tú y él, ya que él está por encima, comprendiendo civil y militar.”
“A las 05:50 horas del 17. Avisados Olivera y Acevedo por orden del comandante Del Valle para movilizar a todo el personal sin utilizar radio y lo tenga todo preparado para recibir órdenes. Se le informó del desembarco y como está ocurriendo. Por teniente Crabb.
“Todo listo en Managua esperando órdenes de Fidel.”
“06:00 hrs. Fidel llama a San Antonio de los Baños investigando si no le habían informado de que había tres B-26 listos. Tengan listos los B-26 y el chorro con cohetes y bombas, esto para cuando regresen los demás, y que haya uno siempre vigilando la Base, que si tienen comunicación con los aviones, y a la vez que nos den informe. En veinticinco minutos están sobre el objetivo.
“06:30 hrs. Interesa Fidel a las FAR para saber sobre los aviones listos para atacar, que vaya el Jefe FAR al mando del Sea Fury y un chorro para atacar a Playa Larga, y más atrás un B-26, al llegar los que salieron anteriormente que informen enseguida y que preparen y salgan de inmediato. Cumplir esas órdenes inmediatamente.
“06:33 hrs. Se le informa a la Base de San Antonio comunique a nuestros aviones que al volar sobre Australia informen anteriormente, porque hay orden de disparar.
“06:34 hrs. Curbelo de la FAR le comunica a Fidel que sobre las prisiones de Isla de Pinos vuelan aviones enemigos. Los aviones nuestros hicieron fuego contra los barcos en Playa Larga. Meterle a los barcos y a la playa, a Playa Larga, un Sea Fury y un B-26. El compañero Leyva va de jefe de la escuadrilla. Ir, descargar y regresar.”
“A las 06:35 horas. Orden de Fidel: Antitanque hacia Aguada de Pasajeros dos baterías. Las que salieron a Matanzas que sigan hacia Aguada. Dos baterías antitanques más hacia Matanzas.
“06:40 hrs. Ordena Fidel el chorro que esté listo, hay aviones que se dirigen hacia esa, también preparar las antiaéreas, el chorro que esté listo, otro avión para defender la Base. El Sea Fury que salga hacia el objetivo y el chorro mantenerlo en el aire o en la pista, listo para atacar, la artillería (antiaérea) lista a repeler la agresión conjuntamente con el avión.”
“A las 06:46. Salió otra escuadrilla hacia allá. (Girón).
“A las 06:46. Isla de Pinos: cuatro aviones enemigos atacaron Isla de Pinos y se le está haciendo fuego.”
“07:20 hrs. Silva informa a Fidel: ¿Qué hiciste? Rompiste. ¿Y al barco no le han tirado? ¿Y al barco no lo atacaron? ¿Y el Sea Fury al barco? ¿Lo hundieron? ¿Sobre Girón qué hiciste? A una lancha, no la hundiste. Los viste nadando. Vuelvan otra vez y métanle mano, sí, sí. ¿Y qué le hicieron? Vuelvan otra vez a Playa Girón, ataquen el barco y húndanlo, tírenle a los de Girón que los otros fueron para Playa Larga. Vuelvan ustedes para Playa Girón y hundan todos los barcos que hay allí.
“07:25 hrs. Comandante Del Valle solicita a Curbelo: Fidel pregunta si regresaron los Sea Fury. Oye, dime, sí, sí, sí, dime, está bien, que estén atentos a esos aviones también, los demás que ataquen a Girón y no podemos dejar que se escapen esos barcos, muy bien, muy bien.”
“08:08 hrs. A Pepín Álvarez Bravo. (José A. Álvarez Bravojefe de Artillería Antiaérea) ¿Cuántas baterías te quedan? ¿Y en los almacenes? Moviliza las seis baterías y deja una de guardia, que vamos a resistir. Tú al mando de las baterías. No, tienes que irlas moviendo para apoyar la artillería y los tanques. La bronca es de artillería y de tanques. Bien, ¡Patria o Muerte!
“08:13 hrs. ¿Quién habla? Llame a Almeida o a Angelito. (Ángel Martínez ex teniente coronel del Ejército Republicano Español y asesor militar del comandante Almeida en el Ejército del Centro) ¿Angelito? Deben mandar algunas fuerzas por Juraguá, hacia Jovellanos. Que avance hacia Jovellanos, para que vaya avanzando a lo largo de la costa. ¡Muy bien! ¿Ellos?, ¿Desde dónde? Pero, ¿por dónde pueden avanzar, por dónde? ¿Han avanzado? Bueno, salgan a combatir a esos paracaidistas aislados, que esos están condenados a morir; ¡los paracaidistas de Horquita están condenados a morir! Empleen contra ellos la fuerza que tienen de milicianos.”
Era la primera noticia que recibía sobre el lanzamiento de paracaidistas enemigos.
“¿Almeida? Avanzar algunas fuerzas por Jovellanos, para que combatan en la costa. Filiberto (Comandante del Ejército Rebelde Filiberto Olivera Moya) va a avanzar por Girón, y el batallón que tú mandaste con Tomassevich (Comandante del Ejército Rebelde Raúl Menéndez Tomassevich, jefe del Estado Mayor del Ejército del Centro). Entonces, esa gente debe avanzar hacia Girón, desde Juraguá. Que sea una compañía que vaya avanzando, y que no deje escapar al enemigo.”
Milicianos al frente. Abril de 1961
Milicianos al frente. Abril de 1961
“08:20 hrs. A Del Valle (personalmente). Ordena a Pedrito Miret que movilice por lo menos doce cañones de los 122 mm con personal de estudiantes universitarios en dirección al central Australia, para irlos emplazando a lo largo de la costa.
“Hay que preparar la defensa antiaérea. Dos Sea Fury en la pista antiaérea, para defender el aire contra los B-26. Que estén listos para mañana. Estos aviones llegan esta tarde, rápido, estos deben darle protección a las fuerzas nuestras. Hoy vamos a hundir barcos, mañana vamos a tumbar aviones.”
“08:21 El Che llama a Fidel (desde Pinar del Río): ¿Qué hay? ¿De qué tipo de morteros, Che? ¿De qué morteros? Ese personal lo estamos entrenando en Baracoa, ¿quieres que te lo mandemos? Bueno, yo voy a hablar con esta gente para que te lo manden, y voy a hablar con Universo para que te mande personal de Pinar del Río para allá. OK. ¿Para dónde te lo mando? Bueno, eso hay que conseguirlo por ahí. [...] yo lo mando para Artemisa [...] los mejores, pero eso no es fácil, conseguir transporte ahora, porque están con la batería. Bueno. Se está combatiendo ya de verdad. ¡Venceremos!
“A las 08:22 horas. A Universo Sánchez que el personal de Pinar del Río de baterías antitanques, y Toranzo (capitán del Ejército Rebelde Mario Toranzo Ricardo) envíe morteros 120 al Che.
“08:23 horas. A Universo Sánchez. Che tiene seis baterías de cañones sin personal. Yo recomiendo que tú, del personal mejor instruido de Pinar del Río, lo mandes para allá [...] Los cañones están allá. Ellos saben mucho ya, por lo menos, si no saben mucho saben algo.”
“08:26 hrs. A Curbelo - FAR. [...] vamos a tumbar aviones, pero hoy vamos a hundir barcos. ¡Hundan barcos! ¡Hunde barcos, coño, tienes que hundir muchos barcos! ¡Para el carajo, fuego con ellos!”
Continúo dando instrucciones a ese ritmo desde las 03:30 horas.
“08:42 hrs. A Osmany. (Personalmente). A Kico (capitán del Ejército Rebelde Enrique González) que mande repuestos de balas para tanques y repuestos para los tanques.
“08:45 hrs. A Osmany. (Personalmente). La orden a Curbelo es destruir los barcos, ¡destruir los barcos!
“08:46 hrs. A Osmany. Vamos a contar. Uno Filiberto, dos Jovellanos, son tres, uno en Matanzas, cuatro. ¿Cuántos nos quedan en La Habana? (Osmany informa que quedan treinta y cuatro batallones). Yo mandaría cuatro más: uno a Jagüey Grande. ¿Tú sabes por qué? Porque eso lo vamos a utilizar por la mañana, para copar. Pero eso no importa, que lleguen a las doce de la noche a Jagüey, cuatro batallones ligeros; dos ligeros y dos pesados. Sí, porque vamos a tomarlo todo.
“08:47 hrs. A Aragonés. (Personalmente). Gordo: a las 6:00 de la mañana está limpio todo esto. Yo conozco bien todo eso; a las 6:00 de la mañana está limpio todo. Nosotros vamos a meterle de noche; ¡y con todo!
“08:48 hrs. A Raúl Castro (en Oriente). Hasta ahora creo que estás fuera de la fiesta, pero debes estar atento. ¿Cómo? Hasta ahora han desembarcado por el sur. No te puedo dar detalles, no debo dar detalles, pero estén ustedes alerta por la Sierra y por todo eso, pero creo que los han concentrado por aquí, ¿sabes? Bien, ¡buena suerte! Hasta luego.
“08:53 hrs. Solicita el Comandante Del Valle comunicación con el Comandante Curbelo, dice Del Valle que la misión nuestra es concentrar el ataque a los barcos en Playa Larga y Cayo (Playa) Girón.
“08:58 hrs. A Curbelo. FAR. Dime. ¿Cómo anda todo? Sí. ¿Qué pasa? Sí. ¿Y el piloto?; ¿dónde fue? Sí. Y sobre los barcos enemigos, ¿qué? Sí. ¿No han hundido ninguno? Bien. Hay que mantener la moral. ¿Han derribado algún avión de ellos? Bueno, Sea Fury, ¿cuántos nos quedan ahora? Dime. Bueno, hay que seguir la pelea. Los chorros, ¿han ido ya? Aquí, ¿qué? ¿Y los chorros? ¿Se ha ametrallado?, ¿las han ametrallado? ¿No se han retirado las embarcaciones? ¡Tienen que seguirle tirando, con todo lo que tengan! ¡Sí, hay que vengar al compañero que tumbaron!, ¡hay que vengarlo, compañero! ¡Utilicen los chorros para tumbar los B-26 de ellos! Bueno, pues sí van a tener balas. Hasta luego, compañero.”
El valiente capitán del Ejército Rebelde, Luis Alfonso Silva Tablada, piloto de combate con el que hablé a las 4 y 45 a.m. había sido derribado.
Avión mercenario derribado en Girón
Avión mercenario derribado en Girón
A las 09:09 horas logré establecer comunicación con el central Covadonga.
“Al central Covadonga. ‘Dígame, sí. Mire, compañero, (Gonzalo Rodríguez Mantilla, Chele) dígale a ese compañero que no se puede retirar de ahí. Dígame. Bien, dígame una cosa: ¿en Aguada de Pasajeros hay tropas? No importa, son los aviones nuestros bombardeando. Los aviones nuestros están bombardeando incesantemente al enemigo. Bueno, mire: no se retiren, que ya van las cosas para allá compañero, pero han avanzado y esto roba tiempo. Ya deben estar más allá de Aguada. Llamen a Aguada de Pasajeros, que yo voy a llamar para que manden para allá los refuerzos. ¡Resistan ahí valientemente compañeros! ¡Muy bien! ¡Patria o Muerte!’.”
“09:13 hrs. A Del Valle. (Personalmente). (Alguien informa que Cedeño, del Ministerio de Transportes ha ordenado paralizar todo el transporte). Dile que no, que no cumpla esa orden mientras no sea necesario.”
“09:20 hrs. Informa de la FAR al Comandante Del Valle de que dos B-26 enemigos vienen persiguiendo a un chorro nuestro. Ya despegó otro chorro para ayudar.
“09:25 hrs. A Curbelo. FAR San Antonio. Oye, Curbelo, hace falta ver si se dispone de un avión chorro, para proteger las tropas nuestras sobre la carretera del central Australia a Soplillar. Sí, ¿puedes disponer de un chorro? Bueno, cuando baje dale órdenes y comunicarle que salga a proteger las tropas nuestras, por lo menos durante media hora; entre el central Australia y Soplillar, donde hay un B-26 jodiendo mucho, para proteger un chorro el avance nuestro, a ver si dentro de veinticinco minutos puede estar allá. Yo voy a comunicarme con Fernández. Tan pronto regrese, a ver si le da el apoyo. No, entre Australia y Soplillar. Bien.
“09:28 hrs. A Fernández-Australia. De treinta a cuarenta minutos tardará en estar ahí un chorro protegiendo esa carretera [...].”
“09:30 hrs. A Del Valle (personalmente) Da orden de acuartelamiento a todas las perseguidoras, esta noche, para ir a donde hagan falta. (Del Valle pregunta si debe haber alguna por aquí). No, no hace falta.”
“09:31 hrs. A Curbelo FAR. Curbelo: ¿Les podrás brindar esa protección? ¿Hacia esa dirección? ¿Va a protegernos, no? Sí. De protegerlos entre Australia y Soplillar. Bien, yo voy a avisar allá. ¿En qué tiempo estará allí, veinte minutos? Muy bien. Y los dos que venían persiguiendo al Sea Fury ¡Muy bien!”
Sobre la protección aérea, vuelvo al mismo asunto a las 09:40 y a las 09:42 horas.
“09:50 hrs. (Del Valle informa que el piloto Carreras ha hundido un barco y averiado otro, que está hundiéndose, y abatió un B-26, que se retiró con un ala envuelta en llamas. Regresó para recargarse y continuar el ataque contra el barco semihundido). Pregunta en Matanzas si los tanques pasaron ya por allí. La batería antiaérea, que debe estar en Matanzas debe acompañar a los tanques hasta Jovellanos.”
“10:00 hrs. A Curbelo. FAR. Curbelo: Fernández no me ha informado. Tú tienes que explicarle bien al piloto que es la carretera que va del central Australia a Playa Larga, la del central Australia a Playa Larga, que es donde tienen que prestar protección los chorros, pero no tienen que llegar hasta Playa Larga, sino hasta Pálpite. Cuando uno regrese, que el otro salga, debes explicárselo bien: protección aérea a eso. Sí, más o menos, para la tropa nuestra que va a avanzar por ahí. Australia a Playa Larga, ¿hasta Cayo Ramona? ¿Qué? Sí. Bien, mantener la protección sobre la carretera, que es importante, y mantener el ataque sobre los barcos. Y, siempre alertas, porque ellos mañana van a tratar de golpear ahí. Mantener la protección sobre la carretera todo el tiempo que sea necesario. Yo te aviso. Bien, muy bien.
“13:02 hrs. De Fidel Castro al comandante Raúl Castro en Oriente:
“Oye, Miró Cardona insiste en que ha habido un desembarco por Oriente. Sí, oye, no importa. Cualquier cosa que se produzca, tienen que usar mucho antitanque, por si vienen algunos tanques. Los antitanques todos listos, para que lleguen rápidamente. No sabemos; cuando capturemos al primero te lo comunicamos. Un paracaidista muerto, pero no te apures, no te preocupes. Óyeme, Raúl: mucha antiaérea en el aeropuerto… Vamos a volver a preguntar, pero tienen que estar al llegar. Hay otra cosa: si se forma mañana algo por ahí, nosotros podemos mandarte ya, probablemente, la aviación. La aviación ha actuado perfecto (…) No puedo precisar, pero no hay que preocuparse. ¿Cómo? Sí, porque ellos insisten mucho, pero ellos tiraron sus paracaidistas y todo por acá, hicieron un esfuerzo por apoderarse de esto. Yo creo que el esfuerzo principal lo hicieron por ahí, por Zapata. No se puede precisar, pero metieron muchos paracaidistas; creo que todo lo que tenían. Muy alertas por ahí. Raúl: mucho tanque y mucha antiaérea. Apoya a la gente con la antiaérea. Después te mandarán, pero mucha antiaérea. Yo voy a averiguar lo de los 400, cuándo salieron y por dónde. ¿A dónde? Yo no sé, pero voy a averiguar. Mucha antiaérea y proteger a la gente, que ellos vienen con aviones. Bien.”
Adopto en el “Punto Uno” más de 50 órdenes y medidas antes de partir para la zona de operaciones.
Milicianos en Girón. Foto: Raúl Corrales
Milicianos en Girón. Foto: Raúl Corrales

