22.9.11

Palestina: ¿Qué hay detrás de la abstención de Colombia en el Consejo de Seguridad?

Ayer, en la inauguración de la Asamblea General de la ONU, Juan Manuel Santos pidió a Israel y a Palestina que inicien conversaciones de paz. Aunque lo que dijo Santos suena neutral, es un espaldarazo a Israel y marca una distancia con Palestina y con América Latina. Fue una declaración diplomática para ambientar la abstención frente a la solicitud de Palestina de ser admitida a las Naciones Unidas.
El discurso de Santos siguió la línea del de Barack Obama. Pero lo que podría explicar mejor la decisión de Santos no es la relación con Estados Unidos, sino su cercanía a Israel.
La solicitud de Palestina
La decisión de Santos lo acerca a Barack Obama. Pero aún más a Israel. Por eso fue muy elocuente su reunión con Benjamín Netanyahu antes de su discurso
Mahmud Abbas, Presidente de Palestina, anunció la semana pasada que solicitaría a las Naciones Unidas su ingreso como miembro, lo que equivaldría a aceptar la existencia de un Estado Palestino.
Desde el año pasado, Palestina ha desarrollado una estrategia diplomática para que se le reconozca como Estado independiente dentro de las fronteras anteriores a la guerra de los seis días, de 1967. Y esas fronteras implicarían el desalojo de miles de colonos israelíes de Cisjordania.
La solicitud tiene que ver con Colombia porque lo primero que necesitan los palestinos es la aprobación de su solicitud por parte del Consejo de Seguridad, en el que Colombia actualmente tiene un asiento, gracias al apoyo de otros países lationamericanos.
Para obtener el reconocimiento, nueve de los 15 miembros del Consejo deben aprobar la solicitud de Palestina. Y no debe haber veto de ninguno de los cinco Estados que tienen asiento permanente en el Consejo (China, Rusia, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia).
Palestina eligió este momento para presentar su solicitud porque ya ha logrado que nueve de los miembros del Consejo lo reconozcan como Estado independiente, por lo que es previsible que voten a favor de la solicitud. Los otros seis pueden abstenerse o votar en contra.
Por eso, el problema es el veto. Aunque se presume que Francia y el Reino Unido no apoyarán la solicitud, no se espera que la veten. El mayor obstáculo son los Estados Unidos que sí podrían vetarla.
Pero si finalmente el gobierno de Obama se abstiene y no impone su veto, el voto de Colombia podría resultar fundamental, porque Palestina necesitaría que ninguno de los países que sí lo han reconocido cambie su voto, por lo que tener otro voto a favor sería un seguro. Y de los seis que no han reconocido a Palestina, Colombia es el más fácil de 'voltear', por la presión de los demás países latinoamericanos, mientras que los tres con poder de veto y Alemania y Portugal no enfrentan presiones similares.
El enredo es que, al contrario de todos los demás países de la región, excepto México, Colombia no ha reconocido a Palestina. Hasta el momento ese es un problema bilateral, pero el voto en el Consejo de Seguridad, donde Colombia representa a América Latina, podría alejarla de sus vecinos. Por eso, un voto en cotnra e incluso una abstención iría en contravía del principal logro de la política exterior de Santos.

 

La política de Colombia frente a Palestina

El lunes, El Tiempo publicó una carta en la que más de 20 académicos expertos en relaciones internacionales le pedían a Santos que reconociera a Palestina. Recordaron que desde que se planteó la cuestión del nacimiento de Israel en 1947, Colombia siempre sostuvo una posición moderada y favorable a Palestina. Pero el último evento claro que mencionaron es el ingreso de Colombia al Movimiento de los No Alineados, en general favorable a Palestina, en 1983.
Con el tiempo Colombia se fue acercando más a Israel. Aunque Colombia siguió formando parte de los No Alineados, su posición de mesurado apoyo se fue desvaneciendo. En gran medida, porque es muy difícil apoyar a Palestina y mantener relaciones cercanas con Israel.
La aproximación a Israel se ha dado esencialmente por relaciones militares y de seguridad. Un hito en ese acercamiento fue la compra por parte de Colombia, en 1989, de 13 cazabombarderos Kfir a Israel. La compra de aviones incluye confiar en quien vende y crear una relación de largo plazo para modernización tecnológica y mantenimiento. 
Desde entonces se ha mantenido la relación. Aunque Israel no ha dado ayuda militar a Colombia, sí ha seguido haciendo grandes ventas de armamento, especialmente entre 2006 y 2008. Buena parte del impuesto al patrimonio del gobierno Uribe se dirigió a estas compras a Israel. En 2008 se supo que Colombia le compraría otros 13 Kfir.
El Ministro de Defensa del momento era Juan Manuel Santos, quien viajó a Israel para cerrar el negocio. Desde entonces se habla de sus cercanas relaciones con Israel, que podrían ayudar a explicar su decisión en la ONU.

 

La relación de Santos con Israel

Un cable de la Embajada de Estados Unidos que reveló Wikileaks, y que publicó El Espectador, muestra la preocupación de los norteamericanos, en noviembre de 2008, por la cercanía entre Colombia e Israel, a través del entonces Ministro de Defensa Juan Manuel Santos.
La renovada cercanía entre Israel y Colombia se reforzó en 2006, cuando Santos buscó alternativas para enfrentar a las Farc y encontró un valioso aporte de expertos israelíes. El Ministro contrató al general retirado Israel Ziv para que, a través de su compañía Global CST, lo asesorara. Según el diario israelí Haaretz, se trató de un contrato de diez millones de dólares. Ziv había sido comandante de las tropas israelíes en la Franja de Gaza y viceministro de Defensa y al parecer se comprometió a brindar asesoría en tácticas militares y en inteligencia, entre otros temas.
Esta influencia de los israelíes en el Ministerio de Defensa fue motivo de investigaciones y de la molestia de los norteamericanos, como lo atestiguan otros cables que publicó El Espectador. Además, la asesoría de Ziv se contrató al tiempo que el mismo Ministerio, bajo el mando de Santos, le compraba armamento a los israelíes. Según el cable de Wikileaks, un 40 por ciento del impuesto al patrimonio terminó destinado a estas compras a Israel. La Silla Vacía pudo confirmar la importancia de estas compras.
Más allá de las dudas sobre la utilidad del contrato con Ziv y de los rumores sobre la participación de israelíes en la Operación Jaque, lo que queda claro es la cercanía entre Santos e Israel.
Santos se reunió ayer, antes de su discurso frente a la Asamblea General, con Benjamín Netanyahu, no con Barack Obama. En el mundo de la diplomacia, y en momentos en los que hay decenas de jefes de Estado y poco tiempo, esta simple entrevista manda un poderoso mensaje. Colombia está con Israel, no con Palestina, así en su discurso Santos haya querido parecer neutral.
La posición de Colombia frente a Palestina recuerda que en el paso de Juan Manuel Santos por el Ministerio de Defensa estuvieron muy presentes los israelíes. Y aunque le cueste un distanciamiento frente a los países latinoamericanos que aseguraron la presencia de Colombia en el Consejo de Seguridad, la abstención también le asegura mantener buenas relaciones con un aliado estratégico en materia de seguridad, experto en conflictos de baja intensidad y en el uso de tecnología de punta.

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