El ex presidente brasileño Luiz Lula da Silva afirmó que está dispuesto a “ayudar” a la actual mandataria, Dilma Rousseff, a ir por su relección, a la que juzgó inexorable salvo “sólo si ella no quiere”, y confesó que temió perder la voz y morir mientras sufrió un cáncer de laringe que acaba de superar.
Lula, quien según los médicos logró la remisión total de su tumor maligno, comparó los tratamientos de quimioterapia y radioterapia a que se sometió con “una bomba atómica” y aseguró que llegó a sentir que hubiera preferido pasar “en coma” parte de esas terapias.
“Tenía más preocupación de perder la voz que de morir”, dijo y agregó: “Si perdiera la voz, estaría muerto. Hay personas que dicen que no tienen miedo de morir, pero yo sí tengo. Si supiera que la muerte está en China, yo voy para Bolivia”. Estas declaraciones forman parte de la primera entrevista que Lula ofreció después de confirmarse la desaparición del tumor contra el cual realizó un duro tratamiento de tres sesiones de quimioterapia y 33 de radioterapia. Fue publicada por el diario Folha de Sao Paulo en su edición impresa de hoy.
“Las personas no saben qué es peor, si la quimioterapia o la radioterapia; unos dicen que es la quimio, otros que es la radio; para mí, las dos son un desastre; una es una bomba de Hiroshima y la otra no sé qué bomba es; las dos son arrasadoras”, opinó Lula.
El ex mandatario llegó a bajar 18 kilos desde que se le diagnosticó el cáncer, el 29 de octubre del año pasado, y ahora tiene la garganta inflamada por los efectos del agresivo tratamiento.
Al respecto, reveló que añora levantarse un día sin esa situación y poder comer un pan con capa gruesa y tragar sin dolor.
Lula dijo que “esta enfermedad, según creo, es la más delicada de todas, es avasalladora” y reveló que el peor efecto del proceso curativo fue la náusea que le provocó.
“La boca no soporta nada, nada, nada, nada”, dijo el ex presidente, quien sigue estando más de 15 kilos por debajo de su peso normal.
“El cáncer está resuelto, pero tengo que realizar un tratamiento todavía por algún tiempo; tengo que mantener disciplina para evitar que pase algo, indicó.
Consultado sobre su anunciado retorno a la vida política brasileña, señaló que tomará las decisiones con el tiempo. "Ahora no cumpliré la misma agenda loca y alucinante que hice en los 10 meses posteriores a dejar la presidencia”, aseguró.
“Voy a hacer menos cosas, con más calidad, participar de las elecciones (municipales de octubre venidero) de forma más selectiva, ayudar a mi compañera Dilma en aquello que ella entienda que yo pueda ayudar”, detalló, y subrayó: “Volveré más tranquilo”.
En cuanto a una eventual aspiración a volver a la presidencia, Lula respondió que para él no hay 2014, 2018 o 2022 (años de las futuras elecciones generales en Brasil).
“Mi voluntad ahora es ayudar a Rousseff a ser mejor presidenta y trabajar por su reelección, en la cual tendré el inmenso placer de ser su paladín y de apoyarla”, afirmó.
Según Lula, la única posibilidad de que Rousseff no obtenga la reelección es que ella no la quiera.
Sobre la candidatura de Fernando Haddad a la prefectura de San Pablo por el Partido de los Trabajadores gobernante, el ex presidente aseguró que es la mejor propuesta y vaticinó una sorpresa similar a la acontecida con Rousseff, cuando muchos no creyeron que ella fuera capaz de ganar la presidencia brasileña.
Y en cuanto a su posible postulación, aseveró que pocos brasileños tuvieron la suerte de pasar por la presidencia de la forma exitosa en que lo hizo él.
Sin embargo, advirtió: “Esas cosas usted no las decide ahora.
Un bello día usted no quiere una cosa, de repente se presenta una oportunidad y usted participa. Pero no sería fácil repetir lo que hice. Yo siempre tendré a mí mismo como adversario. ¿Para qué buscar problemas si puedo ayudar a otras personas?”.
“Tenía más preocupación de perder la voz que de morir”, dijo y agregó: “Si perdiera la voz, estaría muerto. Hay personas que dicen que no tienen miedo de morir, pero yo sí tengo. Si supiera que la muerte está en China, yo voy para Bolivia”. Estas declaraciones forman parte de la primera entrevista que Lula ofreció después de confirmarse la desaparición del tumor contra el cual realizó un duro tratamiento de tres sesiones de quimioterapia y 33 de radioterapia. Fue publicada por el diario Folha de Sao Paulo en su edición impresa de hoy.
“Las personas no saben qué es peor, si la quimioterapia o la radioterapia; unos dicen que es la quimio, otros que es la radio; para mí, las dos son un desastre; una es una bomba de Hiroshima y la otra no sé qué bomba es; las dos son arrasadoras”, opinó Lula.
El ex mandatario llegó a bajar 18 kilos desde que se le diagnosticó el cáncer, el 29 de octubre del año pasado, y ahora tiene la garganta inflamada por los efectos del agresivo tratamiento.
Al respecto, reveló que añora levantarse un día sin esa situación y poder comer un pan con capa gruesa y tragar sin dolor.
Lula dijo que “esta enfermedad, según creo, es la más delicada de todas, es avasalladora” y reveló que el peor efecto del proceso curativo fue la náusea que le provocó.
“La boca no soporta nada, nada, nada, nada”, dijo el ex presidente, quien sigue estando más de 15 kilos por debajo de su peso normal.
“El cáncer está resuelto, pero tengo que realizar un tratamiento todavía por algún tiempo; tengo que mantener disciplina para evitar que pase algo, indicó.
Consultado sobre su anunciado retorno a la vida política brasileña, señaló que tomará las decisiones con el tiempo. "Ahora no cumpliré la misma agenda loca y alucinante que hice en los 10 meses posteriores a dejar la presidencia”, aseguró.
“Voy a hacer menos cosas, con más calidad, participar de las elecciones (municipales de octubre venidero) de forma más selectiva, ayudar a mi compañera Dilma en aquello que ella entienda que yo pueda ayudar”, detalló, y subrayó: “Volveré más tranquilo”.
En cuanto a una eventual aspiración a volver a la presidencia, Lula respondió que para él no hay 2014, 2018 o 2022 (años de las futuras elecciones generales en Brasil).
“Mi voluntad ahora es ayudar a Rousseff a ser mejor presidenta y trabajar por su reelección, en la cual tendré el inmenso placer de ser su paladín y de apoyarla”, afirmó.
Según Lula, la única posibilidad de que Rousseff no obtenga la reelección es que ella no la quiera.
Sobre la candidatura de Fernando Haddad a la prefectura de San Pablo por el Partido de los Trabajadores gobernante, el ex presidente aseguró que es la mejor propuesta y vaticinó una sorpresa similar a la acontecida con Rousseff, cuando muchos no creyeron que ella fuera capaz de ganar la presidencia brasileña.
Y en cuanto a su posible postulación, aseveró que pocos brasileños tuvieron la suerte de pasar por la presidencia de la forma exitosa en que lo hizo él.
Sin embargo, advirtió: “Esas cosas usted no las decide ahora.
Un bello día usted no quiere una cosa, de repente se presenta una oportunidad y usted participa. Pero no sería fácil repetir lo que hice. Yo siempre tendré a mí mismo como adversario. ¿Para qué buscar problemas si puedo ayudar a otras personas?”.
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