Testimonio de José Ramón Fernández:

“Eran aproximadamente las 02:40 horas de la madrugada del día 17 de abril. No tenía ninguna noticia de la invasión, es decir, del desembarco mercenario, y él fue quien me dijo que se estaba produciendo un desembarco en la región de la Ciénaga de Zapata.”
“Me ordenó que sin perder un minuto me trasladara para Matanzas, y al frente de la Escuela de Responsables de Milicias, de la que también era jefe, me dirigiera a combatir la invasión.”
“‘Coge un carro y sal a toda velocidad’.
“Me demoré un poco en salir, porque estaba buscando mapas de la región -había estado en la Ciénaga una sola vez con el Comandante, no había pasado nunca por ahí, ni antes ni después, sino un día que regresábamos del Escambray- y el almacén de los mapas estaba cerrado. [...] Como a la media hora volvió a llamar el Comandante: ‘¿Pero todavía estás ahí? ¿Todavía no han salido?’ Bueno, no recuerdo si tumbamos una puerta, conseguí el mapa e inmediatamente salí para Matanzas. Al llamarme también me indicó que no me ocupara de avisar a Matanzas para levantar la Escuela, que él iba a encargarse de dar las órdenes para que estuviera movilizada. Efectivamente, cuando llegué allí, ya la Escuela estaba levantada.
“Apenas entré a esa instalación -que es donde hoy está la jefatura del Ejército Central- en la posta me dijeron: ‘El Comandante lo está llamando’. Fui allí, hablé con él de nuevo y me reiteró moverme hacia Jagüey Grande. Me preguntó qué ruta iba a seguir. No sabía bien los caminos y al buscar en el mapa vi por dónde se podía entrar hasta Jagüey.”
“…salí con la intención de entrar por Colón, en definitiva entré por Perico-Agramonte. Al llegar a Jovellanos, en la carretera estaba el capitán del Ejército Rebelde José A. Borot García y dos o tres compañeros más. Me hicieron señas para que parara, y casi milagrosamente paré. Entonces les dije: ‘Por favor, les ruego que no me interrumpan, voy lleno y apurado’ [...] Entonces me dicen: ‘No, no, es que el Comandante lo está llamando’. El cuartel de Jovellanos está ahí mismo, a la entrada del pueblo. Fui allí, subí, me comuniqué con el Comandante de nuevo. Me indicó ir al edificio de la administración del central Australia -donde había un teléfono que al descolgarlo comunicaba con el Punto Uno-, que siguiera derecho para allá y en cuanto llegara me comunicara con él. Llegué a Jagüey a las siete y pico de la mañana.”
“Entonces, había demorado dos horas y pico desde Matanzas por la Carretera Central que era la mejor vía en aquella época.”
“…alrededor de las 08:00 horas, estaba el administrador del central. Me dirigí allí y pregunté:
“- ¿Dónde está el teléfono aquí?
“Efectivamente, descolgué, hablé con el Comandante de nuevo, quien me indicó no alejarme del teléfono y esclarecer bien cuál era la situación y que me informara de lo que sucedía.
“Esta es la primera llamada que recibo del Comandante en el central Australia, después, a lo largo del día, no puedo decir cuántas llamadas más recibí, fueron muchas.”
“La gente se empezó a amontonar [...] se reunieron como ciento y pico o doscientos hombres allí pidiendo que les dieran armas para ir a combatir.”
“Al recibir la información sobre el desembarco, el jefe del batallón 339, capitán del Ejército Rebelde Ramón Cordero, que se encontraba en su unidad en los alrededores del central Australia, envió fuerzas de su primera y segunda compañías a enfrentar al enemigo entre Pálpite y Playa Larga, donde lo combatió en condiciones desventajosas: el adversario estaba mejor armado, más organizado, mucho mejor entrenado y posicionado en una situación favorable para la defensa. En ese fuerte encuentro con los agresores, cayeron varios milicianos y se dispersó prácticamente esa parte de la fuerza del batallón. Poco después, antes del amanecer, el resto de las unidades del 339 avanzaron también en esta ocasión bajo el mando directo de su jefe de batallón y combatieron en condiciones muy desfavorables.”
Mapa de las acciones en Playa Girón
Mapa de las acciones en Playa Girón
“Me dijo que tomara a Pálpite con la gente mía. Yo estaba con el mapa y le decía: ‘Comandante, no encuentro ningún Pálpite en el mapa’. De ahí salió una larga discusión: ‘Yo no lo encuentro, aquí no está Pálpite’. ‘Bueno, busca Pálpite, tiene que estar por ahí’.
Entonces, el mapa estaba equivocado, decía ‘Párrite’ -por ahí están los mapas militares de la edición del año cincuenta y tanto-, en lugar de Pálpite, dice Párrite, y yo continuaba buscando en el mapa. Le digo: ‘Mire, veo un lugar aquí que se llama Párrite, que está entre tal punto y tal punto’, me responde: ‘Ese mismo es, no es Párrite, es Pálpite, toma a Pálpite.’
“Fidel me llamó de nuevo y me dijo que llegaba un batallón. Ese fue el 219-223 de la zona de Colón, al mando del capitán Roberto Benítez Lores.
“Se trataba de personal de batallones que no estaban todavía completamente constituidos ni bien organizados, pero aquellos hombres daban muestras de una alta moral, aunque ninguno de ellos había realizado prácticas de tiro y solo portaban fusiles M-52 con veinte cartuchos cada uno. Les di la misión de que trataran de ocupar el pobladito de Pálpite.”
En este caso debe haberse producido alguna confusión en los recuerdos de Fernández; él hizo esa narración el 17 de abril de 1988, es decir, 27 años después de aquel acontecimiento. En más de un centenar de anotaciones de los taquígrafos que registraron mis llamadas y órdenes, en ninguna de las que elaboré ese día, menciono ese Batallón de la zona de Colón. La primera unidad que ordené moverse ese día fue una fuerza formada con oficiales de la Columna 1 de la Sierra Maestra al mando de Harold Ferrer, con 600 hombres equipados con FAL, y acompañada de una compañía de tanques y su jefe López Cuba, que atacaron Playa Larga aquella noche. Yo personalmente le dí instrucciones a esa fuerza en Pálpite.
La Escuela de Responsables de Milicias de Matanzas, con su jefe José Ramón Fernández, fue enviada a combatir contra la invasión, precisamente, por ser una de las unidades más entrenadas y por su proximidad al punto escogido por el enemigo para desembarcar.
Continúa el testimonio de José Ramón Fernández:
“Allí un ataque de la aviación enemiga le causó seis muertos y lo hizo retroceder. (Se refiere al batallón que llegó de Colón) Ordené que avanzaran de nuevo y aseguraran la carretera, en especial las alcantarillas.”
“Después, el batallón 227 procedente de Unión de Reyes, y bajo el mando del capitán del Ejército Rebelde Orlando Pérez Díaz, se presentó en Australia. Le encomendé la misión de tomar a Pálpite, donde llegó después de la Escuela de Responsables de Milicias pues avanzó a pie y el personal de la Escuela fue en vehículos.”
Esta fue otra de las unidades constituidas por valerosos combatientes como los de Colón, que se movieron hacia el central Australia sin conocimiento mío ni del Puesto de Mando Central. Una prueba irrebatible del patriotismo de nuestro pueblo. Excepto la escuela de Responsables de Milicias ubicada en Matanzas, todas las unidades de infantería, tanques, artillería antiaérea y terrestre fueron enviadas desde La Habana, ya que como Capital del país poseía las mayores y más experimentadas fuerzas para combatir una Brigada de asalto, bien entrenada y armada por Estados Unidos, apoyada con fuerzas navales y aéreas. Considero importante estos datos porque nos ayudan a comprender las circunstancias en que se libró la histórica batalla.
Milicianos en Playa Girón
Milicianos en Playa Girón
Continúa el relato de Fernández:
“Como a las 09:00 de la mañana llegó el batallón de la Escuela de Responsables de Milicias. No los dejé apearse de los camiones. Me subí en el techo de un camión, allí mismo, se acercaron y les hablé. Les planteé tomar a Pálpite, y después enviar una compañía y tomar a Soplillar, unos 6 ó 7 kilómetros al este de Pálpite, bloquearía la pista de aviación que allí existía y aseguraría el lugar.”
“Cuando llegó el mensaje de que habían tomado a Pálpite, llamé al Comandante y me preguntó:
“-¿Tomaste a Pálpite, la gente tuya está en Pálpite, estás seguro?
“-Seguro, Comandante.
“-¡Ya ganamos!” Cuenta Fernández que exclamé y, aunque no consta en los apuntes taquigráficos de mis comunicaciones, tal conclusión no era imposible, ya que una cabeza de playa del otro lado de la ciénaga, a 25 kilómetros del central Australia, estaba en nuestras manos. Lo había dicho una vez: “ya ganamos la guerra”, cuando quedábamos muy pocos de los combatientes del Granma, y vi la impresionante montaña boscosa del Pico Caracas a 1 200 metros de altura, el teatro de operaciones que estábamos buscando. Pero en Girón, la realidad es que ese día, a esa hora, todo estaba todavía por hacer.
Y Fernández concluye la narración afirmando:
“Por eso Fidel, un mes después, en el discurso de graduación en la Escuela de Milicias, al hacer alusión a los muertos que había tenido la Escuela convertida en batallón de combate, expresó: ‘… esta unidad, cuyos integrantes no se graduaron de responsables de milicias, se graduaron de héroes eternos de la patria’.”
Plan original de la invasión de Playa GirónDrawings from General Maxwell Taylor's report on the Bay of Pigs operation:  Pre-Strike and Post-Strike;
Plan original de la intervención de EEUU después que ocuparan la cabeza de playa, de acuerdo con el Reporte General Maxwell Taylor.

Testimonio de Raúl Curbelo Morales:

“Pienso que el caso mío es el de otros tantos compañeros. A pesar de que yo no tenía conocimientos sobre la aviación ocupé esa responsabilidad. En momentos cruciales Fidel, por razones de su instinto y de su sentido de la guerra, quería tener en San Antonio alguien que entendiera las órdenes que él daba. Tuve la suerte de que soy de Cienfuegos. Antes del triunfo de la Revolución, yo había ido a caballo por Yaguaramas, y conocía toda esa zona hasta Girón. Esa fue una suerte tremenda, porque si el desembarco se produce por Mariel o Bahía Honda, zonas que no conocía, hubiera tenido dificultades para dirigir las acciones militares. Fidel se conocía los caminos y toda la zona donde se produjo el desembarco, porque la Revolución había hecho las carreteras, los terraplenes, se lo conocía todo aquello de memoria y cada vez que él me decía un punto yo podía contestarle, cuando me daba instrucciones de que la aviación actuara en cualquier punto de los que él me indicaba, yo cumplía.
“Fidel me hizo muchas llamadas al puesto de mando de la base de San Antonio. Yo me instalé en la torre de control y allí recibía las órdenes.
“El comandante Raúl Guerra Bermejo, Maro, era el jefe de la Fuerza Aérea, él era comandante y yo capitán.”
“Recuerdo que yo le dije a Maro: ‘Yo no conozco de las condiciones de tierra aquí, yo no sé dónde está el armamento, ni conozco el manejo de la preparación de los aviones para el combate, así que tú te ocupas de la tierra que yo me voy a ir para la torre de control, para dirigir allá arriba con los pilotos las instrucciones que reciba del Comandante en Jefe’.
“Y Maro, con un entusiasmo, un valor y una decisión sin reserva ninguna, jugó un papel importantísimo allí con todo el personal de retaguardia. Maro tuvo relaciones muy buenas conmigo.”
“Hay un factor que fue decisivo y donde se demuestra el arte para la cuestión militar que tiene el Comandante en Jefe.”
“Mi versión era atacar las tropas en tierra. Fidel me respondió: ‘No, hay que atacar a los barcos. ¡A los barcos!’.
“En aquel momento no lo entendí, logré entenderlo más adelante cuando realicé estudios militares. En la lucha contra un desembarco marítimo, lo primero que hay que inutilizar son los medios navales que están produciendo el desembarco. Eso lo hizo él como si hubiera estudiado en las grandes academias militares, por esa intuición propia de Fidel, porque su guerra en la Sierra Maestra no tenía que ver con barcos, ni acciones de este tipo. Quizás en sus lecturas sobre la Primera y Segunda Guerra Mundial, las grandes campañas militares de los romanos, y otros teóricos militares le dieron esos conocimientos históricos de las grandes batallas.
“Él me reiteró: ‘Hay que hundir a los barcos.’ Ahí fue donde yo le dije: ‘Mire, Comandante, casualmente tengo cerca de mí a Carreras. Si usted quiere se lo pongo.’
“Me responde: ‘¡Pónmelo!’ Y fue cuando él le pidió a Carreras: ‘¡Húndanme los barcos! ¡A los barcos, Carreras!’ Fue ese el momento. Poco después Carreras despegó en su avión y más tarde tuvimos la noticia de que le metió los rockets al Houston primero y luego al Río Escondido.”
Estas fueron las palabras sinceras de Raúl Curbelo.
La II fase del plan para la intervención del Ejército de los EEUU.
La II fase del plan para la intervención del Ejército de los EEUU.
Por el heroísmo y la belleza de la narración de la hazaña que llevó a cabo este piloto, debo incluir en esta Reflexión lo que contó el General Enrique Carrera Rolas a la Editorial Letras Cubanas en 1979, y la importancia que tuvo preservar los pocos aviones de combate de que disponíamos.

