“La prensa inglesa es muy agresiva en las entrevistas que me hace, demasiado hostil sobre Cuba, tiene ideas preconcebidas. En una reunión con el Obispo me preguntaron por qué apoyo a un dictador izquierdista como Fidel Castro, a un país comunista. Entonces les respondí: soy un disidente en mi iglesia”.
El sacerdote católico Geoffrey Bottoms, coordinador del Movimiento de Solidaridad con los Cinco (CSC), en Reino Unido, se enamoró de Cuba desde su primera visita hace 20 años, y quedó impactado por los efectos que provoca el bloqueo de Estados Unidos en el pueblo.
“Al regresar a Londres entonces me uní a la campaña de solidaridad con la isla. Luego conocí del caso de los Cinco por medio del diario The Morning Star, justamente cuando fueron sentenciados; me causó repulsión el hecho, comencé a escribirles y enseguida respondieron.
“Fui de las pocas personas que mantuvo correspondencia con ellos desde aquella época, hasta que les pregunté si les gustaría que yo los visitara y estuvieron de acuerdo. Me autorizaron a ver a Gerardo, a Ramón y a Fernando, pero me negaron esa posibilidad con Antonio y René. Desde el año 2002 he visitado a Gerardo en cinco ocasiones, a Ramón en cuatro y a Fernando solo una vez.
“A partir de este trabajo, la campaña de solidaridad con Cuba, en Londres, comenzó a interesarse por el caso, todos los sindicatos están afiliados y somos millones los involucrados. Otros sindicalistas visitan a Gerardo y gracias al apoyo del Comité Internacional por la Liberación de los Cinco se nos suman sus homólogos estadounidenses.
“También involucramos en la campaña a los parlamentarios, trabajamos en las mociones y enviamos cartas a la Casa Blanca exigiendo su libertad; en estos momentos demandamos de Obama el retorno de René González a su patria.
“El primero de diciembre haremos una velada frente a la embajada norteamericana, en Londres; tenemos previsto que las madres de los Cinco estén presentes. Para el año próximo montaremos una exposición con obras de artistas cubanos, incluyendo las de Tony y las de Gerardo. El objetivo es llevar el mensaje a personas influyentes de nuestra sociedad: parlamentarios europeos, líderes sindicalistas, de las iglesias, abogados, artistas, intelectuales, premios Nobel, quienes se juntarán con el pueblo trabajador de Inglaterra”.
¿Qué impresión tiene de cada uno de los Cinco?
“Tienen carácter y personalidad diferentes, pero actúan y piensan como uno, por eso cuando visitas a alguno parece que los viste a los cinco; se mantienen firmes y convencidos, se sienten como embajadores de Cuba en las prisiones.
“Una vez les pregunté qué es lo que los mantiene luchando aun cuando están en prisiones solitarias o de castigo. Solamente me dijeron: ‘pensamos en la historia de nuestro pueblo’, eso los anima e inspira.
“Ellos no quieren que los vean como modelos, que los pongan en un pedestal; plantean que han hecho lo que cualquier cubano haría. Son las nuevas generaciones las que sacan ejemplos de su caso para continuar la lucha.
“No solo se interesan por la política y los problemas mundiales; quieren conocer cómo es la vida cotidiana en mi país y sobre los más diversos temas. Ramón quería saber sobre el Código Da Vinci; Gerardo sobre la tradición de hacer y tomar el té en Inglaterra, hacemos chistes, nos reímos”.
¿Qué mensaje les lleva a las familias?
“La familia es la inspiración. Les doy un mensaje de esperanza. Ellos saben que va a ser una batalla larga y a qué se están enfrentando; creemos en los ideales y en los principios de la Revolución cubana y pensamos que la justicia y la verdad van a prevalecer. No están solos, están rodeados de amor y solidaridad y esto es lo que va a lograr su libertad.
“Debemos trabajar juntos. Esa es la fortaleza que me trajo nuevamente a Cuba. Me gustaría ver más trabajo de talleres, eso nos ayudará a trazar estrategias; todavía estamos trabajando en campañas separadas y tenemos que unirlas si queremos ser realmente efectivos”.