Testimonio del General Enrique Carrera Rolas:

“El Comandante en Jefe nos visitaba mucho en la base aérea de San Antonio. Hablaba con los técnicos y los pilotos.
“En esas conversaciones nos dijo: ‘Miren, esos aviones destartalados que ustedes vuelan, deben dislocarlos y no tenerlos aglomerados, de manera que si se produce un ataque aéreo, el enemigo destruya los aparatos dados de baja. Pónganlos distantes uno de otros con el fin de confundirlos y preservar nuestras máquinas. Estoy seguro de que nos atacarán. Muévanse antes de que vengan’. Así ocurrió.
“Estaba cubriendo mi turno de guardia en el avión cuando me comunican que el Comandante en Jefe quiere hablar conmigo.
“‘Carreras, en Playa Girón se está llevando a cabo un desembarco. Despeguen y lleguen allá al amanecer. Hundan los barcos que transportan las tropas y no los dejen ir’.
“Llegó la orden de despegar a las cinco de la mañana. Cuando me dijeron que se trataba de un desembarco pensé que se referían a algún yate u otro buque más grande que estaba dejando gente por la costa. No podía imaginar ni remotamente que iba a vérmelas con el espectáculo que me esperaba sobre la Bahía de Cochinos y Playa Girón. Sólo teníamos tres aparatos en activo al llegar el momento del despegue: dos Sea Fury y un B-26 mal artillado. Me elevé el primero como jefe de cuadrilla. Me seguían Bourzac (Gustavo Bourzac Millar) y Silva, (Luis Silva Tablada) que le habían jugado una mala pasada a Lagas (Jaques Lagas, piloto chileno). Veinte minutos más tarde volábamos sobre el objetivo. Lo que vi seis mil pies debajo de mí, en la primera ojeada que lancé, me hizo creer que soñaba o que ante mis ojos proyectaban algún documental o película de la Segunda Guerra Mundial. Pensé que lo que estaba viendo era como un remedo del desembarco en Normandía, en pequeña escala. Cerca de la costa, en Playa Girón, había por lo menos entre siete y ocho embarcaciones grandes y un número indeterminado de lanchones y lanchas de desembarco en pleno ajetreo. Observé que un barco de transporte enorme navegaba hacia el interior de la Bahía de Cochinos, seguido por una fragata de guerra, que viene a ser la unidad naval que sucede en importancia al destroyer.
“Decidí por la libre, en segundos. Y escogí la primera presa: el buque que se dirigía a Playa Larga. Di instrucciones en clave por radio a mis compañeros y me lancé el primero al ataque. Desde la altura entre cinco mil y siete mil pies descendimos en picada hacia el Houston, un transporte tipo Liberty, de ocho mil toneladas, era nuestro objetivo, repleto de tropas y suministros bélicos. A mil quinientos pies afiné la puntería y le disparé mi carga de cuatro cohetes. Algo raro me daba vueltas por dentro. Me parecía que estaba envuelto por una neblina. Solamente tenía experiencias en contadas prácticas de tiro aéreo y no sabía lo que era una guerra.
“Ya habíamos sido avistados por el enemigo, y el fuego antiaéreo que se desató contra nosotros era una cosa de locura. Docenas de baterías -ametralladoras y cañones- vomitaban metralla hacia arriba. Era un espectáculo impresionante ver el espacio iluminado por las luces de las trazadoras y las explosiones de los proyectiles.
“Les puedo asegurar que lo que ensayamos fue una acción kamikaze, como los pilotos suicidas japoneses.
“Hice funcionar el mecanismo para disparar los cohetes y seguí con la mirada la ruta que tomaban. Confieso que me llenó de sorpresa verlos hacer blanco en la popa del Houston. El buque comenzó a humear y comprobé que su piloto, en urgente maniobra, lo dirigía hacia la orilla para encallarlo. Bourzac y Silva también dispararon sus cohetes contra el Houston logrando impactos francos en el mismo. La fragata de guerra que lo escoltaba, comprendiendo que el barco estaba perdido, pues ya hacia agua, comenzó a zigzaguear y viró en redondo para ganar la boca de la bahía y unirse a la flotilla frente a Playa Girón.
“Hice dos pases más sobre el objetivo descargando todo el parque de mis ametralladoras. Después retorné a la base.
“Cuando descendí de la cabina, estaba todo excitado. Hasta cierto punto me había parecido todo tan fácil -apretar botones y ver la estructura de un barco deshacerse como si fuera de papel- que quería contarle a todo el mundo lo ocurrido. Curbelo me llamó a Operaciones y rendí informe. Después me dijeron que casi no entendían lo que yo decía al principio, pues comencé confundiendo los rumbos y haciéndome un amasijo en las explicaciones. Hasta que me serené un poco, y pude coordinar un parte decente.
“Ya el Comandante Castro estaba complacido. Le habíamos dedicado el primer barco.
“No sé qué tiempo demoraron en alistar mi aparato nuevamente. Combustible, municiones. Los mecánicos y la gente de armamento volaban. Hicieron las cosas en un tercio del tiempo normal, calculo yo, y me lancé al aire de nuevo, cargando esta vez ocho cohetes de cinco pulgadas. Me dirigí a Playa Girón. Desde lo alto pude ver al Houston, cerca de Playa Larga encallado, como un gran pez herido de muerte. Frente a Playa Girón divisé un barco todavía más grande que el Houston. Era el Río Escondido, que, según me enteré posteriormente, era uno de los que traía más personal y equipo para los mercenarios. A bordo llevaban la planta emisora con que esos canallas pensaban arengar al pueblo de Cuba una vez instalada en tierra. Además, camiones, piezas de repuesto para aviones -en sus planes estaba lograr una base aérea en la pista de Playa Girón y operar desde allí con su aviación-, combustible para éstos y mucho parque. El Río Escondido se hallaba a unas tres millas al sur de la costa.
“Los cohetes de mi Sea Fury partieron en busca del enorme barco como unos relámpagos humeantes. ¡Tocado! Lo alcanzaron en el mismísimo centro. Más tiempo tardo yo en contarlo que lo que demoró el Río Escondido en estallar como un triquitraque, envuelto en llamas.
“Cuando estaba gozando del espectáculo todavía novedoso para mí, me percaté de que un B-26 se me acercaba. Pensé que era el avión de Silva, pero inmediatamente me di cuenta de que no teníamos ningún B-26 volando en esos momentos. El engaño era casi perfecto, pues lo único distinto que en el aparato distinguí fueron unas franjas azules en las alas. Aparte de eso, tenía los colores, la bandera cubana y la insignia de la FAR exactamente igual que nuestras naves. Hice un giro, aprovechando la velocidad de mi ‘Furioso’, superior a la del bombardero enemigo, y logré situarme en su cola. Era una ‘doce en punto’ perfecta. (Los pilotos usaban ese lenguaje para definir la posición de adversarios en el aire).
“A pesar de mi ventajosa posición, el B-26 logró abrirme fuego primero con la ametralladora de cola. Contesté con una ráfaga larga de mi calibre 50, tocándolo en uno de los motores. Le vi perder altura, despidiendo humo y descender hacia los barcos de guerra que navegaban abajo como buscando protección. Al fin cayó al mar junto a uno de los buques.
“No sé si fueron los disparos del B-26 o las descargas de las baterías antiaéreas de los barcos, pero comprendí que me habían tocado en el motor. El Sea Fury fallaba. A pesar de ello hice varios pases sobre los barcos hasta agotar las municiones. Después me dirigí a la base. Al hacer plataforma, el aparato no respondió bien. Apenas le cayeron encima los mecánicos, me dieron la explicación. Dos proyectiles me habían averiado uno de los cilindros, percance bastante serio.
“Pero todos los que estábamos allí sabíamos que era más peligroso tripular cualquiera de aquellos aviones que enfrentarse al enemigo en un duelo a tiros.
“Muy a mi pesar, tuve que someterme a un receso obligado. La reparación tomaba tiempo y ya no podría volver a volar ese día.
“Pero estaba contentísimo: un saldo a mi favor de dos barcos grandes y un avión enemigo.
“Pensé que Fidel Castro tenía que sentirse complacido. Carreras no le había fallado.”
Carreras espera que los técnicos terminen con su avión para salir nuevamente al combate
Carreras espera que los técnicos terminen con su avión para salir nuevamente al combate
Los pilotos en un día pusieron fuera de combate, solo en el “Houston”, un batallón completo de mercenarios que no pudo combatir, y le causaron a los invasores numerosas bajas en el “Río Escondido”; su flota completa estaba en fuga. Calculo que disponíamos apenas la mitad de los aviones de combate del enemigo.

Raúl Curbelo lo explica:

“Carreras atacó a los barcos. Primero averió y encalló al Houston, regresó a la base y volvió a Bahía de Cochinos, atacó al Río Escondido y lo hundió. Era el principal porque traía combustible y gran cantidad de municiones de reserva, que era importantísimo para los objetivos que se proponían los mercenarios.
“Considero que ese fue el momento clave, después vienen otros momentos, que definen la derrota en setenta y dos horas, porque se hundió un barco y se inutilizó el otro con un batallón completo dentro, se destruyeron barcazas que estaban en proceso de desembarco, y otros barcos más, uno que era El Atlántico, al ver el barco hundido y que el otro estaba inutilizado, se separaron de tierra, porque estaban aproximadamente a unas tres millas de la costa.”

Testimonio de Harold Ferrer Martínez:

“Cuando se produjo el ataque a los aeropuertos, cerca de las 02:00 horas, el Comandante en Jefe me llamó a Cojímar y me hizo algunas preguntas sobre los hombres que tenía allí, el armamento y los medios de transporte; nos dijo que estuviéramos listos para salir, porque probablemente tuviéramos que entrar en acción. Pero sin dar detalles.
“El día 17 de abril Celia me llamó a Cojímar, me comunicó la noticia del desembarco por Girón y el Comandante me dio la orden de estar listos para partir por la mañana, me dejó instrucciones de salir y esperar en Matanzas.
“Yo había salido a buscar unos medios de transporte.
“El Comandante en Jefe en 1959, había reunido a un grupo de oficiales del Ejército Rebelde y nos había preguntado que quiénes estábamos en disposición de ir para Minas del Frío a cumplir una misión. En el grupo estaban los oficiales del Ejército Rebelde Leopoldo Cintra Fría, Polo, los hermanos Sotomayor, los Pardo, el capitán Gaspar Camejo, Hugo del Río y otros compañeros.
“La idea era contar con compañeros con preparación para dirigir miles de soldados del Ejército Rebelde, darle un adiestramiento y subir once veces el pico Turquino, con el objetivo de preparar las nuevas columnas para rechazar cualquier agresión del exterior.
“De ahí es donde sale esta columna que él mismo le pone el nombre: José Martí. Personalmente, él se encargó de darle los primeros transportes y armamentos que llegaron de la Unión Soviética, las misiones que debía llevar cada soldado. Se formaron las dos columnas: la de artillería al mando de Polo, y la de infantería bajo mi mando. Yo fui para la Base Granma donde tuvimos un curso de adiestramiento, de allí salimos unos días para el campamento de Managua y después nos trasladamos para Cojímar.
“Eran cuatro compañías de Infantería, una compañía de baterías de morteros, una compañía de ametralladoras y los lanzallamas que estaban en el INRA, que se nos subordinaban, eran unos seiscientos hombres. No tenía la organización de batallón, sino de columna, no llegaba a un batallón.”
“Estuvimos atrincherados en Casablanca y después nos ubicaron en Cojímar que era mi ubicación permanente.”
“Cuando se produjo la invasión nos dijo que estuviéramos listos para salir y esperar en Matanzas. En esta ciudad nos dio órdenes de esperar en el cuartel de Jovellanos a donde llegamos en horas de la tarde.
“Allí nos dio la misión de trasladarnos hasta la Laguna del Tesoro y desde allí atacar junto con los tanques, con el apoyo de la artillería, las posiciones que tenían los mercenarios que habían ocupado la carretera desde Pálpite a Playa Larga.”
“Fidel nos dio detalles de las características de la zona cenagosa, de difícil acceso por una sola carretera con pantanos y vegetación en ambos lados. Nos alertó de que era una misión difícil, pero sería histórica porque había que desalojar al enemigo de sus posiciones.
“La Columna 1 estaba formada por unos seiscientos hombres, y se le subordinaban dos compañías de bazuqueros y lanzallamas que teníamos en el INRA.
“Mientras recibía las órdenes de Fidel, le ordené a un jefe que dislocara a la Columna cerca de la Carretera Central, pero hubo una confusión y parte de la artillería siguió hacia Colón. Traté de avisarle para que regresaran y no me quedó más remedio que informarle al Comandante lo que había sucedido; me dijo que él se encargaba de localizar al resto del personal y enviarlo hacia la zona de las acciones.”
Ya desde la tarde me encuentro en la zona de operaciones y envío una orden manuscrita al capitán Fernández:
“Fernández:
“He decidido enviar los otros doce obuses y apoyarlos con dos baterías de ametralladoras múltiples y además una batería de cañón antiaéreo, pues considero de suma importancia abrir un barraje infernal. Procura disparar con el mayor número de obuses posible en barreras.
“Fidel. C Australia. Abril 17,61,
“7 p.m.”
Fidel dando instrucciones durante los combates
Fidel dando instrucciones durante los combates

Testimonio de José R. Fernández Álvarez:

“Estando Fidel allí, que permaneció hasta la noche, o hasta bien avanzada la tarde, porque ya en la noche fue para Pálpite, llegó la artillería antiaérea, llegaron medios de artillería y llegaron tanques. Fidel había seguido la estrategia de mover estas fuerzas, que son fácilmente identificables desde el aire, y que no tienen buena defensa antiaérea, como son la artillería y los tanques, en movimientos hasta Jovellanos, concentrarlos en Jovellanos, y durante la noche moverlos hacia las zonas de las acciones combativas. Pero después algunas de esas unidades se movieron de día, aunque había como regla general la estrategia de moverlas de noche. Lo cierto es que ya oscureciendo Fidel nos autorizó a trasladarnos a Pálpite, organizar el ataque a Playa Larga y tuvimos protección de artillería antiaérea. Movimos cinco tanques, cuatro baterías de obuses de 122 mm; dos ó tres baterías de cañones de 85 mm y una batería de morteros de 120 mm.”

Testimonio del escolta Bienvenido Pérez Salazar (Chicho):

“Él estuvo un tiempo allí en Australia y entonces dejó a Augusto Martínez de jefe de operaciones. (El segundo jefe era el comandante médico Oscar Fernández Mell, jefe de Sanidad Militar). Con la misma arrancan los carros rumbo a la ciénaga, y yo viro a buscar a Santiago Castro, pero no aparecía, se quedó dormido al lado del carro tirado en la hierba. Nunca había visto una guerra, ni mucho menos, yo estaba un poco emocionado con aquello, y Santiago Castro estaba tan tranquilo, como si no hubiera guerra. Entonces cuando vengo donde está Santiago Castro, Augusto Martínez sale y me dice: ‘Tú no te puedes ir, tú tienes que quedarte aquí conmigo, porque yo me quedé de jefe’. Yo le pregunto: ‘Venga acá, ¿pero usted discutió eso con el Comandante?’ Dice: ‘Sí, sí, tienes que quedarte aquí conmigo’. Porque se encontraba solo y él lo que estaba buscando más bien era un compañero como apoyo.
“Me quedo, pero con la preocupación de que el Comandante está por la zona de los combates. Yo estaba planeando cómo me le iba a ir a Augusto de todas maneras. No porque haya sido Augusto, porque siento profundo respeto por él, pero el caso es que yo era de la escolta de Fidel, no de la escolta de Augusto. Entonces surge la necesidad de mandarle un mensaje a Fidel donde le informaban que había otro desembarco por Bahía Honda. Augusto está buscando un práctico, ya era de noche, para llevar el mensaje para allá. Entonces le dije a Augusto: “El práctico soy yo, me conozco esa carretera de día y de noche, porque el Comandante está mucho por esa zona. Esa carretera la conozco perfectamente”, le dije que me conocía esa carretera hasta con los ojos cerrados. Él no quería dármelo, hasta que se dio cuenta que era el más indicado.
“Salimos Santiago Castro y yo para la Boca, había vehículos por todo el camino, era de noche, y fue una tragedia llegar hasta allí porque íbamos con las luces apagadas. Llegamos donde estaba el Comandante reunido con los compañeros, explicándoles la estrategia, los planes de avanzar, y le entregué el mensaje.
“Es cuando él le entrega, creo que fue a Flavio, todos aquellos documentos, todos los mapas, para virar hacia atrás, hacia La Habana, pero él decide seguir y es cuando entramos hasta Pálpite. Estuvo allí, vio la situación y regresó al central Australia y de allí para La Habana.”

Testimonio del escolta Santiago Castro Mesa:

“Me quedé cuidando el carro, me tiré en la hierba al lado del carro y me quedé dormido, cuando en uno de esos momentos salieron, y Chicho no me encontraba. Llevábamos cuatro noches ya sin dormir, sin pegar los ojos.
“Esa noche del 17 entramos hasta la Boca de la Laguna del Tesoro y continuamos hasta Pálpite. La carretera hacia Girón estaba en construcción, era de rajón casi toda, se le había echado asfalto pero como estaba dentro de la ciénaga el pavimento se había hundido. La mitad derecha de la vía estaba ocupada por los tanques, la artillería y los vehículos con la infantería. Quedaba media vía y tuvimos que ir a oscuras con el apoyo de los compañeros del Ejército Rebelde y las milicias que estaban en la ruta.
“Cuando íbamos llegando a la Boca, apareció un avión enemigo a cierta distancia y aquello se convirtió en una fiesta de fuegos artificiales, eran miles de balas trazadoras que salían de todos los emplazamientos. El Comandante recogió al Gallego Fernández en la Boca y siguió hasta el final de los emplazamientos en Pálpite, pero cuando nos dimos cuenta de que la artillería nuestra estaba tirando detrás de nosotros, el Comandante decidió regresar.”
Antes de partir hacia La Habana, le envío un mensaje a Fernández:
“Fernández:
“Estoy resolviendo lo del parque de cañón. Los otros tanques llegarán a Australia al amanecer. Por el día decidiremos el momento oportuno de moverlos.
“Augusto quedará en Australia. Yo tendré que salir dentro de un rato hacia La Habana. Estaré en comunicación constante con ustedes. Mándenme noticias constantemente sobre el curso de las operaciones.
“¡Adelante!
“(F) Fidel Castro
“Australia, Abril 18, 61
“3 am
“P.D. Todavía no he recibido noticias desde el papelito en que me informabas que el enemigo disminuía el volumen de fuego.”
Fidel durante los combates de Playa Girón
Fidel durante los combates de Playa Girón
Sobre mi regreso a La Habana aquella madrugada, le conté una vez al historiador Quintín Pino Machado, quien lo relató en su libro: “‘Yo conocía el lugar a la perfección -por exploración, por gusto a la naturaleza, por espíritu guerrillero (…) conocía por donde podían transitar camiones, tanques -conocía un camino por la izquierda que salía dos kilómetros al oeste de Playa Larga. Entonces, estoy esperando los tanques para iniciar de noche, en la madrugada, alrededor de las dos o las tres, un ataque por esos caminos que estaban vacíos y les iba a salir a la retaguardia de Playa Larga (…) yo estoy organizando el ataque… y en ese momento -sería la una de la mañana, una y media, no puedo precisar- me informan que se está produciendo un ataque por el oeste de La Habana. ¿Qué se está produciendo un ataque por el oeste de La Habana? ¿Seguro? El informe me lo llevó un mensajero en automóvil. No tenía comunicaciones allí por radio. Entonces mando a ver si está comprobado; me dicen: está comprobado. Dijeron: ya se ha producido contacto con el enemigo. Digo yo: qué raro, qué extraño, porque todo indica que este es el ataque principal; a lo mejor tendrían una reserva de tropas en Miami y la han mandado para el oeste de La Habana, por Pinar del Río, por Bahía Honda… Dijimos: bueno, la batalla principal se va a dar en La Habana. Y salí de allí. Encargué al que estaba en el Puesto de Mando -no a Fernández- (…) la tarea de realizar este ataque que yo estaba organizando, fui para La Habana, y llegué a La Habana al amanecer…
“‘Y cuando llego (…) yo no tenía comunicación en el carro (…) El camino era largo, más de tres horas (…) Cuando llego a La Habana al amanecer, se comprueba que no se había producido el desembarco. Y entonces el compañero que yo dejé allí encargado de la misión no conocía los lugares y no se llevó a cabo el ataque de tanques por la retaguardia de Playa Larga y el enemigo se retira y se puede concentrar en Girón. Si se llega a hacer esa operación los hubiéramos dividido (…) Se habría liquidado la invasión, yo calculo, en treinta horas.
“‘Años más tarde se conoció que la confusión la generó una maniobra diversionista de la CIA, la cual utilizó para ella equipos electrónicos muy modernos y perfeccionados, capaces de simular una batalla. Por diversos medios de transportación, balsas de goma entre otros, aproximaron los equipos hasta la costa y con efectos luminosos contrapuestos y los ruidos característicos correspondientes, lograron dar la apariencia de un combate verdadero; la noche del 16 se habían observado movimientos de barcos al oeste de La Habana.
“El éxito de la maniobra consistió en prolongar los combates por un hecho fortuito, ya que dio la casualidad de que el único oficial presente que conocía la zona era el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Cubanas. Pues la defensa de La Habana tenía el 90% de sus fuerzas intactas y listas para combatir y no era necesario trasladar ningún efectivo de la ciénaga para allá.”
Desde Australia, a través de Augusto Martínez Sánchez, el capitán Fernández informa que la ofensiva hacia Playa Larga había sido detenida y tenía una cantidad indeterminada de muertos y heridos. Le respondo por esta misma vía:
“4:40 a m.
“De Augusto a Fernández:
“Fidel recibió tu mensaje y me informa que te dé las siguientes instrucciones:
“1. Que emplaces todas las antiaéreas para que protejan a nuestra gente.
“2. Que los tanques sigan atacando y que vuelvas a emplazar las piezas (obuses de 122 mm).
“3. Que no debes dejar de instalar una sola AA.
“4. Que te recomienda que mandes una tropa, bien del Bon 180 ó del 144 para que avances por Soplillar para salir a la Caleta del Rosario y cortarles la carretera. Cortar así al enemigo en dos.
“5. Que si es necesario se te pueden enviar los diez tanques que están al llegar de Jovellanos.
“6. Esos diez tanques puedes dividirlos en dos grupos: por la carretera y por Buenaventura.
“7. Que si es necesario mover los tanques durante el día se te puede mandar una fuerte protección AA.
“8. Por último, dice Fidel que hay que tomar a Playa Larga sin excusas.”

Testimonio de José R. Fernández Álvarez:

“…la idea de Fidel era dividir al enemigo. Hacerla con el batallón 111 separando a las unidades que están al norte de San Blas de las de Girón, y con el 144 aislando a las que están en Playa Larga de Girón, y con esto dejarlos en tres grupos, separados unos de otros, para aniquilarlos con mayor rapidez.
“Estoy convencido de que si hubiéramos logrado esto, hubiera caído Girón el día 18. Desafortunadamente eso no se ejecutó por el batallón 111 ni tampoco por el batallón 144, eso disgustó a Fidel. Al batallón que yo envié se le desapareció el guía.”
“Lo cierto es que no salió bien la operación, el enemigo situado en Playa Larga huyó, y unido con la fuerza principal contribuyó a la defensa y fuerte resistencia que hicieron en Playa Girón.”