¿Sus prédicas están inspiradas en el espíritu de los Cinco?
“En mis últimas cuaresmas prediqué totalmente por ellos; me referí más a Jesús atendiendo a los fenómenos de este mundo que ascendiendo desde la muerte. También a cómo los Cinco se levantan con todos los problemas de este mundo. Dije que ellos son un gran ejemplo para darnos aliento en todas las batallas; las personas querían conocer más sobre Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René.
“Ahora tengo un grupo de solidaridad dentro de mi iglesia y cerca de 500 personas van a las misas cada domingo, especialmente jóvenes, niños y adolescentes. Les digo que los Cinco me inspiran en el trabajo como padre y me enseñan que lo que importa es lo que compartimos con los demás. Me convencieron de que un mundo mejor es posible, es por eso que están en prisión”.
¿Influye su trabajo en otras denominaciones religiosas?
“Todas las iglesias no están involucradas lo suficientemente en este caso, sé que hay familias que le han escrito al Papa, al igual que yo, y la respuesta que recibo siempre está escrita por otra persona.
“Cuando toqué el tema en la iglesia inglesa, no lo vieron como un problema mayor porque en Europa estamos eurocentrados o norteamericamente centrados; Latinoamérica no está en la agenda de preocupaciones.
“Viajé a Estados Unidos hace varios años y me encontré con líderes religiosos que no sabían del caso; se interesaron pero no se le dio seguimiento, y es en el estómago de la bestia donde necesitamos concentrar nuestros esfuerzos”.
¿Cómo valora los casos de Adriana y Olga?
“No solo son los Cinco quienes están castigados sino también sus familias, y lo hacen deliberadamente. Si ninguno de ellos hubiera sido cubano esto no habría sucedido, ellos son víctimas del bloqueo como el resto de su pueblo.
“El hecho de que Adriana y Olga no puedan visitar a sus esposos es una ruptura de todas las leyes internacionales y de la Constitución de Estados Unidos. Mi corazón está junto a esas madres, a las esposas que nunca van a tener hijos, a los hijos que están creciendo sin un padre. Esto es una gran injusticia.
“No sé cómo pueden lidiar con este tipo de presión emocional, creo que es una acción cruel, brutal e inhumana de un país que se autoproclama defensor de los derechos humanos.
“Debemos buscar alternativas para romper el muro de silencio en torno al caso. Desafortunadamente nuestra prensa representa los intereses del sistema capitalista y se subordina al gobierno de Estados Unidos. Para mí la forma más efectiva es concentrarnos en las redes sociales de comunicación que alcanzan a millones de personas en sus hogares; si se puede organizar la resistencia en otros países a través de ellas, nosotros también lo podemos hacer en el caso de los Cinco. Va a ser un proceso laborioso; es la naturaleza de esta
campaña, pero vamos a vencer”.
Con tantos predicadores asesinados en el mundo, ¿no teme por su vida?
“Hay solamente un miedo en la vida, y es el miedo al propio miedo, si usted piensa que está luchando por una causa justa, que la verdad está a su lado, si tiene principios, el resto de las cosas ocupa un segundo lugar, de lo contrario no habría futuro para la humanidad, regresaríamos a la oscuridad, a la Edad Media.
“Tenemos que hacer lo que Cuba hace; pensar en los otros antes que en uno mismo. Ese es el mensaje, por eso no veo contradicción entre mi fe y mi política. Jesús murió en la cruz por sus principios, estoy preparado para morir en mi propia cruz por Cuba”.
Cuando regresa a casa después de visitar a los Cinco, ¿qué pensamiento queda más firme en su mente?
“El amor. Cuando imagino lo que ellos están pasando me considero muy afortunado al sentirme libre para hacer lo que tengo que hacer. Al final es el amor el que va a salvar a este mundo”.
¿Cómo terminará esta historia?
“Los Cinco van a regresar a casa. Si Fidel dijo que volverán, volverán”.
Tomado de Trabajadores
Por: Ana Margarita González y Rafael Hojas Martínez. | Traducción: Joel Abreu Hernández. Foto: De la autora / 28-11-2011
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