Es difícil escribir sobre los acontecimientos históricos cuando muchos de los protagonistas principales han fallecido o no están en condiciones de testimoniar sobre los hechos.
Es notable, sin embargo, el número de compañeros que siendo muy jóvenes cuando la Batalla de Girón -y que continuaron después prestando valiosos servicios en las Fuerzas Armadas Revolucionarias como soldados u oficiales, en misiones patrióticas o internacionalistas-, todavía recuerdan y describen con lucidez su participación en las acciones, que  no estaba recogida en apuntes, testimonios o libros.
En la búsqueda de datos precisos me vi obligado a revisar documentos, memorias, libros; a conversar con diversos compañeros que enriquecieron mis recuerdos e incluso aportaron detalles y hechos sobre los cuales no tenía noticias; pero sobre todo, tuve una gran seguridad sobre lo que hice o no hice; lo que dije y no dije.
De este modo, iré incluyendo hechos en esta narración que no constaban en papel o documento alguno de los que se atesoran con esmero en la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, donde el incansable historiador, Pedro Álvarez Tabío, recopiló, registró, investigó y conservó hasta su muerte el 13 de junio de 2009.
Como los lectores de la primera parte de esta Reflexión recordarán, yo conté las medidas adoptadas hasta las 10:00 horas del día 17 después del desembarco. En ese momento se interrumpe el relato de las instrucciones que iba emitiendo desde el Punto Uno, para proseguirlo a las 13:02 horas -con la transcripción de mi llamada telefónica al compañero Raúl en la provincia de Oriente-, pues no disponía de las impartidas entre esas dos horas, y ni siquiera estaba seguro de que se hubieran conservado.
La situación en la mañana temprana del 17 de abril era demasiado tensa tras los bombardeos traicioneros de nuestras bases aéreas el día 15, y el desembarco por Girón 48 horas después.
Solicité a la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado un esfuerzo especial en la búsqueda de informaciones sobre esas tres horas. Hurgando entre cientos de papeles, el coronel Suárez y su equipo lograron reunir las noticias que requería sobre esas horas, así como fotos de documentos escritos a mano, y me las enviaron. Puedo por ello incluir en esta segunda parte de la Reflexión referencias a ese importantísimo momento.
Fidel imparte instrucciones a los combatientes en la Comandancia instalada en el Central Australia
Fidel imparte instrucciones a los combatientes en la Comandancia instalada en el Central Australia
Comenzaré incluyendo el mensaje a Fernández en el central Australia que, en aras de la brevedad, no utilicé en la primera parte de la Reflexión.
09:55 hrs. A Fernández. Australia. Fernández, les hundieron un barco y otro se lo dejamos ardiendo, y les hemos jodido un avión también. ¿El chorro está ahí? Sí. ¿No están volando ellos ahora? Sí. A ver, dime. Los chorros yo te los voy a mandar… a menos que se haya equivocado, tienen que estar volando ahí. Te voy a asegurar la protección, hasta que tú tengas asegurado Pálpite. Ve a la carretera y aférrate en Pálpite, eso es muy importante. Entonces, te voy a mantener la protección aérea todo el tiempo que necesites allí. Voy a volver a repetir, no sea que el avión se haya equivocado. Bien.”
Repito el ya publicado cinco minutos después para que se pueda entender mejor lo que ocurría a las 10:00 horas:
10:00 hrs. A Curbelo. FAR. Curbelo: Fernández no me ha informado. Tú tienes que explicarle bien al piloto que es la carretera que va del central Australia a Playa Larga, que es donde tienen que prestar protección los chorros, pero no tienen que llegar hasta Playa Larga, sino hasta Pálpite. Cuando uno regrese, que el otro salga, debes explicárselo bien: protección aérea a eso. Sí, más o menos, para la tropa nuestra que va a avanzar por ahí. Australia a Playa Larga, ¿hasta Cayo Ramona? ¿Qué? Sí. Bien, mantener la protección sobre la carretera, que es importante, y mantener el ataque sobre los barcos. Y, siempre alertas, porque ellos mañana van a tratar de joder ahí. Mantener la protección sobre la carretera todo el tiempo que sea necesario. Yo te aviso. Bien, muy bien.”
La Fuerza Aérea Revolucionaria tuvo un decisivo papel en el enfrentamiento a la invasión mercenaria
La Fuerza Aérea Revolucionaria tuvo un decisivo papel en el enfrentamiento a la invasión mercenaria
Viene a continuación un grupo de noticias sueltas que evidentemente no eran instrucciones tomadas por taquigrafía. Son comunicaciones que se refieren a datos y temas que transcribo tal y como los recibí, sin añadir ni quitar detalles, haciendo las observaciones pertinentes, cuando son confusos o carecen de sentido. Este lapso se produce entre las 10:05 y las 12:35 horas en que se restablece el lenguaje familiar e inteligible.
10:05 HrsInt. Curbelo a Del Valle para informarle de si se autoriza aviones de guerra norteamericanos procedentes de Miami, pueden aterrizar en el aeropuerto de Guantánamo, informando Fidel que eso no puede ser.
10:05 Hrs. Int. Fidel a Quiko que por donde van los tanques que se dirigen a Matanzas.
10:11 Hrs. Interesa Fidel averiguar bien dentro un intmr. Si es cierto que van a desembarcar.
10:12 Hrs. Informa Curbelo a Fidel que el Sea Fury nuestro que, hubo de derribar un cuatrimotor B-29, enemigo, en Bahía de Cochinos. (Es indiscutible que se trataba de un B-26. A esa hora no se conocía todavía bien el tipo de avión que usaba el enemigo).
10:14 Hrs. Interesa un norteamericano nombrado Campbell que desea hablar con un alto funcionario del gobierno. Informándole que era imposible.
10:15 Hrs. Interesa Fidel le pongan un radio para escuchar algunas noticias de interés.
10:22 Hrs. Informa Acevedo que la Fuerza de Combate de Cojímar está lista.
10:23 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel de que las Columnas y Escuadras de Combate se dirijan a Matanzas, a la Escuela de Milicias de ese lugar.
10:21 Hrs. Informa Curbelo al Cmdte. Fidel de que en la Base consultaban que si podía pasar por el territorio aviones de guerra, procedentes de Miami. Informando el Cmdte. Fidel, que sí podían pasar por la línea normal, pero no por encima de nuestro territorio. Informó además Curbelo, de que hay tres barcos fuera de combate entre ellos, uno cargado de camiones y otras cosas, así como también fue derribado un cuatrimotor B-29.
10:40 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel, mandar otra batería de Matanzas para Covadonga.
10:45 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel de que la tropa siga avanzando protegido con el A chorro, que se mande un Batallón para Soplillar y otro para Australia.
10:48 Hrs. Informa las FAR de que si Sea Fury nuestro, hubo de derribar a dos B-26 enemigos.
Uno de los aviones mercenarios derribados por la fuerza Aérea Revolucionaria
Uno de los aviones mercenarios derribados por la fuerza Aérea Revolucionaria
10:53 Hrs. Informan desde el frente de Opnes. de que acaba de llegar a Pálpite, nuestra Fuerzas. El Cmdte. Fidel imparte órdenes de que sigan avanzando a Soplillar. Ya se encuentra en los frentes el Batallón de Matanzas. Ordena el Cmdte. Fidel, de que a los prisioneros no los maten, llevarlo para Australia. Procurar tener poco tránsito en la carretera. Serán cuidados por aviones nuestros. (Se refiere a los camiones que transporten combatientes)
10:57 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel de que los chorros protejan a las Fuerzas que avanzan sobre Soplillar rumbo a la Playa. (Soplillar, es un caserío situado al sureste de la carretera que conduce, a través del bosque, rumbo al mar)
11:18 Hrs. Comunica el Cmdte. Fidel al Cmdte. Puertas que informe al Cmdte. Olivera que vire para atrás inmediatamente la compañía de bazucas. Los obuses que esperen en Jagüey, los obuses pueden ir con Olivera. Los tanques deben quedarse ahí, las bazucas con Fernández, y el Batallón 113 que sea alcanzado donde sea, y las bazucas se las lleven, para Covadonga, debe ir la Bat. 285 y 113, estos deben estar con bazucas.
11:25 Hrs. Ordena el Cmdte. Puerta una batería de bazuca, ordena salir una Co. de bazuca, urgentemente hacia Jovellanos.
11:27 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel Castro al Cmdte. Puerta, que revoque la orden anterior y deje que sigan las dos (de obuses) a toda velocidad y las otras cuatro y otra de 120 que alcance a Fernández, y la otra con Filiberto.
11:30 Hrs. Llama Teruel al Cmdte. Fidel, informa de que la Co. y Bat. de cañones habían pasado rumbo a Covadonga, así como una Bat. anti-aérea y cuatro Bat. de Obuses en Jovellanos, los cuales van a defender a Jagüey, el armamento. Bat. 85 para Fernández.
11:38 Hrs. Ordena el Cmdte. Fidel al Cmdte Puerta de que para Filiberto la 15.85, así como dos Bat. Art. Para Fernández como el Pelotón 4, si llega el 230 se le manda a Fernández para Jovellanos, en esa dirección va el 180 y otro más, así como más tarde irán 4 más para Jagüey, la Bat. 1 y 11 van para Jagüey, 6-19-22 van para Matanzas.
11:40 Hrs. Informó las FAR que resultados de las últimas Opnes. se encuentran protegiendo a la avanzada.
11:48 Hrs. De orden del Cmdte. Fidel a Almeida, qué noticias hay de Covadonga, y van a avanzar por Yaguaramas, llevando morteros, Anti-Aéreo, y Bazucas, y Filiberto va hacia Covadonga con el Bon. de Bazucas y más atrás una compañía de mortero 185.
11:51 Hrs. Informa el Cmdte. Fidel a Covadonga de que por Yaguaramas se dirige una Co. con morteros y Bazoocas. Además, Filiberto más atrás, con más Bazoocas y morteros con el objeto de llegar en el día de hoy hasta la bajada.
12:00 Hrs. Capt. Herandez (debe ser Fernández) informó al Cmdte. Fidel mandar rápidamente que alcancen a Olivera, llegaron cañones antiaéreos que se moverán por la noche, actualmente se encuentran en Pálpite. Tiene completa protección por los aviones, por la noche se van a buscar cañones y tanques. Cualquier enemigo abrir fuego. Actualmente hay un B-26 enemigo sobre Australia.”
(El mensaje está confuso, excepto la idea de que artillería y tanques deben esperar la noche).
12:07 Hrs. Informa FAR. A chorro enemigo listo en estos momentos. (Debe ser chorro amigo y no enemigo)
Fidel visita a una brigada de la Defensa Antiaérea.
Fidel visita a una brigada de la Defensa Antiaérea.
12:11 Hrs. Informes al Cmdte. Fidel dice lo siguiente: - de que se encuentra en Pálpite, el Cmdte. Fidel sugiere usar la artillería de noche y con mortero y si puede montar los morteros 120 hacia Soplillar y Pálpite, actualmente no combaten se encuentran en barcos. (Tal vez se refería a enemigos). Un paracaidista, un herido, que se dio a la fuga. Que ocupen posiciones hacia Soplillar y Playa.    El a chorro actualmente se encuentra detrás de un B-26 enemigo, es muy importante coger posición. En Pálpite, y Tomar la Playa al paracaidista muerto tiene nombre norteamericano. (Está escrito de esa forma confusa y no se vuelve a tratar la errónea y disparatada idea a esa hora)
12:20 Hrs. Informó el Cmdte. Raúl de que se están concentrando para Ote. grupos contrarrevolucionarios, hubo de decirles Fidel que tomaran precauciones.
12:35 p.m.- A PUERTA- Matanzas.- Manda aviso a los morteros, que tienen que llegar hasta Fernández. La 2 es la primera, debes mandársela a Fernández. Si no es la 2, sino otra, se la mandas igual. La 2, la 9 y la 13, la que sea, la que esté allí, para Fernández, rápido. Las otras dos, que son la 9 y 13, o las que sean, llévalas para allá. ¿Con la 15? Para Covadonga. Sí, todo completo allá. Así que manda rápido esa para Fernández, y las otras dos las acumulas ahí. Oye, los tanques distribúyelos por ahí, ocultos, en espera de órdenes.
12:37 p.m.- A FERNÁNDEZ- Australia.- ¿Qué otras noticias hay? Sí, el águila imperialista. Bien, ¿qué otras noticias hay? ¿Y están avanzando hacia Soplillar también? Sí. Vigila, tengan cuidado con las emboscadas. Bien, ¡muy bien! Óyeme, ¿los antitanques te llegaron? Bueno, sí. Ya la batería de morteros pasó por Matanzas. Yo creo que a las tres de la tarde la tendrás ahí. ¿Ya? ¿Dos compañías? ¿Con morteros, con morteros? Bueno, hace falta el 120, si hay resistencia. ¿Cuál? Bueno, hay que tener cuidado. Tan pronto lleguen los morteros, los emplazas lo mismo hacia la playa que hacia Soplillar; ahí mismo, que después van más baterías. Vamos a ver si al amanecer ya tenemos tomado aquello. Bueno, hasta luego.
12:42 p.m.- A CURBELO- FAR.- Que los observen, a ver hacia donde van. Sí, pero cuando lleguen ya no están. Métele un bombardeo a Playa Girón. ¿No hay enemigos?, ¿limpio? ¿Ni hombres tampoco, hombres tampoco? ¿Ni camiones moviéndose? Bueno, que metan una limpieza entre Playa Larga, Cienfuegos y Girón, todo lo que se vea. Y sigan protegiendo el avance. Sí, esperen más informes, porque van a llegar tarde. Sigan protegiendo el avance.
12:45 p.m.- A FERNÁNDEZ- AUSTRALIA.- ¿Ya llegó el refuerzo, qué noticias tienen del refuerzo? ¿No han mandado a preguntar allá? Sí, está bien. ¿Dónde fue el morterazo? ¿Dónde está Jocuma? ¿Ahí fue donde le metieron el morterazo? Pero, ¿está llegando la gente allí? ¿Seguro? Está bien. (Dicen que no han llegado los de Almeida).
Antiaéreas en Girón. Foto: Raúl Corrales
La Artillería en Girón. Foto: Raúl Corrales
12:47 p.m.- CURBELO-FAR.- ¿Así que la hundieron allí? Sí. ¿Y después qué pasó? ¿Qué tú crees, los reembarcaran otra vez aquí? ¿Ellos no se pudieran ir, no se pudieran ir? Vas a barrer desde Playa Larga a Girón, todo lo que se mueva, y después por la carretera de Girón, hasta cerca de Cayo Ramona. Que no pasen de Cayo Ramona. Así que desde Playa a Girón, y de ahí hasta cerca de Cayo Ramona, a todo lo que se mueva, y después regresan. ¿Así que los barcos están huyendo mucho?, ¿van huyendo mucho? ¿Tú crees que vayan a desembarcar en otro lugar, o no? ¿Tú crees que valga la pena darles otra rociada? ¿Están seguros de que no son barcos americanos, o algo de eso? Bueno, que les metan una azocada, después de barrer por allí. O.K.
12:55 p.m.- DORTICOS.- Óyeme, los barcos se van retirando. Bueno, tres barcos hundidos allí, y va uno ardiendo, de ellos, y la gente cazándolo. Yo creo que sí, ¿oíste? Han avanzado hacia la Playa, y hacia Soplillar. Ellos lo mantenían, pero va avanzando la tropa nuestra hacia allá. Ellos han avanzado desde Cayo Ramona hacia Covadonga, pero el flanco izquierdo de ellos se les va para el carajo. Le vamos a tirar ahora todo lo que se mueva por todo aquello. Sí, un avión. Pero, era lógico que los barcos se retiraran ¿oíste? Porque fue mucha la leña. No, enérgicamente. Los síntomas son jodidos para ellos. ¿Y la denuncia de nosotros? Bien. La propaganda si. ¿Miró está hablando de desembarco, donde? ¿No, por dónde se fueron? Sí, está bien.
“Osmany informa (13:00 p.m.), que Pedrito Miret sacó 24 obuses para Jovellanos, que tiene 24 obuses listos, y está preparando las baterías de 122.”
Interrumpo en este punto el relato de las instrucciones que iba impartiendo con relación a los continuos combates en Girón, para incluir las partes esenciales de la conversación que sostuve el 25 de abril de 2011 con quien fuera jefe del batallón de la Escuela de Responsables de Milicias, el coronel retirado Nelson González, un compañero capaz y bien preparado de esa unidad combativa que derrochó valor y arrojo en aquel fiero combate frente a la invasión mercenaria organizada por el imperialismo contra nuestra Patria.
Cmdte.- ¿A qué hora recuerdas que llegaron a Pálpite?
Nelson González.-  Yo calculo que sería entre 9:30 y 10:00 de la mañana.
Defensa antiaérea. Foto: Raúl Corrales
Defensa antiaérea. Foto: Raúl Corrales
Cmdte.-  ¿Recuerdas qué había en Pálpite? ¿Cómo era el pueblito?
Nelson González.-  El pueblito eran cuatro o seis casuchas de yagua, con los techos de guano, que cuando se les tiró cogieron candela, porque en Pálpite nos hicieron disparos aislados; o sea, que Pálpite, en realidad, no fue tomado en combate, fue ocupado.
Cmdte.-  ¿De dónde venían los disparos que dices?
Nelson González.-  Venían de los alrededores de allí, no pude precisar porque fueron muy pocos disparos.
“En esos momentos lo que había allí, como máximo, era un pelotón, el primer pelotón de la primera compañía.
Cmdte.-  ¿Y el resto dónde estaba?
Nelson González.-  El resto estaba en la columna que venía detrás.
“Nosotros entramos en Pálpite, nos apoderamos de Pálpite y caminamos un poco hacia adelante.
Cmdte.-  ¿Pero a qué distancia están las casitas aquellas?
Nelson González.-  Las casitas deben estar, Comandante, a unos 25 o 30 metros de la carretera, estaban muy cerca de la carretera.
Cmdte.-  ¡Ah!  ¿Y de ahí qué hizo la tropa?
Nelson González.-  La tropa venía detrás y se fue pegando allí, tratando de avanzar hacia la playa.  Eran más de las 11:00 de la mañana.  Entonces fue cuando nos hacen un fuego fuerte desde la avanzada que tenían ellos, porque ellos tenían avanzada.
Desde una embarcación mercenaria se divisa la Bahía de Cochinos.
Desde una embarcación mercenaria se divisa la Bahía de Cochinos.
Cmdte.-  ¡Ah!  ¿Te recuerdas a la hora que fue eso?
Nelson González.-  Debe haber sido antes de las 12:00 del día.
“¿Usted sabe por qué le digo eso?  Porque alrededor de la 1:00 o 1:10 fue cuando llegaron los aviones.
Cmdte.- ¿Y hacia Soplillar movieron alguna gente?
Nelson González.-  Hacia Soplillar se movió una compañía, menos un pelotón. Del teniente Roberto Conyedo León.
Cmdte.-  Que es el que está vivo.
Nelson González.-  Sí, que es el que está vivo.
Cmdte.-  ¿Dónde vive él?
Nelson González.-  Está viviendo en La Habana.
Cmdte.-  ¿No pudiste averiguar la dirección?
Nelson González.-  No pude averiguar la dirección, pero me dijeron unos compañeros que él no está muy bien de salud.
Cmdte.- Pero tiene que haber otro compañero que estaba en la compañía.  ¿Qué compañía era?
Nelson González.-  Era la segunda compañía. Rodrigo Rossié Rodríguez, un teniente de milicia del primer curso, era jefe del segundo pelotón.
Cmdte.-  Rodrigo Rossié.  ¿Sabes si vive o murió?
Nelson González.-  La última noticia que tuve de él es que está vivo y que anda por el ICRT, porque es especialista en comunicaciones.
Cmdte.- Conyedo es el que está mal.  ¿Qué edad tiene Conyedo?
Nelson González.-  Debe tener más o menos la edad que yo tengo, debe andar cumpliendo los 70 o 71.
Cmdte.-  ¿Sabes algo del otro pelotón?
Nelson González.-  El jefe del otro pelotón era Claudio Argüelles Camejo, que es el que se queda en Pálpite.  Yo le dije que había ido para Soplillar una compañía, menos un pelotón; éste se queda en Pálpite y lo matan en Pálpite cuando el bombardeo.
Cmdte.-  A él lo matan.
“¿Atacaron Pálpite también, al mismo tiempo?
Nelson González.-  Sí, por la tarde la aviación atacó.
Cmdte.- ¿Fue por la tarde que atacaron a la compañía?
Nelson González.- Eso fue ya cuando entró la aviación, a partir de la 1:00 de la tarde.
Cmdte.-  ¡Ah, bueno!, llaman la tarde a la 1:00.  Fue el mismo que los atacó a ustedes por la carretera.
Nelson González.-  Sí, fue el mismo avión, ametrallaba, tiraba bombas y tiraba cohetes.
Cmdte.-  Pero ese avión tiene que apartarse de la carretera para tirar en Soplillar.
Nelson González.-  Pero muy poco.  Muy poco porque antes de Soplillar tiró para Boquerón.
Cmdte.-  Me has hablado del pelotón uno, que es donde está Rodrigo Rossié Rodríguez, y ahora me estás hablando del pelotón dos, el de Claudio, ¿no?
Nelson González.-  Sí, el pelotón dos es el de Claudio.
Cmdte.-  El de Claudio.
“¿Y cuántos pelotones había allí?
Nelson González.- El tercer pelotón va también para Soplillar.
Cmdte.- ¿Cómo cuántos hombres estaban con ellos?
Nelson González.-  Con ellos, bueno, una compañía, pero en el pelotón deben haber sido alrededor de 60 a 80 hombres en Soplillar, y en Pálpite se deben haber quedado 25 o 30 hombres de esa compañía.
batalla de Playa Girón
Cmdte.-  Correcto.  ¿A qué distancia tú calculas que está Soplillar de Pálpite?
Nelson González.-  Yo calculo que Soplillar está de Pálpite a unos cinco o seis kilómetros, me parece.
Cmdte.-  Correcto. Sí, es la idea que yo tenía, me parecía que Soplillar estaba un poquitico más apartado de la carretera.
Nelson González.-  Sí, sí.  Soplillar está apartado de la carretera.
Cmdte.-  ¿Cómo cuánto?
Nelson González.-  Yo le digo que usted tenía que romper camino por ahí para adentro hasta llegar a Soplillar, que es donde había una pequeña pista y ahí yo le digo que más, menos, estaba metido para adentro, por lo menos, entre cuatro, cinco o seis kilómetros.
Cmdte.-  Ah, bueno, esa es mi idea.
¿Y qué casa tú me dijiste que había donde mataron a Claudio?
Nelson González.-  En Pálpite.
Cmdte.-  ¿También todo eso es Pálpite?
Nelson González.- Donde matan a Argüelles es en Pálpite.
Cmdte.-  ¿Y los que estaban en Soplillar de qué compañía eran?
Nelson González.-  De la segunda.
Cmdte.-  ¿También?
Nelson González.- Sí, porque la compañía que se manda para Soplillar es la segunda compañía, menos un pelotón.
Cmdte.- ¿Donde matan al muchacho? ¿Claudio era del segundo pelotón?
Nelson González.-  Del segundo pelotón de la segunda compañía.
Cmdte.- ¿Alguien tendrá la lista de los hombres?
Nelson González.- En el material que le mando a usted, está el jefe de batallón, los jefes de compañías y pelotones.
Cmdte.- ¿Me dijiste que en el batallón eran cinco compañías?
Nelson González.- Seis compañías y una batería de morteros de 82 milímetros.
Cmdte.- Cuando avanzaron hacia Playa Larga, a la 1:00 dices tú, más o menos, ¿fue todo el curso o mandaron dos compañías? ¿Cómo es?
Nelson González.- Fíjese, delante iban la primera y tercera compañías; atrás iba la cuarta compañía y un poco más atrás la sexta compañía, porque la quinta se había quedado en la escuela; la quinta se incorpora después de las 3:00 de la tarde, porque ya lo que dejan aquí en Matanzas es un pelotón para cuidar la guarnición.
Cmdte.- Correcto.
“Realmente las que estaban allí en ese momento eran cuatro, atrás se queda la quinta. ¿Y la sexta? Son seis.
Nelson González.- La sexta iba un poco más atrás. Lo que pasa es que como íbamos en columnas, digamos, prácticamente en orden cerrado, no teníamos forma de desplegarnos, éramos muy vulnerables.
Cmdte.- ¿Te recuerdas de la carretera hacia la playa, después que uno ha cruzado la boca de la laguna y todo eso, cuándo empiezan los árboles? ¿Es antes de llegar a Pálpite?
Nelson González.- Los árboles frondosos empiezan después de Pálpite, por la izquierda, porque por la derecha era hierba mala, como una especie de planta espinosa.
Cmdte.- Cuando llega el avión, ¿la primera compañía dónde está?
Nelson González.- La primera compañía está aproximadamente a un kilómetro de Pálpite.
Cmdte.- Entonces había bastante densidad.
¿Como cuántos hombres había reunidos allí?
Nelson González.- Allí estaban reunidos los de la primera y la tercera, debía haber alrededor de 200, 280 hombres.
Cmdte.- Pero por la izquierda y por la derecha.
Nelson González.- Sí, por la izquierda y por la derecha.
Cmdte.- A un kilómetro. ¿Qué distancia había de la playa?
Nelson González.- Calculo más o menos tres o cuatro kilómetros, porque, si mal no recuerdo, de Pálpite a la playa hay seis kilómetros.
Cmdte.- Desde las cuatro casuchas aquellas.
“Sí, ya entiendo, más o menos, eso es correcto.
“¿Y ellos, desde tierra, hasta dónde habían avanzado los mercenarios?
Nelson González.- Los mercenarios tenían posiciones avanzadas. Yo calculo que no era más allá de 500 metros de la posición principal que estaba a la entrada de la playa.
Cmdte.- Alrededor de 500 metros.
“Eso es a la 1:00.
Nelson González.- Sí, más o menos a la 1:00.
Insignias de los paracaidistas de las fuerzas mercenarias
Insignias de los paracaidistas de las fuerzas mercenarias
Cmdte.- ¿Los morteros están tirando ya, los 105?
Nelson González.- No, todavía.
Cmdte.- ¿Y el cañón sin retroceso?
Nelson González.- El chiquito, el de 75 milímetros.
Cmdte.- Bueno, ellos tenían dos tipos según yo tengo entendido, creo que el 57 y el 75.
Estoy tratando de imaginar lo que puede verse a cuatro kilómetros.
Tal vez ellos tenían 500 metros avanzados por esa zona.
Mira a ver si recuerdas, por la noche, cuando llegaron los cañones del 85, que discutieron con Fernández, que se situaron detrás de Pálpite, ¿en qué lugar fue?
Nelson González.- Un poquitico detrás de Pálpite, a la izquierda.
Cmdte.- Pero, ¿en tierra, o sobre la carretera?
Nelson González.- En tierra, en el diente de perro que había allí.
Cmdte.- ¿Te acuerdas cuando llegaron los cañones 122?
Nelson González.- No, no recuerdo eso, porque ya los cañones 122 llegaron en horas del anochecer.
Cmdte.- Sí, al anochecer.
Nelson González.- A la izquierda había un pequeño campo para desplazar las piezas antiaéreas. No recuerdo si fueron cuatro piezas o seis piezas de cañones 85 milímetros, y si mal no recuerdo, el jefe de la batería era el teniente Dow, pero no recuerdo bien cuál es su nombre.
Cmdte.- ¿Está vivo o ha muerto?
Nelson González.- No, no sé.
Cmdte.- Cuando llegaron los cañones, se supone que utilizaron ese terreno allí.
Nelson González.- Los vi, no lo supongo, sino que los vi.
Cmdte.- Yo conozco un compañero -el otro día estuve hablando con él- que es hermano de un teniente que matan los aviones, a esa hora, en el primer ataque. Él tenía unas granadas…
Nelson González.- Ese es Claudio Argüelles Camejo.
Cmdte.- Exacto.
Nelson González.- En el material que yo le mando están las fotos.
Cmdte.- Correcto.
“Entonces se lo llevaron para allá porque estaba muerto. ¿Usted recuerda o tiene idea de los compañeros que resultaron muertos o heridos en aquel lugar, a la hora en que los aviones atacaron?
Nelson González.- La hora en que los aviones atacaron debe haber sido entre las 13:00, las 15:00 o las 17:00 horas, creo que a las 15:00 horas.
Cmdte.- ¿Dónde pueden estar los datos de los muertos y heridos?
Nelson González.- Los muertos van ahí en el material.
Cmdte.- Correcto. ¿Y usted recuerda los muertos?
Nelson González.- Muertos son 21 y uno que falleció después. En el material que le mando están los 21 que cayeron en combate, el número 22, que falleció después, no lo tengo.
Cmdte.- Correcto.
Mártir de la Batalla de Girón
Mártir de la Batalla de Girón
Nelson González.- Con todo gusto le contesto todas las preguntas que me haga.
Cmdte.- Correcto. Gracias
“Está vivo el Jefe de la Columna 1, Haroldo.
Nelson González.- Por el día no había llegado Haroldo.
Cmdte.- No, eso fue por la noche, todos ellos llegaron por la noche; porque estoy pensando, me hago una pregunta, realmente, por qué avanzaron a esa hora.
Nelson González.- Bueno, Jefe, solamente con el curso de los años le he hallado una explicación a eso, única y exclusivamente fue el entusiasmo, el deseo de victoria y la elevadísima moral que tenía aquella gente. Después los mercenarios se preguntaban cómo era posible que los hombres de las camisas azules y las boinas verdes cayeran y los demás seguían avanzando.
Cmdte.- Creo que esa es una explicación, realmente, porque a mí ni por la mente me pasaba mandar a esa gente a avanzar a esa hora, porque todavía no habían llegado los tanques ni la artillería antiaérea; fue una sorpresa. Ahora lo entiendo.
“¿Después del ataque dónde pudieron replegarse ustedes?
Nelson González.- Hasta Pálpite otra vez.
Cmdte.- ¿Pero dónde pudieron ocultarse los compañeros, porque el día es largo?
Nelson González.- En los alrededores de Pálpite, en las carreteras y en los bordes de las cunetas, allí no había más nada.
Cmdte.- Pero allí también los podían atacar otra vez.
Nelson González.- Sí, cómo no, nos atacaron también.
Cmdte.- ¿Después de aquel ataque volvieron a repetir?
Nelson González.- No, a mí me parece que ellos volaron una vez y volvieron a volar otra vez sin ir a recargar, porque no había tiempo de ir a Nicaragua.
Cmdte.- Es verdad que tenían que ir hasta allá para recargar y tardaban horas.
Nelson González.- Ahorraban las municiones para hacer varios pases.
Cmdte.- Sí, pero no podían estar mucho tiempo dando vueltas.
Nelson González.- No podían estar mucho tiempo en el aire.
Cmdte.- ¿Tú recuerdas cuándo llegaron los primeros tanques?
Nelson González.- En horas de la noche también.
Cmdte.- Sí, porque aquellos no podían llegar allí hasta por la noche, precisamente para que no los atacaran.
Nelson González.- Claro, claro.
Cmdte.- Y tampoco la artillería, ya fueron con antiaéreas. Yo tengo los datos de todo lo que se mandó para allá. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que cuando atacamos, atacamos conscientes; ahí, indiscutiblemente, también nos dejamos llevar por el entusiasmo, puede decirse; porque, bueno, no se puede hacer otra cosa si tú llevas tanques y artillería antiaérea, había que atacar.
Nelson González.- Prácticamente fue a pecho descubierto.
Cmdte.- Claro, pero iban tanques.
Nelson González.- Ya iban tanques y al lado la artillería estaba tirando y los morteros estaban tirando.
Tanque de las fuerzas revolucionarias avanza hacia Playa Girón
Tanque de las fuerzas revolucionarias avanza hacia Playa Girón
Cmdte.- Vamos ahora a recordar un poco aquello.
La gente de Haroldo tenía instrucciones, iban protegidos por los tanques, en cierta forma: el primer tanque delante, en el segundo iba López Cuba, en el tercero creo que Haroldo; tenían, por lo menos, algo.
“Ahora, ¿recuerdas qué compañía de ustedes avanzó con ellos por la noche?
Nelson González.- La primera y la tercera compañías.
Cmdte.- ¿Volvieron la 1 y la 3?
Nelson González.- Sí, después del repliegue hasta Pálpite, por la tarde, por la noche se volvió de nuevo al ataque. Ahí llevamos cerca de 300 hombres.
Cmdte.- ¿Iban por los dos lados también o avanzaron por la izquierda?
Nelson González.- Por los dos lados de la carretera.
Cmdte.- ¿Y la gente de Haroldo por qué lado iba?
Nelson González.- Yo leí el otro día un artículo que decía que la gente de Haroldo era el segundo escalón de la Escuela de Responsables de Milicia, y por lo que yo recuerdo la gente de Haroldo iba junto con nosotros.
Cmdte.- Claro, se suponía que ellos tenían que ir primero porque tenían los tanques, tenían la artillería, era una tropa fresca. Se suponía que ustedes fueran también, porque ese nivel de bajas no se conocía en el Puesto de Mando Central. Recuerdo que era oscuro cuando llegamos, me parece que era oscuro; porque llegué hasta donde estaban tirando algunos morteros nuestros de 120 milímetros y donde estaba ubicada la artillería, los obuses de 122 milímetros, hablé con Haroldo. Estando allí es que me llega el mensaje por escrito de que estaban desembarcando por el oeste de La Habana -todo eso está escrito y filmado-, las instrucciones que le doy a Fernández y lo que me responde Fernández.
“Ya estaban mandando para allá el batallón 111, y otro más, creo que era el 144. Con Haroldo había llegado también una compañía de tanques.
“Había que cortarles la retirada, sobre todo después que nos rechazaron el ataque.
“Es que era suicida, desde el momento en que empezaron. Uno de nuestros tanques llegó hasta el final de la carretera donde estaban atrincherados un tanque de los mercenarios, cañones sin retroceso, morteros de 105 milímetros y ametralladoras calibre 50 barriendo la carretera recta, sin posibilidad alguna de franquearla.”
Más adelante volveré sobre este tema que abordé con Nelson González, hoy Coronel retirado de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias, Jefe del batallón de la Escuela de Responsables de Milicias, que había ocupado el caserío de Pálpite, alrededor de las 10 de la mañana del 17 de abril, y envió hacia Soplillar la compañía 2 menos un pelotón; puntos donde fueron lanzados dos nutridos y bien armados pelotones de paracaidistas enemigos.

Día 18

08:30 hrs. A Ameijeiras. Los morteros no los lleves. Pídele a Osmany la compañía de Milicias. Manda a un tipo “bicho”, que vaya a Soplillar, y que averigüe. Que manden para Jovellanos las dos baterías de bazucas que quedan en el INRA. Tú te instalas aquí (le señala en un mapa).”

Testimonio de Samuel Rodiles Planas

(Tomado de Periódico Trabajadores, 19 de abril de 1999)
Samuel Rodiles Planas
Samuel Rodiles Planas
“Fidel nos mandó a buscar a Efigenio Ameijeiras y a mí. Al llegar al Punto Uno vimos una mesa con un mapa que era analizado por varios compañeros. Nos plantearon la misión, que consistía primero en recibir la compañía ligera de combate del batallón 116 de las Milicias Nacionales Revolucionarias y la compañía de bazucas del INRA. Debíamos trasladarnos al central Australia y de allí seguir avanzando hasta ocupar el terreno entre Cayo Ramona (por el pantano de turba) y la costa. Fidel nos dijo: ‘Hay que meterse en la retaguardia del enemigo y crearle una situación de inseguridad total, cuando ellos traten de ir de Playa Girón a reforzar Playa Larga o retroceder, que se encuentren que desde la retaguardia les están haciendo la guerra’. Recalcó que la misión era difícil y era posible que quedáramos cercados, pero que podíamos ir convencidos de que nos prestarían la ayuda necesaria.
“Yo era un muchachón y estaba muy influido por los libros soviéticos Los Hombres de Panfílov y La Carretera de Volokolamsk, que eran muy famosos entonces, y le respondí a Fidel: ‘Mire, Comandante, no se preocupe, que los hombres de la Policía Nacional Revolucionaria van a ser más bravos que los dePanfílov. Recuerdo que Carlos Rafael Rodríguez al oírme decir eso se echó a reír’.”
“08:45 hrs. Fidel ordena a Sergio del Valle que la Columna Especial de Roger, completa, esté alrededor de las cuatro o cinco (de la tarde) en Jovellanos, menos los morteros ni los zapadores, sin perder ningún hombre ni extraviarse ningún camión. Esperar órdenes de Fidel.
“08:58 hrs. Australia. ¿Cómo?, ¿qué necesitan refuerzos? ¿Cómo están pidiendo dos batallones, si ayer fueron dos? ¿Para qué? Si necesitan refuerzos, mándales el batallón que está en Jagüey [...] Dile a Fernández que los tanques deben atacar no por la carretera donde atacaron anoche [...] debe tratar de meter los tanques por Soplillar y atacar desde el Este, como quien viene de Girón”.
“Que él ataque con obuses, pero que lo empiece ahora mismo, que no importa lo que tarden los tanques, él debe ir machacando sobre la gente, que esté machacando incesantemente y que no espere por los tanques ni por nadie, [...] que no deje de atacar ni un minuto a esa gente.”
09:22 hrs. A Aragonés. Vamos a mandar los obuses de Pedrito para allá.
10:00 hrs. (Del Valle informa que Augusto necesita dos horas para revisar los tanques, y eso retrasaría la operación, y consulta que si los manda así o qué). Dale las dos horas. (Se refiere a los SAU 100 y uno o dos de los tanques de López Cuba que estaban por llegar).
10:05 hrs. A Del Valle. Dale a Pedrito dos mil quinientas balas de alto explosivo.
10:12 hrs. A Pedrito Miret personalmente: Yo propongo que cojas los doce cañones 122, entonces, que el bombardeo tuyo no solamente sea sobre esto, sino sobre Bermeja, Helechal, Cayo Ramona y la encrucijada esta (señala un mapa). Una parte de tu operación consiste en esto: facilitarle a Filiberto la entrada aquí. Tú tienes que bombardear todo esto, hasta San Blas. Yo propongo que a Pedrito lo apoyen dos baterías de antiaéreas. Deben situarse en Covadonga.”

Testimonio de Pedro Miret Prieto

Pedro Miret Prieto
Pedro Miret Prieto
“El día 18 recibí instrucciones para que nos trasladáramos con el grupo restante, con toda urgencia, hacia la carretera que va del central Covadonga a San Blas al este. Fidel me dijo que lleváramos la mayor cantidad de proyectiles posibles para bombardear incesantemente al enemigo en esa región. [...] Esa misma noche empezamos a cañonear la zona ocupada por el enemigo.”
10:20 hrs. A Del Valle. Mándale a Pedrito, además de lo que tiene, 4 000 balas de obuses.”
10:25 hrs. A Aragonés. Yo propongo que tú hagas este avance con el batallón ese que está ahí y con cuatro batallones más, hay que avanzar con el equivalente de una división.
“La otra noticia que te quiero dar es que vas a avanzar con quince tanques, pero entre ellos diez Stalin.”
“Tú puedes iniciar el ataque con tres batallones, es decir, el que está ahí y dos más que deben movilizarse al efecto.”
10:35 hrs. A Del Valle. Preguntar si ha salido el parque y decirles que no lo manden al Covadonga sino a Real Campiña, por el camino de Colón, por Aguada.
“Hay que dar dos órdenes: a Augusto que el batallón ligero que está en Jagüey lo mande para Yaguaramas, y que los cañones del 122 que llegaron allí con tractores los mande para Covadonga hoy temprano, que salgan al mediodía, y esperen órdenes de Pedrito Miret.
10:38 hrs. A Del Valle. Hay que decirle a Kike que mande junto con los diez tanques cinco automotrices.
11:10 hrs. A Osmany. La tropa de Ameijeiras debe estar en Soplillar al amanecer, llegar de Jagüey a Soplillar.
11:15 hrs. A Del Valle. Llamar a Augusto y decirle que de las dos baterías antiaéreas que están en Australia, una de ellas, cuádruple, se la mande a Pedrito Miret para Covadonga.”
En el libro de Quintín Pino Machado sobre la Batalla de Girón se reflejan acontecimientos de aquellas horas de la mañana del 18 de abril de 1961:
“A las 10:30 horas el capitán Fernández informa al comandante Augusto que había ocupado a Playa Larga y enviaba al central Australia un parte urgente. Decía así:
“Comandante Augusto:
“1. El enemigo se retiró de Playa Larga que está siendo ocupada por nuestras tropas. El enemigo se movió hacia Girón.
“2. Estoy trasladando artillería antiaérea a Playa Larga y artillería de campaña, preparándome para atacar hacia Girón.
“3. Espero poder atacar en horas del día.
“4. No hay actividad aérea enemiga por esta zona, al parecer, unos chorros hacia las 10.15 ametrallaron nuestras avanzadas.
“5. Informar FAR (Fuerza Aérea) que Playa Larga en nuestro poder”.
En el libro también se recuerda que “el Comandante en Jefe conoció esta noticia por una llamada a las 11:42 y se afirma que se disgustó.”
Yo estaba realmente indignado. Dividir en dos las fuerzas enemigas significaba no solo recuperar Girón en menos de 48 horas sino, fundamentalmente, evitar que la dirección de Estados Unidos dispusiera de tiempo para recuperarse del desastre político que estaba a punto de sufrir. Significaba igualmente ahorrar el 80% de las bajas que sufriríamos en muertos y heridos.
Recordaba que en la Sierra Maestra, hacía apenas cuatro años, cuando teníamos ya 30 combatientes con alguna experiencia, emboscábamos y golpeábamos a tropas selectas de la tiranía batistiana. En terreno boscoso, uno o dos pelotones podían desorganizar una columna de 200 o 300 hombres. La fuerza enemiga en Playa Larga podía ser copada rápidamente, incluso, avanzando a pie desde Pálpite por un trillo y emboscándose en la retaguardia con armas automáticas y algún medio antitanque, evitando que los mercenarios reunieran la totalidad de sus fuerzas y medios en Girón. Yo conocía un camino por donde circulaban y podían transitar tanques en cuestión de 15 minutos, y marchando a pie con la sombra del bosque no más de una hora.
La experiencia de la Sierra Maestra le sirvió a Fidel para trazar la estrategia frente a las fuerzas mercenarias en 1961
La experiencia de la Sierra Maestra le sirvió a Fidel para trazar la estrategia frente a las fuerzas mercenarias en 1961
Eso es lo que pensaba hacer cuando llegó, alrededor de las 11 y 30 de la noche del 17, la noticia que me obligó a marchar al Punto Uno en la capital, e impartí instrucciones al comandante Augusto Martínez para que las transmitiera a Fernández.
Una fuerza artillera de 24 obuses, 6 morteros de 120 mm., 6 cañones de 85 milímetros y numerosas baterías de armas antiaéreas eran más que suficientes para borrar del mapa a las fuerzas mercenarias que estaban en Playa Larga.
Le escribí la breve nota a Fernández que firmé a las 3 a.m. del día 18, y partí a toda velocidad hacia la capital. No existía la autopista de seis vías, que permite hoy llegar en hora y media a las proximidades del central Australia. Había que atravesar la ciudad de Matanzas y tomar la Vía Blanca. Arribé a la Capital alrededor de las 6 de la mañana. No diré con cuánta amargura supe que no se había producido tal desembarco. Fue tal vez lo único que le salió bien al Gobierno de Estados Unidos en aquella aventurera guerra, cómo señalé en la primera parte de estas Reflexiones.
Sin descansar un minuto me dirigí al Punto Uno y comencé a trabajar de nuevo a las 8 y 30. Solo 3 horas después es que recibo noticias de que el enemigo pudo retirarse sin novedad y reunir sus hombres y sus armas en Girón. Me reafirmé en la convicción de que la dirección principal del ataque enemigo era Girón y que había agotado ya su fuerza de mercenarios. Lucharían desesperadamente por evacuarse.
11:42 hrs. A Augusto. Australia. ¡Es una vergüenza que esos tipos se hayan retirado para Playa Girón, es una vergüenza! Es una desidia que no hayan mandado aunque sea una compañía para cortarles la marcha, ¡si ya debían haber movilizado una compañía en la carretera!, saliendo de Soplillar ya debíamos haber llegado a la costa. ¿Tú se lo diste, a qué hora?, porque tú comprenderás lo sencillo que hubiera sido colocar una compañía en la costa y entonces cortar la retirada a esos señores, si no, van a seguir haciendo resistencia.”
“Bueno, ahora le vas a decir a Fernández de parte mía [...] ¡Qué tiene que avanzar…! Dile que siga lo que se le dijo. Ponme a Julio al teléfono. Oye, Julio (nombre de guerra de Flavio Bravo): ¿cómo es que no le han cortado la retirada a esa gente? Mira, Julio, debieron haber mandado una compañía ya, para cortarles la retirada. Yo mandé que metieran algunas tropas de infantería y cortaran la retirada; ¿por qué no hicieron eso, si eso, además, era elemental? ¡Si no era para que se pudieran haber ido nunca! ¡Lo menos que pueden hacer es perseguir a esa gente, con tanques!, los seis tanques esos…”
“Mira Julio, tú le dices de parte mía a la gente que agarren los tanques o lo que tengan a mano y que los vayan persiguiendo. Y, ¿no están persiguiendo al enemigo? ¡Díganme si tienen un pacto de no agresión con los mercenarios!”
A Del Valle: Dile a Curbelo que se retira el enemigo de Playa Larga a Playa Girón, que lo persigan y lo castiguen, y dé cuenta de su situación.”
A Julio. Oye, yo voy a mandar a la aviación, ya que los han dejado escapar, cuando debieron haberlos perseguido. ¿Qué concepto de la guerra es ese? ¡Qué hacen con tanto cañón y con tanto tanque!
“Eso es una vergüenza, Julio, tienes que mandar a perseguir a la gente esa inmediatamente. Yo voy a mandar a perseguirlos con los aviones. ¡Pero si tenemos antiaéreas hasta para hacer dulce! ¡Y que avancen los tanques que están ahí! Vamos a ver cómo los persiguen hasta Girón, no vaya a ir un barco a recogerlos y cojan los tanques y todo, enemigo que huye no hace resistencia. Cáiganle con los tanques. Si ustedes hicieran eso, ¡qué bien harían! Pero se les van a ir los mercenarios, ¡acuérdate que te lo digo!, ¡se van a ir los mercenarios! ¡Pero háganlo, por su madre, para ver si de día, porque los tanques viajan mejor de día! [...] Dile que los tanques que están ahí, que no hagan más reparación ni un carajo, que se unan a los otros y que los persiga. Los morteros y antiaéreas detrás. Vamos a realizar el plan de anoche, que están en retirada.”
Ruego a los lectores que me excusen las palabras indebidas. Si no las incluyo, estaría traicionando la verdad sobre los hechos que narro.
Recordar igualmente que no solo envié el batallón de la Columna 1 al mando de Haroldo Ferrer, quien se unió a nuestra tropa rebelde en las cercanías de Chivirico a mediados del año 1957, como Almeida rememora en su libro “Por las faldas del Turquino”. Con él iba Néstor López Cuba con 15 tanques y blindados, numerosas baterías antiaéreas, morteros pesados, 24 obuses de 122 mm. y la compañía de bazucas de Roger García Sánchez. Su misión era tomar Girón. Aquellos valerosos combatientes no eran artilleros expertos, pero conocían lo suficiente para pulverizar las fuerzas mercenarias. Se que hubo después alusiones despectivas acerca de la poca preparación de aquellos artilleros. Si se hubiese conocido nuestra ignorancia en materia de morteros y bazucas -para qué hablar de obuses y tanques- cuando luchábamos en la Sierra Maestra, a nadie se le habría ocurrido una palabra despectiva respecto a los hombres que demostraron sobradamente en la Batalla de Girón lo que eran ya capaces de hacer con aquellas armas.
las-antiaereas-actuando-en-los-combates-de-playa-giron
Muchos años más tarde, supe y comprobé hechos sobre los cuales, después de aquella afortunada aunque costosa victoria, no tuve oportunidad de conocer con adecuada precisión. En determinados aspectos la versión histórica no se ajustaba rigurosamente a los hechos.
Continúo la narración basándome en documentos de irrebatible constancia histórica y, a veces, en versiones de participantes que jugaron un papel importante en los acontecimientos. Por mi parte, siempre expresé con rigor lo que en ese momento conocía y no podía olvidar.
12:00 hrs. Kike (capitán del Ejército Rebelde Enrique González). Manda la compañía grande. Primero la chica, y después la grande, por sus propias ruedas. ¿Cuántas?, ¿diez?
“Pero nosotros queremos meter media compañía más. Yo no te lo dije porque creía que no íbamos a conseguir zorra, pero hemos conseguido trenes. Lleva estas por zorra, cogiendo por Colón a Aguada, a Real Campiña, a Yaguaramas, y que se sitúen allí, que es muy importante. ¿Tú crees que puedas llevarlas todas en zorras?, ¿es posible? Bueno, llévalas en zorra. Vamos a ver si conseguimos las diez zorras, porque es importante ese avance de mañana.
“Todo marcha bien, se van retirando esos cabrones, pero se van a poder ir si nosotros seguimos comiendo mierda. La columna de Roger que vaya, que se sitúe en Australia y allí que espere órdenes del compañero que va a ir con ellos a cumplir una misión especial, el compañero Aldo Margolles. Si esta noche pueden estar allí, magnífico, de primera calidad eso. ¿En Yaguaramas? Si eso es verdad, ¡qué bonito suena! Sí, una gran cantidad de cañones, sí. Bueno, sitúalos con Pedro García; había que mandar una rastra de obuses del 122, por lo menos cuatro ó cinco mil.
12:05 hrs. A la batería de Puentes Grandes, que manden la batería veterana para el Covadonga a las órdenes de Pedrito Miret, y la otra para Oriente con Raúl.
12:07 hrs. A Curbelo. Es necesario que vean la posición de los mercenarios allí. Dígannos dónde están estos cabrones y échenles con el rayo. Van a querer agarrar los barcos, y eso es peor que si nos hicieran una cabeza de playa. Bueno, ¡van a agarrar los barcos!, van echando para atrás.
12:10 hrs. A Augusto. Australia. Dile a Fernández… que coja tanques y lo que sea, y que persiga a esos hombres, porque se nos van a ir.”
“Mándale a Fernández en una motocicleta la orden urgente de que con los equipos blindados que tenga allí inicie la persecución de esa gente. Que los tanques vayan detrás, pero que ellos tienen que mandar una punta de vanguardia de tanques para saber dónde se mete esa gente. Esa gente está en retirada, está desmoralizada, y hay que perseguirla. ¡Qué vergüenza me da que un cabrón enemigo derrotado se nos vaya a ir! Oye, ¡se nos van a ir, Augusto!, ¡hay que tomar a Girón! [...] Yo mandé a la FAR a que persiguiera a los tipos y los pienso perseguir por toda la carretera.
12:13 hrs. A Aldo Margolles (capitán del Ejército Rebelde). Ustedes tienen que avanzar esta noche lo más posible y hacer un esfuerzo sobrehumano para ver si al amanecer ustedes se han colado allí en la posición. Investiga todos los medios posibles para llegar por vehículos. Ellos no van a encontrar por dónde huir.
12:15 hrs. A Osmany. ¿Nosotros no pudiéramos, en helicópteros, situar una compañía de hombres esta noche allí? ¡Llámame al campo de Baracoa, y averíguame cuántos helicópteros grandes y cuántos pilotos tenemos disponibles!
12:17 hrs. Aldo Margolles. Manda a movilizar un buen jefe de batallón. Mándenlo en camión. Vamos a situarlo en Yaguaramas, vamos a enviarlos a que se tiren en la costa. Ellos se van a creer que esos helicópteros son de ellos, les vamos a cortar la retirada así.
12:24 hrs. A Curbelo. FAR. Revisarán la carretera de Playa Larga a Girón, que revisen, y es muy importante que digan en qué punto los localizaron. Oye, prepara todos los aviones que vamos a atacar esta noche con una serie de operaciones nocturnas. Todo lo disponible, con todas las bombas y todos los pertrechos. Dile a la gente que tiene que echar el resto en las próximas veinticuatro horas, igual que nosotros. Ahora, después de esto, me informas el resultado de todo, y esta noche vamos a echar el resto. ¡Tenemos que agarrar hasta el último tipo de esos!
12:25 hrs. A Kike. ¿Cuántos bichos tienes montados? ¿Pueden salir enseguida? ¿En cuántas horas me garantizas que esos bichos pueden estar en Yaguaramas? Bueno, dile a la gente que, por favor, se apuren, porque se están retirando la gente esa, y es de suma importancia, y yo sé que van a tardar más de cinco horas, si echan ocho me doy por satisfecho. Lo triste es que los cabrones esos intenten retirarse. Estén allí lo antes posible, que arranquen.
12:26 hrs. Augusto. Australia. Oye, Augusto, ¡los tipos se van a ir! ¿Ya? ¿Y los tanques, dónde están? Los otros están llegando. Mándale otro mensaje a Fernández, dile, de parte mía, que en mi opinión el enemigo se está retirando en general, completamente desmoralizado, que es el momento de caerle atrás, sin tregua, hay que tratar de tomar a Girón, porque si no se van. Se lo dices, que les caiga detrás de día, sin tregua, que les rompa el tanque que tienen. Dile que hay síntomas de que se retiran desmoralizados, que es el momento psicológico de caerles atrás, sin tregua, dile que entienda bien que es el momento psicológico de caerles atrás. Mandárselo a decir con otro motociclista, urgentemente, que hay que tratar de tomarles Girón a toda costa, hoy por la tarde, con los tanques en formación y los morteros detrás, los morteros y los obuses. Que aproveche los ocho tanques que nosotros podemos poner en movimiento, y les caiga atrás sin descanso, que hay que tomar Girón esta tarde, hacer un esfuerzo supremo.
“Oye, Augusto, es muy importante que les hagas ver a Fernández y a Julio que el enemigo se retira desmoralizado, que hay síntomas de retirada en otros puntos, que es el momento de caerle atrás, sin tregua; que avance con los ocho tanques, que los tipos no pueden aguantar eso, que les destruya el tanque que tienen y les tomen Girón, que nosotros vamos a ordenar una serie de operaciones y avanzar por otros puntos; que el momento es este, ¡fíjate bien! Mándale el motociclista a la carrera.”
Comenzaba para mí otra batalla, a fin de persuadir a los compañeros que avanzaban desde Playa Larga, de que el enemigo no trataría de desembarcar nuevas fuerzas, sino de reembarcar.
12:35 hrs. A Del Valle. Vamos a situar esa compañía ligera de combate en Yaguaramas (Ligera de Combate 122, al mando del teniente Debién), a toda velocidad, para cortarles la huída.
12:37 hrs. Baracoa. ¿Hay cinco que saben manejar a los bichos grandes, hay cinco que saben? Manda a localizar urgentemente ahí a los tres pilotos, que se presenten ahí, que ahí van a recibir instrucciones, ahí en Baracoa. Yo voy a mandar un hombre. Sí, que se queden ahí, con los helicópteros listos para salir urgentemente.
12:42 hrs. A Del Valle. Mandar un hombre a Baracoa, o mandarle a decir a Baracoa que tan pronto estén los pilotos que vengan para acá. La ligera de combate de Yaguaramas y el jefe aquí, y los pilotos de los helicópteros aquí. Llamar a las FAR, que pongan en Yaguaramas un tanque de gasolina de helicóptero.
12:45 hrs. A Almeida. Las Villas. ¿Qué noticias hay de allá, del lado tuyo? ¿A dónde? ¿A Caleta de Cocodrilo? ¿Está allí? Dile que se posesione ahí. Y, ¿tienen resistencia delante? Dile que se posesionen ahí, que nosotros vamos a hacer una maniobra, pero que no pasen de ahí. [...] ¿René en Cocodrilos? Pero, ¿Matey y Cocodrilos son en la costa? Pero, ¿dónde fue René? [...] ¿De dónde salió, por Juraguá? Pero, Pupo está en la costa, avanzando hacia Girón. ¿Avanza hacia Girón sin enemigos? Bueno, a mí lo que me interesa es que la costa al este de Girón sea tomada, eso es de suma importancia, porque van a huir hacía ahí, van a huir y van a caer en manos de los que avancen por la costa. Si fuera posible envía un hombre, aunque sea a caballo, a decirle a Pupo que avance por la noche lo más que pueda hacia Girón, y detrás mandar otro batallón. Yo tenía una tropa lista para llevarla allí en helicóptero, pero siendo así la cosa, yo creo que no es necesario. Manda ese batallón detrás de Pupo, que yo de todas maneras, la fuerza esa aerotransportada la pienso utilizar [...] Están en retirada. Playa Girón la pensamos tomar esta noche. ¿San Blas cayó? Bueno, nosotros vamos a destruir esta noche al enemigo en San Blas, les vamos a disparar con veinticuatro obuses. [...] es necesario que ustedes manden, a caballo o como sea, un aviso a Pupo de que avance por la noche sobre Girón y se sitúe a 4 kilómetros de allí, no más. Son mil quinientos, según noticias. ¿Un prisionero? Mandaron a todos los que tenían… Todo marcha maravillosamente bien, pero vamos a hacernos los bobos, hasta mañana.
13:00 hrs. A Del Valle. La aerotransportada va a hacer una audaz operación que va a consistir en que, saliendo de Yaguaramas, la vamos a colocar entre Cayo Ramona y Girón, en la misma carretera, a una ligera de combate.
13:01 hrs. A Omar (comandante del Ejército Rebelde Omar Iser Mojena): Agarra cuatro bazuqueros con cuatro ayudantes con bastante parque, por lo menos doce granadas cada uno. Vamos a hacer una operación aerotransportada, y te vas a situar dentro de las líneas enemigas, contra un enemigo en retirada, y dirigido a cortarlo en dos. Les vamos a ubicar una compañía en el medio de dos puntos. Los vamos a situar dentro de las líneas enemigas. Estos bazuqueros se pueden ir en helicópteros. Vamos a dar protección aérea al helicóptero. Manda a preparar seis bazuqueros con sus ayudantes, y diles que se dirijan al campo de aviación de Baracoa.
A Curbelo. Dime, ¿Qué va para allá? ¿Dos Sea Fury, dos chorros y cuántos B-26? ¿Con cuatro bombas de 500 libras? ¿Junto todo el mundo? ¿Ya los Sea Fury están barriendo? ¡Bien!. Es un éxito. Fíjate tú, Curbelo, la importancia que tiene meterle a esa carretera, sobre todo si los localizan a ellos, si localizan el tanque que va retirándose, y destruyan a Girón; cuando ya parezca que se restableció la calma y comiencen a cocinar la sopa [...] por la noche, ¿no les vamos a hacer nada? ¿Por qué? Ah, pero es fácil encontrarlo, pero de noche, cuando haya luces, es fácil encontrar el punto. [...] Valdría la pena un esfuerzo, porque eso de noche vale mucho, porque están derrotados ya y debemos caerle ahora con más fuerza que nunca, para acabar de derrotarlos. [...] con los mensajes esos lo de esta noche, creo que vamos a vengar bien a los compañeros que cayeron allí. Oye, ¡Hay que darle un homenaje a los pilotos, un homenaje público, porque han sido los héroes de la jornada!
13:10 hrs. A Almeida. Seguro, pero que no tome Girón. Bien, que se prepare a capturarla, que los tanques van para allá. Oye, Almeida, ratifícale esa orden, si es que puede llegar caballo, mulo, jeep o cualquier cosa allí. Y la otra es ésta: esta noche la artillería va a funcionar también del lado de allá y si no se han retirado de San Blas, les van a caer arriba como a nadie les cayó nunca en tan poco tiempo con cinco mil proyectiles de cañón. Les vamos a bombardear Bermeja, Cayo Ramona, Helechal, y todo eso con cañones de 122, y se va a preparar una unidad de tanques para avanzar sobre aquella dirección, ¡guárdame el secreto! ¿Con quién? Pero si Pupo está a más de mil leguas de donde van a caer los cañonazos, si Pupo puede coger un cañonazo es esquivado de los tanques de Playa Larga.
“¿Qué dices?, ¿un norteamericano y tres cubanos?, ¿cuándo? ¿Ahora? Un cañón del 57 y otro del 85, antitanque, ¿Quién? ¿René fue a romper la línea de San Blas y Caleta de Cocodrilo? Sí, pero no ha tomado todavía nada, ni ha tomado a San Blas. Dile que vigile al enemigo por si acaso se retira, pero que ojalá no se retire, porque con eso lo vamos a copar y cortarle la retirada hacia Girón.
El comandante Juan Almeida en los días de Playa Girón
El comandante Juan Almeida en los días de Playa Girón
13:27 hrs. A Augusto. ¿Por qué tú sabes que está avanzando? ¿A qué velocidad? ¿Un prisionero más?, ¿quién es?, ¿qué dice? Más o menos lo mismo. ¿Cuántos barcos les hundieron? Y ese prisionero, ¿cómo apareció? ¡Qué gusto se están dando ustedes ahí, detrás de la gente! Mándale a Fernández otro motociclista, dile que el enemigo está en derrota, que lo persiga con la mayor tenacidad, dile que está en derrota, que lo persiga, que este es el momento psicológico; se lo vuelves a decir, que lo persiga sin tregua. Dile que Pupo está a 2 kilómetros de Playa Girón, por el este, que se apure, o Pupo le toma Playa Girón, que están totalmente copados los tipos. Que se apure, a toda velocidad, que marche hacia allá con los tanques, que tiene un chance del carajo. Oye, yo no se por qué son las 1:30 y ¿Fernández avanza?… ¿Los prisioneros?, mándenlos todos para acá. ¿Carros? Pero, ¿tú crees que caben en carros los prisioneros que vamos a agarrar mañana, hoy y mañana? ¡Caben en otros carros! Tengo una idea. Se puede mandar dos prisioneros de esos por delante, con una promesa: que a todos los que se presenten les será respetada la vida… Yo te digo a ti, verdaderamente, que nosotros los podíamos agarrar a casi todos mandando a dos prisioneros allá.
13:35 hrs. A Del Valle. Yo creo que debemos anunciar al pueblo que yo hablaré mañana. Me voy a presentar en la televisión con cuarenta prisioneros, y decir: ´tienen la palabra estos señores´.
13:49 horas A Ameijeiras. Tienes que apurarte lo más posible; los tanques posiblemente lleguen a Playa Girón hoy.
13:51 horas. A Gonzalo (Chele). Covadonga. ¿Qué noticias hay? ¿Quién está en San Blas, el enemigo? ¿Están llegando a San Blas? Desde ayer están llegando a San Blas. ¿Es ese el salto más difícil de pasar, San Blas? ¿Qué no caben en un camión las armas que se les han ocupado? ¿Dónde, de Covadonga a San Blas? ¿Entonces San Blas cayó? Pero, ¡cómo no va a haber caído, si se le ocuparon tantas armas! Entonces están jodidos, y perdida la posición esa.
13:54 horas. A Efigenio. La operación de ustedes háganla siempre, porque existe la posibilidad de que encuentren a la gente allí. Tal vez sería bueno que ocuparan todos los pueblecitos y caseríos que hay entre Soplillar y el punto en que va a salir Margolles.
13:56 horas Augusto. Australia. ¿Hay noticias? Sí. ¿Quién? Pero, ¿no está atacando Playa Girón, coño?, ¿con qué carajo va a atacar Pupo Playa Girón? ¿Está avanzando Fernández? Mira, si con ocho tanques Fernández no toma Playa Girón antes de las seis de la tarde…, porque con ocho tanques, la artillería que tienen esos tanques, y todo lo demás, si no lo toma, que se retire. Escríbelo, y mándaselo con un motociclista: que si con ocho tanques, veinticuatro obuses, una batería de mortero y cinco mil hombres que van detrás de él no toma Girón antes de las seis de la tarde, se chotea, frente a un enemigo que huye. ¿Quién viene de jefe de todos ellos? ¿Frank vino? ¿No sabe quien es el jefe? nueve aviones B-26 de Nicaragua, diez P-54; lunes, 2.00 a.m. cinco barcos norteamericanos de García Land; un buque madre de la marina norteamericana trajo los tanques y la lancha de desembarque; los barcos salieron de Puerto Cabezas. El individuo ¿está tranquilo, o está nervioso? Un barco de guerra, el mismo que bombardeó la Texaco. Se entrenan en la isla de Diéguez, Puerto Rico. Y, ¿no lo hundimos? Con un equipo de hombres ranas que se situaron dos horas antes en el canal por donde tenían que pasar, para que dos destroyers de la marina norteamericana, uno con el número 507, entraran a dos o menos millas de la costa, con las luces apagadas. El plan que tenían, con quinientos desembarcarían por Baracoa, Oriente. Un simulacro de desembarco frente a Pinar del Río, la fuerza aérea actuó dos o tres días antes del desembarco, bombardeando los objetivos militares nuestros. Dice que nada más bombardearon tres aviones.
“Oye, y ¿el Gallego qué hace que no acaba de agarrar a toda esa gente? Ray está en desacuerdo con el Consejo, porque quiere mantener la Milicia, y el Consejo no quiere. Ese analfabeto político, ¿de dónde salió?, ¿es cubano? ¿De Santa Clara?, ¿hijo de siquitrillado, o no? ¿A qué se dedicaba ese gusano? Empresario teatral,… Padre Cabelo, jesuita; ¿quién más? Simulacro de desembarco por Pinar del Río. ¿No los puedes mandar para ganar tiempo? Bien, mándalos con una buena custodia, directo aquí, al Punto Uno.”
Tanques avanzan hacia el escenario de los combates
Tanques avanzan hacia el escenario de los combates

Traducción de mensajes interceptados al enemigo:
“13:02 hrs. Reportado por la FAR: Primer mensaje: ‘Bajo continuos ataques aéreos, necesitamos apoyo aéreo. El barco de comunicación, hundido GFDLYD93′. Segundo mensaje: ‘Siglas 0940 WK170461, Bajo fuego desesperadamente necesitamos apoyo aéreo. Dos buques hundidos. Ahora, más apoyo aéreo’. Las siglas del primer mensaje: WXI181461.

Testimonio de Haroldo Ferrer Martínez

“Al amanecer del 18 ocupamos a Playa Larga en medio de cierta confusión, porque en la oscuridad nos mezclamos con los mercenarios, que todavía estaban en sus posiciones. El enemigo se retiró en camiones y otros medios.
“Luego nos mandaron a retirar y reagrupé las fuerzas, los heridos y los que siguieron hacia Colón no habían hecho contacto con nosotros. Traté de reagrupar la columna y a pie era más difícil. Después me dieron la orden de pasar a la reserva y nos relevó el batallón de la PNR que era una unidad fresca.

Testimonio de Víctor Dreke Cruz

“El día 18 nos dieron la orden de avanzar, llegamos hasta el central Covadonga donde nos establecimos y cerramos la entrada de esa zona porque al amanecer el día 19 se iba a realizar una gran preparación artillera y al terminar esta, debíamos avanzar con los tanques, la infantería y artillería.
“El Comandante en Jefe llegó en horas de la tarde a Covadonga y dio las instrucciones de tomar Girón, a las 18:00 horas del 19 teníamos que estar tocando las aguas de la playa. Los jefes que dirigieron la ofensiva en este sector fueron los comandantes René de los Santos, Filiberto Olivera, Raúl Menéndez Tomassevich, Víctor Bordón Machado, Evelio Saborit y el capitán Emilio Aragonés.

Testimonio de Orlando Pupo Peña

“En la madrugada del día 18 de abril ordené el avance de un grupo de exploración, bajamos a los milicianos de los camiones y empezamos el avance a pie. Habíamos localizado a unos campesinos para que nos orientaran, pues no conocíamos el territorio…”
“Recordé que la misión concreta que ordenó el Comandante en Jefe y que me trasmitió el Gallego Angelito fue: ‘Pupo, coge este batallón, sigue por toda la costa hasta Playa Girón, hasta chocar con los mercenarios, hacerles cosquillas, tú no tienes que tomar a Girón, tienes que hacerle resistencia para que ellos no puedan avanzar hacia acá’.”
“…y el resto del batallón siguió detrás porque no había espacio. La fuerza de la vanguardia eran esos dos grupos de combatientes. Avanzamos y nos hieren a tres compañeros, a uno le hicieron una herida muy grande en la espalda y a otros dos que después murieron en el hospital de Cienfuegos. Uno de apellido Captetillo murió y Arce quedó herido. Llegamos a unos montículos de tierra rocosa donde parecía que se había comenzado una obra.
“…en ese momento nos llegaron tres bazucas, con sus tres bazuqueros, enviadas por el Comandante en Jefe en un helicóptero. Eran tres compañeros de la compañía de bazuqueros del INRA: José Bechara Rodríguez, Luis Céspedes Batista y Sergio Álvarez Matiense.”
A las 21:00 horas el capitán Fernández escribió una nota al comandante Augusto Martínez donde le informa sobre la situación en su frente, según expresa Quintín Pino Machado en su libro:
“Comandante Augusto:
“1. Pensamos avanzar hasta hacer contacto con el enemigo en Girón. Creemos poder hacer llegar nuestras líneas a unos 2-3 kilómetros de Girón.
“2. Estamos situando en posición a los 122, también los morteros. Le ruego me envíe dos baterías más de morteros 120 ahora, para poder usarlas, con todo ello haré un fuego sobre el enemigo durante la noche.
“3. Al amanecer pensamos atacar con artillería, infantería, tanques y avance de la infantería sobre Girón.
“4. En vista de la experiencia pensamos en la necesidad de una grúa para sacar tanques averiados. Pedir urgente esteras de tanques a Managua.
Fernández”
Esa es toda la información que recibo de Fernández el 18 de abril desde las 10:30 horas. Habían transcurrido más de 10 horas sin que el Puesto de Mando Central recibiera noticia alguna de lo ocurrido en la dirección Playa Larga-Girón. De Haroldo y López Cuba, jefes de la Columna 1 y de los tanques y blindados que atacaron Playa Larga, no se recibió ese día noticia alguna.
Esas horas las consagré a organizar las fuerzas revolucionarias que atacaron a los invasores desde el Norte y el Noreste de Girón.
Continuará próximamente.
Fidel Castro Ruz
Mayo 25 de 2011

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